PARÍS, FRANCIA (17/FEB/2011).- La crisis diplomática entre México y Francia tuvo un nuevo capítulo ayer en el Senado francés, cuando el embajador mexicano en el país europeo, Carlos de Icaza, abandonó la sesión solemne dedicada a Latinoamérica, porque la canciller Michèle Alliot-Marie habló del caso Florence Cassez.El diplomático explicó la decisión: “Nos hemos retirado porque sentimos que al evocarse nuevamente un expediente del orden jurídico que no tiene nada que ver en la sesión de homenaje del Senado a América Latina, se está pretendiendo juntar dos cosas que tienen que separarse”.Agregó que México y Francia son amigos, y que entre ambos puede haber distintos puntos de vista, “sin embargo, estas diferencias, especialmente cuando se trata de una cuestión jurídica, separada del conjunto de la relación bilateral, tiene su momento y su ocasión para tratarse”.En la sesión, Alliot-Marie dijo que al hablar de las relaciones de su país con América Latina no se puede pasar por alto la situación de Florence Cassez. “Tenemos respeto por el pueblo mexicano.Respetamos la independencia de México. Nuestra movilización en favor de Cassez se funda en la justicia y el respeto al Estado de derecho”.Cassez enfrenta una condena de 60 años de prisión en México por el delito de secuestro, y Francia insiste en que su ciudadana, de 36 años, cumpla la pena en su país.El caso también derivó en la cancelación del programa del Año de México en Francia, una serie de casi 300 eventos culturales organizado por ambos países, porque el presidente Nicolas Sarkozy quiere que en cada foro se hable de Florence.