Drama educativo nacional

Mientras la escena nacional está dominada por luchas partidistas para definir candidaturas, en el país ocurren dramas paralelos que consumen el futuro del país.

Uno, estruendoso y sangriento, es el de la lucha contra el narcotráfico, que toma vidas a ritmo acelerado. Pero hay otros, menos evidentes pero quizá igualmente letales, como el deterioro del sistema educativo.
Las pruebas palpitan en cualquier punto de la geografía mexicana y no se limitan al uso de maestros de educación básica como fuerza de choque para enfrentar a un Gobierno como en Oaxaca, o a los bajos índices de calificación que constantemente publica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cuando analiza los procesos educativos de sus estados miembros.

Las muestras de la descomposición del sistema educativo también se notan en Jalisco. La semana que ya toca a su fin, ofrece dos ejemplos:

1. El martes 8 de marzo, el secretario de Educación, Antonio Gloria Morales, denunció que hay una red de venta de plazas falsas para maestros. El primer responsable de la educación básica en Jalisco, que custodia el funcionamiento de 13 mil 800 escuelas y está obligado a garantizar el derecho constitucional de la educación para 1.7 millones de estudiantes desde preescolar hasta secundaria, revela en este gesto la falta de control sobre un procedimiento básico: la adjudicación de plazas a maestros, pues en algunos casos (reconoció nueve), estas personas que habían pagado por la plaza estuvieron ¡hasta tres meses frente a grupo!
La Sección 47 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que encabeza José Guadalupe Madera Godoy, guarda silencio sobre un tema del que debieron enterarse, pues no es posible que personas que ni siquiera tenían nombramiento oficial y cuyos documentos probatorios están toscamente falsificados, hayan impartido clases sin que directores e inspectores de zona se dieran cuenta.

La incapacidad de la Secretaría para impedir los fraudes (que los denuncien es consecuencia de la falla inicial) y la desidia del sindicato —por decir lo menos—, dejan desamparados a los estudiantes.

2. Desde el miércoles pasado, y eso porque los actos vandálicos y los destrozos llamaron la atención de los medios de comunicación, se dice que la FEG (la dinosáurica y violenta Federación de Estudiantes de Guadalajara) ha tomado la Secundaria 53 Mixta, en pleno Centro Histórico de la ciudad. Aunque la dirigencia de esta dudosa organización no se adjudica los hechos, las instalaciones fueron ocupadas y agredidas. Para recuperar el orden, se solicitó apoyo de policías, y nuevamente la Secretaría de Educación y el Sindicato asumen tibiamente su papel. Vuelven a perder los estudiantes.

Ambos casos son hechos que se conocieron tal vez circunstancialmente. Imposible saber cómo se daña todos los días a niños y adolescentes que, dice el cliché, son el futuro del país.

Mientras, el secretario nacional de Educación, Alonso Lujambio, intriga para ser candidato presidencial.

Mientras también, la eterna Elba Esther Gordillo atenaza con más fuerza al SNTE.