Martes, 26 de Noviembre 2024
México | HISTORIAS DE REPORTERO POR CARLOS LORET DE MOLA A.

El Presidente apostó... y perdió

Para mala suerte del Presidente Calderón, y por tanto de México, esos republicanos irritados arrasaron antier en las elecciones intermedias

Por: EL INFORMADOR

Carlos Loret de Mola A.  /

Carlos Loret de Mola A. /

Hace apenas seis meses, el Presidente Felipe Calderón fue ovacionado en una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos, que en ese momento contaba con mayoría demócrata en ambas cámaras. El Mandatario mexicano planteó de manera muy directa los problemas de nuestro país en su lucha contra los cárteles de la droga, y puso el dedo en la llaga al señalar algunas áreas en las que Estados Unidos no estaba ayudando, en especial el control de las armas.

Al referirse a ese punto, fue cuidadoso de expresar su profundo respeto y admiración por la Constitución del país vecino y su Segunda Enmienda, que permite a los ciudadanos estadounidenses comprar armas para su protección, pero dejó en claro que los nobles propósitos del ordenamiento terminaban desvirtuados cuando se consideraba que 70% de las armas que llegaban a manos de los criminales en México se compraban libremente de aquel lado de la frontera. También fue claridoso Calderón en su condena a la llamada “ley Arizona”, y la describió como una iniciativa que criminaliza a los migrantes mexicanos.

Presidida por la demócrata Nancy Pelosi, aquella sesión transcurrió con 27 interrupciones para aplaudir el discurso de Calderón. Algunos republicanos guardaron silencio mientras hablaba el Presidente que los visitaba, pero al terminar, en la tribuna y en declaraciones a la prensa, mostraron su enojo con él, sobre todo por cómo atacó los postulados del “viejo gran partido” en torno a la venta de armas y la migración ilegal.

Los senadores John Cornyn, Jeff Sessions, Orrin Hatch y Tom McClintock, y el representante Lamar Smith, fueron, al igual que Calderón, muy claros: les resultó indignante que un presidente extranjero llegara a su casa a opinar sobre las leyes y los asuntos internos de su país.

Coincidían en que por muy respetable que fuese la lucha calderonista contra el crimen organizado, estaba fuera de lugar pensar que los ciudadanos estadounidenses debieran siquiera considerar sacrificar algunas de sus libertades sólo para tratar de resolver los problemas de otro país.

También les pareció un insulto la crítica a sus leyes migratorias, encaminadas a preservar el sueño americano y con una inclinación por integrar a los extranjeros dispuestos a ser parte de la identidad y los valores estadounidenses, sobre todo viniendo del gobernante de un país, México, cuyas leyes en la misma materia son, según destacaron los republicanos, brutales, excluyentes e inhumanas.

Para mala suerte del Presidente Calderón, y por tanto de México, esos republicanos irritados arrasaron antier en las elecciones intermedias: ahora controlan la Cámara baja, pueden volver inactivo el Senado y ganaron la mayoría de las gubernaturas en juego. Con elecciones presidenciales allá y acá en 2012, adiós Estados Unidos, nos vemos en 2013 para los grandes temas.

Saciamorbos

El mismo periódico de Coahuila censuró otra columna de este reportero en febrero de 2009: le borraron los párrafos referentes a los hermanos Moreira. Lo mismito que antier. Lástima que apenas se detectó.

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