Ejidos de Samaria sobreviven anegados por desfogue de presas

ÚRSULO GALVÁN, TABASCO (20/SEP/2010).- A casi un mes de que la corriente del Río Samaria expulsó de su casa a su familia y al ganado de su parcela en esta comunidad de Tabasco, don Lino García Frías no piensa en el presente, sino cómo sobrevivirá en el futuro, pues estima que seguirán inundados dos meses más.

Ahora buscará la forma de alimentar a sus reses, pues es de la crianza de sus animales de donde obtiene ingresos.

Por lo pronto, levantó una choza en un terreno que Petróleos Mexicanos rellenó para las válvulas de ocho pozos petroleros de esta zona. También trasladó a su hato de 26 reses.

La mayoría de los habitantes de este ejido y rancherías vecinas acude a terrenos denominados “peras” de Pemex, como “islas” de salvación para sobrevivir cerca de sus casas y tierras de cultivo, pues rechazan trasladarse a los albergues.

El agricultor tabasqueño vive a unos tres kilómetros de la margen derecha del Samaria, cuya corriente entró a esta zona desde el pasado 31 de agosto, cuando las presas del Alto Grijalva desfogaban mil 350 metros cúbicos por segundo.

Actualmente, las presas La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas descargan sobre los ríos Samaria y Carrizal 2 mil 300 metros cúbicos por segundo, caudal que mantiene sumergidos a centenares de comunidades de Centro, Nacajuca y Cunduacán.

Esos dos cauces reciben el desfogue de las presas hidroeléctricas ubicadas en Chiapas y sus corrientes se ubicaron ayer en 80 y 63 centímetros por arriba de sus escalas críticas.

Los ríos Grijalva y Usumacinta, por escurrimientos de lluvias de otros puntos de la sierra de Chiapas y Guatemala, mantienen a otro centenar de comunidades bajo el agua.

La dirección de Protección Civil enumeró 535 localidades de 11 municipios afectadas por las anegaciones; es decir, 147 mil 696 personas de 35 mil 726 familias sufren inundaciones.