Diego: de la humillación al abandono

La semana pasada, el lunes, la familia de Diego Fernández de Cevallos recibió en su domicilio una nueva prueba de vida de sus secuestradores. Fue la misma fotografía cruda, humillante, que ayer los plagiarios se encargaron de difundir vía internet. El procurador Arturo Chávez supo de esa prueba y los familiares validaron su autenticidad.

El problema es que, aun con las pruebas de que sigue vivo, la familia no ha podido resolver el tema del pago del rescate y los secuestradores, autonombrados como los “misteriosos desaparecedores”, comienzan a mostrar impaciencia y emiten un comunicado como el que ayer circuló en tono sarcástico, acusando “abandono” y “olvido” de autoridades y familia, y sugiriendo una macabra descripción de lo que podría ser el cadáver del ex candidato presidencial. ¿Hasta cuándo y hasta dónde llegarán la abulia de las autoridades en este caso y la paciencia de los secuestradores?

Por cierto, un importante empresario de la construcción, que estuvo secuestrado a inicios de los años noventa, ha comentado las similitudes que ve entre su secuestro, que duró más de nueve meses, y el de Fernández de Cevallos. Al empresario, según cuenta él mismo, lo tuvieron todo el tiempo desnudo y en un pequeñísimo espacio de un clóset. Al político panista, en todas las fotos que los secuestradores han mostrado de él, aparece con el torso desnudo.

El hombre de negocios afirma que en todo el tiempo que estuvo en el infierno del cautiverio sólo una vez sus secuestradores lo sacaron de ese espacio y una voz, que después escucharía profusamente en la radio y en la tele, le preguntó: “Hoy estás de suerte ca..., es día de la Patria y te daremos lo que pidas, así que aprovéchate”. En su desesperación y angustia el empresario sólo atinó a pedir: “U vaso de whisky con hielos”.

Ese empresario jura y perjura que su secuestrador fue un hombre que después apareció con capucha, pipa y pasamontañas dirigiendo un ejército de alzados en las montañas del Sureste mexicano. ¿Le suena conocido?

NOTAS INDISCRETAS… El inédito mensaje del gobernador entrante de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, a la gobernadora saliente, Amalia García, sorprendió por su dureza. Pero la amenaza abierta de investigar las cuentas de la administración saliente y los señalamientos de “abuso de poder, nepotismo, indolencia y corrupción” que le hizo a Amalia, estuvo precedida de groserías y desplantes de la mandataria saliente a su sucesor.

En el primer encuentro que tuvieron tras la elección, ella lo regañó por declarar que revisaría sus cuentas públicas. En el segundo encuentro, Amalia le pidió de su gabinete la procuraduría, la contraloría y la comisión de Vigilancia del Congreso local para perredistas. La relación se tensó tanto, que hasta las 11 de la noche del día anterior la gobernadora no había confirmado su presencia en el evento de cambio de poderes. “Esto es apenas el comienzo”, dicen cercanos al gobernador Miguel Alonso. Escalera doble para festejar a la Patria.