''El Chapo'' provoca confusiones

CIUDAD DE MÉXICO (23/FEB/2013).- Joaquín “El Chapo” Guzmán confunde  a las autoridades.

El jueves el Gobierno guatemalteco informó que podría estar muerto, y terminó ofreciendo una disculpa ayer por el dato erróneo.

“Yo pido disculpas si hubo un malentendido en este sentido. No se pudo verificar nada. No hay ninguna evidencia, ningún hallazgo que nos permita decir que el  hecho ocurrió o no ocurrió”, afirmó el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, en una rueda de prensa improvisada.

El funcionario incluso reconoció que parte de la información sobre la supuesta muerte de “El Chapo” fue porque los medios de comunicación preguntaron y él se comunicó con la Policía, que le dijo que “había indicios, pero que debían investigarse”.

Su par mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, fue más directo al informar que todo se trató de un “rumor”. “Ni siquiera el origen de ellos se ha podido determinar”. Y efectivamente, las autoridades guatemaltecas fueron cambiando la versión conforme pasaron las horas y al final no pudieron, siquiera, confirmar que hubo un enfrentamiento en el departamento de Petén.

La relación entre Guzmán Loera y Guatemala no es nueva, fue en ese país centroamericano donde lo detuvieron, el 9 de junio de 1993, para posteriormente trasladarlo al penal de “La Palma”, en el Estado de México.

Ocho años después se escapó del penal de Puente Grande, en Jalisco, para convertirse en el narcotraficante más buscado por México y Estados Unidos. “Es el más importante objetivo”, dijo hace unos días el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

El capo —en ese entonces todavía con un bajo perfil— llegó a Guatemala huyendo de la persecución policial mexicana, producto del asesinato del cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo.

En mayo de 1993 sicarios del cártel de los hermanos Arellano Félix abrieron fuego contra el cardenal creyendo que se trataba de Guzmán Loera.

La confusión se produjo —según dijeron en su declaración ministerial los autores materiales— porque el prelado llegó en un auto Grand Marquis similar al vehículo en el que se movía el capo.

Otra confusión que tuvo que ver con Guzmán Loera se dio en junio del año pasado, cuando la Secretaría de Marina anunció la detención de uno de los hijos del capo.

La Marina presentó a los medios de comunicación a quien dijeron era Jesús Alfredo Guzmán Salazar, detenido junto a otro joven en un operativo en Zapopan.

Estados Unidos —acostumbrados a celebrar las detenciones que hace el Gobierno mexicano el mismo día en que se realizan— guardó cautela. Un día después la Procuraduría General de la República (PGR) informó que el joven detenido era Félix Beltrán León, originario de Sinaloa, por lo que tuvieron que reconocer que se trató de una confusión.

Sobre el paradero del capo se especula mucho.  “Vive en Durango, todos lo sabemos, menos la autoridad”, dijo en abril de 2009 el arzobispo de la arquidiócesis de Durango, Héctor González Martínez. Un año después el mismo sacerdote afirmó que “‘El Chapo’ está en todas partes, lo mismo puede estar aquí que en Tamazula o amanecer en Huazamota, o por San Andrés del Teúl, en Zacatecas, en donde tiene sus grandes propiedades”.

Recientemente WikiLeaks filtró un cable en el que consultores de la firma Stratfor creían que el capo se escondía en Petén, cerca de la frontera con México. Lo único cierto es que no fue asesinado como se supuso  el jueves.