El Papa reprende al alto clero de México

CIUDAD DE MÉXICO (14/FEB/2016).- El Papa Francisco habló claro y sin rodeos frente a los obispos mexicanos. Les exigió no dejarse cautivar por el materialismo, mayor transparencia de sus actos, no permitirse ser seducidos por los lujos que ofrece el narcotráfico y, ante todo, dejar a un lado disputas personales, intrigas e intereses.   

En su segundo día de actividades en México, el jerarca de la Iglesia Católica se reunió con 165 representantes del alto clero en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, donde ofreció un discurso intenso a los dirigentes católicos del país.

“En las miradas de ustedes, el mexicano tiene el derecho de encontrar las huellas de quienes han visto al Señor, de quienes han estado con Dios. Esto es lo esencial. No pierdan entonces, tiempo y energía, en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planes de hegemonía, en los infecundos clubs de intereses o de consorterías”, señaló Francisco en su mensaje.

El Papa describió el fenómeno del narcotráfico como un problema que no debe minimizarse por parte de los sacerdotes, pero también les pidió mayor reacción: que no entreguen las mismas respuestas a una sociedad que cada vez tiene nuevas demandas.

Minutos antes de la reunión con el obispado, el Papa tuvo la recepción oficial por parte del Presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, el primer Pontífice en visitar el recinto. Durante el evento, el jerarca católico también tuvo palabras para los líderes políticos, sociales y económicos del país, a quienes les pidió que usen sus recursos y posición para ayudar a la sociedad a mejorar y satisfacer sus necesidades básicas.

Destacó que mientras ciertas personas sólo aboguen por el beneficio propio, se promueve la corrupción, la delincuencia y los abusos. Señaló que el asunto va más allá de generar leyes, que cada persona esté consciente de que deben ser ejemplos de cambio para la sociedad.

Por la tarde, el Pontífice ofició misa en la Basílica de Guadalupe. Francisco, durante la homilía, tocó un tema sensible para la sociedad mexicana: los desaparecidos. El Papa afirmó que Dios se acerca a los corazones “sufrientes pero resistente de tantas madres, padres y abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”.  

Posteriormente, Jorge Mario Bergoglio oró frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe y encomendó al país en sus manos.

Hoy el Papa tendrá su visita al municipio de Ecatepec, en el Estado de México, así como un recorrido en un Hospital Pediátrico de la Ciudad de México.