México | POR MARIA PALOMAR De lecturas varias Arturo Pérez Reverte es un autor a quien hay que reconocer su honestidad, además de otras virtudes Por: EL INFORMADOR 17 de octubre de 2010 - 03:27 hs María Palomar. / Tener en las manos un mamotreto de más de 700 páginas es para el lector un gusto anticipado ante la promesa de muchas horas de diversión, sobre todo si es obra de un autor conocido de quien ya se han leído buenos libros. De todos modos, enfrentarse a tamaña empresa no deja de ser un albur que a veces se convierte en larga pesadilla, sobre todo para quien se aferra a terminar los libros aunque no le gusten (existen tales excéntricos). Arturo Pérez Reverte es un autor a quien hay que reconocer su honestidad, además de otras virtudes. Cuando publica algo, puede ser a veces excelente, a veces regular, pero lo que es indudable es que está escrito con esmero y gran respeto a la inteligencia tanto propia como del lector. Podrá no ser Dumas o Hugo o Pérez Galdós, pero es un estupendo artesano que hace su trabajo a conciencia (lo cual no es poco decir) y que ha logrado obras memorables: El maestro de esgrima, La tabla de Flandes, La piel del tambor, La reina del sur, El club Dumas, La carta esférica, la divertidísima (y excepcionalmente cortita) Sombra del águila... Hay a quienes su visión del Capitán Alatriste y su época no acaba de convencer, y quienes se saltan páginas repletas de hechos de armas o impenetrable jerga marítima, pero en términos generales la carrera literaria de este antiguo corresponsal de guerra es de lo más sólido y a la vez popular en el panorama de lengua española, pese a sus detractores, a los cuales además les da muchísimo coraje que sea miembro de la Real Academia (es de suponer que, como Liberace cuando se le preguntó si no lamentaba no ser un pianista “serio”, contestó que claro que sí: “I cry all the way to the bank”). Será cuestión de ver si Pérez Reverte cumple con las expectativas de sus lectores en el librote que acaba de publicar este año, El asedio. De entrada, la mesa está bien puesta: la novela ocurre durante el sitio del ejército de Napoleón al puerto de Cádiz, entre principios de 1810 y mediados de 1812. El escenario es la ciudad vibrante, rica e intrincada que durante siglos dominó el comercio trasatlántico y donde están reunidas las Cortes que redactarían la primera Constitución liberal del orbe hispánico. Los personajes son complejos y pintorescos: el artillero francés que estudia la composición, trayectoria y alcances de los obuses y bombas que dirige contra la ciudad desde el otro lado de la bahía, el comisario de policía que anda tras las huellas de un asesino, la armadora al frente de un próspero negocio mercante, el taxidermista-espía, el desencantado capitán corsario... Los ingredientes son de calidad y el escenario es una ciudad que se antoja conocer, donde se despliega una historia que tiene mucho de novela negra y que Pérez Reverte pinta con gusto y enjundia. A ver qué tal. Temas Tertulia De lecturas varias Lee También Lecturas para niños para el Día de Reyes 5 Lecturas para lograr un estado de serenidad en este Día Internacional de la Paz Libros para empezar a leer Qué leer: Nuevas propuestas editoriales Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones