Diálogos por la paz 2

A Santiago Petersen Morfín

Van mis últimas propuestas a empresarios y profesionistas en los Diálogos de “Iluminemos México” sobre lo que se puede hacer con poder, sabiduría y humanidad, para vivir con seguridad.

Con poder: 1. Apostar por el diálogo en los problemas colectivos, sin importar partidos ni estatus. 2. No dejar sola a la autoridad cuando enfrente al pulpo camionero, los tiburones inmobiliarios, etc. –el trabajo hace falta, pero bajo modos democráticos-. 3. Votar, anulando el voto si los partidos no ofrecen candidaturas ni programas dignos. 4. Pensar una Asamblea Constituyente Pacífica Nacional.  5. Ciudadanizar organismos de derechos humanos, transparencia, electorales. Sillas mal ocupadas, obstaculizarán a funcionarios valientes. Exigir juicio político y que haya un costo para los diputados que toman decisiones mezquinas. 6. Atreverse a mirar para no excluir: caminar donde la gente hace su mandado, se echa sus tacos. Nadie sobra, y menos los jóvenes. 7. Hay una generación de potenciales creadores; apostemos por empleos que los alejen de la desesperación. 8. Mantener a raya aquel sindicalismo que carcome; denunciar extorsiones; ser leales con los empleados. 9. Exhibir a quienes hacen gala de un poder corruptor: diputados que “acuerdan” en table dances con trata de personas; delegados sin un mínimo código ético; procuradores que se lavan las manos ante la complicidad de los suyos; jefes médicos del Seguro Social que se hacen pagar noches de francachela por los residentes.

10. Ser contrapeso de quienes abusan;  no admitir el cinismo como excusa; salir del restaurante o exigir que no se les admita; ya basta a la desfachatez inmoral de políticos. El poder es cosa buena: sirve para contrarrestar los abusos del poder. 11. No aplaudir dinero mal ganado, pues nos denigramos. Limpiarlo implica reparación del daño. 12. En centrales camioneras, zonas céntricas de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, y barrios violentos, hay omisiones y complicidades. Respondamos con cero-tolerancia al deterioro. Iluminemos los pasos de quienes transiten por esos territorios sombríos. Se pudo en Tijuana.

Con sabiduría: 1. Uno de los espectáculos que produce más belleza es la justicia. Brilla en barrios, banquetas, parques, bibliotecas, museos, camellones, orquestas. Tenemos ciudades horribles porque son escenarios injustos. Reflejan ceguera y voracidad. Apostemos, como los mejores alcaldes colombianos, por poner lo mejor donde más falta hace. 2. Reconozcamos el mérito de las propuestas, más allá de quién las genere. Urge magnanimidad, no canibalismo. 3. Tolerar a los que no son o no piensan como nosotros. Si no exiliamos talentos por discriminar lo diverso, florecen poderosas expresiones culturales.

Con humanidad: 1. Constituirnos en seres pacíficos, con fortaleza, humildad, gusto. 2. Cambiar carro por bicicleta; barrio catrín por terraza en Santa Tere; despojarnos de ostentaciones; incursionar en lecturas, películas, territorios o grupos que abran perspectivas, lejos de paralizarnos. 3. Somos una generación puente; dejemos a los que siguen algo mejor que un territorio humeante: motivos para la alegría y la belleza; para vivir dignos de la felicidad en este país prodigioso.