México | PUNTO CIEGO POR GABRIELA AGUILAR Diario de un ajustador ¿La ley antiborrachos? Aumentó y fijó la cuota de ‘‘mordida’’ para poder dejar libres de culpa a los que incurren en la falta Por: EL INFORMADOR 14 de noviembre de 2010 - 02:53 hs Gabriela Aguilar. / Te acuerdas de su existencia cuando los necesitas. Un choque o asalto, haces luego esa llamada que nadie quiere hacer para pedir ayuda y los esperas con la mezcla de efectos: desesperación, esperanza, miedo. Llega con su inseparable tabla con clip llena de hojas y la cámara fotográfica para capturar el momento… ¡y qué momentos! Amargos en su mayoría por el susto e impotencia. Es el ajustador de seguros, aquel que según el perfil de su puesto debe evaluar los siniestros a detalle, precisar la causa de los mismos, determinar si los reclamos están amparados en las pólizas, calcular indemnizaciones, entre otras actividades. En medio de ese submundo que se mueve a toda hora en automóviles con colores chillantes, a veces hasta con torretas de luz, se encuentran historias que poco importan cuando el afectado es uno mismo. Ahí, de la nada y entre las sombras aparece un joven de tan sólo 20 años que trabaja como ajustador externo en una de las muchas aseguradoras del país y que disfruta intensamente su profesión. Su papá hace lo mismo, así que el origen del gusto por el trabajo se dio desde muy pequeño. Cuando no está atendiendo un caso, espera paciente a que salga otro y que lo saque de la sala de cine, de la cama de su cuarto y lo lleve hasta donde sea para poder cumplir con su labor. Duerme cuando puede, nunca ocho horas continuas, su aspecto es más de un muchacho “dark”, callado, reservado, pero muy observador y si hay que defender algo, lo hace, aunque a veces no pueda enfrentarse a uno los más graves problemas del país: la corrupción. Conoce a los agentes de tránsito y sabe quienes tienen la naturaleza de un perro enfurecido. ¿La ley antiborrachos? Aumentó y fijó la cuota de “mordida” para poder dejar libres de culpa a los que incurren en la falta. No se puede hacer mucho cuando la autoridad recibe dinero como soborno para dejar libre al responsable de un choque y querer ayudar a una familia que queda herida por el mismo motivo. Son casos en los que, cuando todo está a favor de las víctimas y las personas ebrias al volante podrían parar directamente a la cárcel, como por arte de magia, quedan libres. Este ajustador a su corta edad está aprendiendo a identificar a través de los percances viales, dos puntos ciegos que no faltan al menos una vez a la semana en su jornada: los accidentes provocados por menores de edad en estado de ebriedad y aquellos en los que se ven involucrados personas al servicio del crimen organizado o la delincuencia. Por eso sabe que nada es seguro y que el riesgo también a él lo rodea. No hace muchos días “de la Calzada para allá”, llegó prácticamente a rescatar a su asegurado del amago de cuatro sujetos que lo tenían rodeado. Y era de esperarse: mercedes con vidrios polarizados, pistola en el interior, hombres vestidos con gorras tapizadas de piedras y el recibimiento desafiante: “¿Tú qué?, yo también soy ajustador mi amigo”. Temas Tertulia Punto ciego Lee También Sociales: Conexiones de Altura, conferencia para jóvenes empresarios Sao Paulo Urbano: Educación financiera junto a FORJA ¿Cómo hacer ahorros voluntarios en Afore Móvil? En los escenarios “Los árboles mueren de pie” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones