Disidencia, obstáculo para renovación de Legionarios: De Paolis

CIUDAD DEL VATICANO (12/JUL/2011).-  El delegado pontificio para la reforma de los Legionarios de Cristo, Velasio De Paolis, arremetió contra un grupo que llamó 'disidentes' dentro de la congregación y los acusó de crear constantes enfrentamientos internos.  

En un largo discurso el cardenal pasó revista a su trabajo, a un año de haber sido nombrado en el puesto, ante todos los miembros de la Legión residentes en Roma durante una reunión privada el pasado sábado 2 de julio en la sede del Centro de Estudios Superiores.  

Una parte importante de su alocución –que trascendió sólo hasta ahora- la dedicó a reclamar la actitud de un 'núcleo minoritario' que provoca un 'influjo negativo' sus integrantes son 'absolutamente críticos' hacia el camino de renovación.  

"Desde el inicio se ha constituido un grupo que ha sido calificado, no sé por quién, de disidentes. Estos, haciendo énfasis sobre la contaminación así dicha estructural de la congregación han manifestado una radical desconfianza hacia la continuación y la renovación", dijo.  

"Y se han puesto en antagonismo a los mismos superiores legítimos, casi considerándose custodios de la ortodoxia del camino a recorrer, utilizando largamente el instrumento de internet, con una red que se extiende a 200 o quizá más personas", agregó.  

El purpurado advirtió que los superiores deben vigilar el uso de internet para 'hacer propaganda' y el papel que algunos religiosos ejercen sobre la comunidad. 'Si es necesario deberán tomar las adecuadas medidas', amenazó.  

Criticó que este grupo se haya impuesto la finalidad de 'informar correctamente' y, casi siempre, en modo crítico: "parecen depositarios de una misión profética donde algunos piensan tener una particular vocación de sustituir a los superiores, de erigirse maestros de vida espiritual y hacerse maestros de sana doctrina", disparó.  

Además lamentó que se piense en la renovación de los Legionarios como la 'conquista de espacios de libertad' y que el 'influjo negativo' sobre los más jóvenes provoque el abandono de estos de la congregación.  

La Legión de Cristo vive un proceso de reforma ordenado por el Papa luego que El Vaticano confirmó que su fundador, el mexicano Marcial Maciel Degollado, cometió en vida toda clase de actos inmorales como el abuso sexual de menores y la procreación de hijos con amantes.  

A inicios de 2010 Benedicto XVI designó a Velasio De Paolis como su delegado personal para guiar la renovación interna, en el entendido que la estructura de la orden estaba 'profundamente contaminada' por las acciones de su iniciador.  

Desde el principio la expectativa fue muy alta sobre la figura del delegado, pero ante su negativa a establecer cambios radicales un grupo importante de miembros abandonaron la congregación, unos 42 sacerdotes y más de 150 seminaristas en los últimos dos años.  

A un año de haber asumido en su puesto (realizó su primera misa el 10 de julio de 2010), De Paolis aseguró –en su discurso- que la Legión ha recorrido un 'tramo significativo' de su reforma, un tercio de los tres años que se estimaron originalmente.  

"Se puede decir que hasta el día de hoy el delegado pontificio nunca ha sustituido la autoridad de los superiores del instituto. Las decisiones han sido tomadas siempre por los mismos superiores, con la reflexión común hecha con el delegado y sus consejeros", aclaró.  

Aseguró que algunos de los 'disidentes' están inquietos por su vocación sacerdotal y hacen recaer sobre los demás sus inquietudes sin un fin positivo; interpretan el presente según un viejo esquema ya consolidado: no saben ver más que lo viejo que continúa en el hoy.  

Reconoció que se puede caer en un estado de conflicto constante pero sostuvo que el conflicto y el litigio por sí mismos no tienen valor. 'Deben ser un momento de superación', alentó.  

De acuerdo con el purpurado ciertos debates 'son tiempo perdido' porque son debates de vida comunitaria, aunque su contenido se transmita por internet, ya que se trata de cosas que tocan la conciencia del individuo y la profundidad del espíritu.  

"Pero no somos tan niños como para pensar que cuando decimos las cosas nos abrimos con el corazón en la mano a los otros. Cuando hablamos, tantas veces hablamos para justificarnos, pero aquello que realmente uno es, lo sabe solamente él y delante al otro nos ponemos en silencio y con respeto".  

Criticó además que se transforme en foro público todos los problemas internos porque eso es banalizar las situaciones, no reflexionar y no confrontarse sino, más bien, dañar la relación fraterna.  

"Se trata de problemas muy serios como para tratarlos así. Tengamos respeto de los demás. La comunidad, o nuestro grupo de interés, no es la posibilidad que tenemos de desfogar nuestras frustraciones o encontrar nuestras justificaciones", consideró.  

"Nuestra comunidad no es la escupidera. Y debemos sentirnos humillados cuando venimos instrumentalizados de esta manera", estableció.