El PAN ''huele a corrupción''

En julio de 2006, en la elección federal, alcanzó casi 1.5 millones de votos que lo convirtieron en senador de la República. “Lo voy a decir por última vez en público: soy el jalisciense más votado en la historia”, me comenta con cierto rubor Alberto Cárdenas Jiménez, quien hace apenas tres lustros era un modesto alcalde de Ciudad Guzmán.

No es “monedita de oro” y hay quienes siguen criticando acremente su estilo ranchero, su lenguaje populachero y su falta de conocimientos de la alta cultura o de las enseñanzas de los grandes teóricos de la filosofía política.

Ha sido, a últimas fechas, un severo crítico de la actuación de su partido, Acción Nacional, “porque estamos en el peor momento que el PAN ha vivido en los últimos años, el peor momento en que la credibilidad, la confianza, las formas, se han perdido bastante”.

Cuenta por qué abandonó “enchilado” la reunión panista en la que Hernán Cortés Berumen resultó electo nuevo dirigente estatal. “Aun cuando tuvimos siempre diferencias, no se habían dado al punto en que llegamos hace unos meses y ahora también, en donde la manipulación, la fuerza, han sido casi una constante y eso a mí sí me enardece, sí me da coraje… me enfurece ver cómo se echa mano de los jóvenes, jóvenes limpios que vienen a hacer política y se les manipula, se les presiona, se les va torciendo sin ningún recato y yo lo voy a seguir denunciando porque las cosas hay que decirlas por su nombre”, suelta Cárdenas, quien lamenta que su candidato, el también senador Héctor Pérez Plazola, haya perdido la contienda en la que —dicen algunas voces— decenas de consejeros le negaron los votos prometidos en la víspera de la elección.

¿Cuando visitó Casa Jalisco recientemente, habló con el gobernador Emilio González acerca de lo mal que ve al PAN en el Estado?

Sí, le compartí la preocupación de que hemos tocado fondo… bueno, espero que ahora sí ya hayamos tocado fondo y, tal como vamos, podemos llegar a un despeñadero, porque vamos directo a un precipicio sin oír ni ver lo que la gente nos está diciendo. Le decía al gobernador que me preocupa que en distintos lugares en donde gobierna el PAN huele a corrupción, huele a mal Gobierno, huele a que no se atiende bien ni adecuadamente a la sociedad, y me parece que esto es lo último que puede ocurrirle a cualquier Gobierno de cualquier partido: que la gente le pierda la confianza, pierda la esperanza, porque es lo último que podemos quitarle a la gente.

Y de Hernán Cortés, el nuevo dirigente, el senador Cárdenas dice lapidario: “Le concedo el beneficio de la duda”.