De frente y de perfil

El pasado viernes fue un día clave para el priismo nacional, pues requería mostrar a propios y extraños la fuerza del partido y los elementos con los que cuenta para recuperar la Presidencia de la República, y lo consiguió.

Los priistas enseñaron el músculo, la cohesión, la presencia de liderazgos y la vigencia de un partido con 82 años de existencia.

Es cierto que existieron fallas garrafales, pero aplicables a logística y que el discurso de su nuevo líder no fue de gran pureza, ni siquiera bien estructurado, pero sirvió para arremeter en contra de los adversarios, cuyas estrategias están bien identificadas.

Ni siquiera los hechos violentos ocurridos ese mismo día en Saltillo, la capital del Estado que el nuevo dirigente priista gobernó hasta enero del presente año, lograron enturbiar el ascenso de la refulgente nueva estrella tricolor.

Porque el evento celebrado en Querétaro dejó en claro hasta dónde van los priistas en la reconquista del poder y las alianzas claras que tendrán en ese objetivo.

Y es que si el discurso de Moreira Valdés atañó a las alianzas construidas desde Los Pinos entre derecha e izquierda para poner escollos al libre tránsito en la carretera por la que parecía circular sin complicaciones el partido tricolor, los priistas no se sonrojan siquiera por el rejuego de sus partidos y membretes satélites.

Todo es válido en la óptica del PRI para recuperar el poder. Lo que en el rico es alegría, en el pobre es borrachera, parecen decir los priistas que censuran las alianzas contranatura de la izquierda y derecha, mientras ellos festinan y muestran las suyas, sin el mínimo rubor.
Jorge Kawhage Macari y Jorge Emilio González fueron parte de las rutilantes estrellas que acompañaron el triunfalista evento priista.

Los dos personajes son dirigentes de partidos que acompañan casi siempre a los candidatos del tricolor en su búsqueda por los gobiernos estatales, aunque en el caso de Nueva Alianza acompañaron a dos de los personajes que derrotaron a la alianza PRI-Verde en Puebla y Oaxaca.

En Puebla por tratarse de Rafael Moreno Valle, uno de los ahijados consentidos de la verdadera dueña del partido (Elba Esther Gordillo) y en el otro estableció una alianza de facto que evitara la victoria de uno de sus acérrimos enemigos, Ulises Ruiz Ortiz.

La presencia del otrora “Niño Verde” ya es parte de la decoración priista, pues su partido se encuentra al servicio de las necesidades inmediatas de la dirigencia priista.

El  participar en una ceremonia netamente partidista, siendo dirigentes de otros partidos que tienen, supuestamente, ideología propia, forma parte del cinismo con que actúan las organizaciones políticas y sus dirigentes.

Y es que para nadie es un secreto que los priistas ya pactaron con la dueña de Nueva Alianza para conseguir su respaldo en la competencia presidencial de 2012, dependiendo solamente del nombre del candidato, para sellar el pacto.

En el caso de los verdes, éstos se ciñen a las necesidades del momento y pueden amagar con presentar su propio candidato, como lo hicieron hace seis años, para despertar simpatías, aunque al final terminen como rémoras de los priistas.

Lo que los priistas parecen olvidar o prefieren hacerlo es que hace seis años, fue la misma Gordillo y sus maestros del PANAL los que torpedearon su cacareado regreso a Los Pinos, y que no conforme con ello instó a los gobernadores del partido tricolor a mover sus fichas en favor del hoy Presidente de la República.

Como entonces celebran sus alianzas con estos personajes y consideran contranatura las de los otros, cuyos dirigentes las muestran públicamente.

Lo destacable de esto es que el evento del viernes no fue empañado ni siquiera porque los dos grupos logísticos, el de la presidenta saliente y el del presidente entrante se confrontaron en los intentos por coordinar el acto público y que cientos de militantes que hicieron el viaje se regresaron frustrados por no poder acceder al recinto, luego de caminar un par de kilómetros en subida, obligados por la estrechez de mente  de quienes eligieron el sitio como el adecuado para la celebración del triunfalista evento.

Pero con todo y la molestia de algunos que no pudieron ingresar como fue el caso del ex gobernador de Campeche, Jorge Carlos Hurtado, Heriberto Galindo y algunos diputados federales que fueron llevados de puerta en puerta, hasta encontrar la adecuada por la que pudieran ingresar, el evento fue todo un éxito.

Se logró el propósito de mostrar una maquinaria bien aceitada, con la mira puesta en 2012, sumamente cohesionada y a la que solamente pueden descarrilar los propios dirigente como sucedió hace seis años.
 
Las cartas de Granier

Cuál habrá sido el propósito del gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, de acompañarse de su secretario estatal de Salud, Luis Felipe Graham, en el evento partidista del pasado viernes.

Graham es uno de los más sólidos aspirantes del partido tricolor a la candidatura al Gobierno del Estado y encabeza algunas de las decenas de encuestas que circulan alegremente por la Entidad.

Se sabe que en su estancia en Querétaro, el gobernador Granier Melo, presentó a su secretario de  Salud con el nuevo dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, como parte de las señales con que los gobernantes muestran sus cartas sucesorias.

El secretario de Salud de Tabasco está considerado como uno de los que mejores resultados tiene en los 31 estados y el Distrito Federal, por lo que logra reconocimientos dentro y fuera de esa entidad.

Hasta donde se sabe forma parte junto con Humberto Mayans Canabal, secretario de Gobierno; el senador Francisco Herrera León y la diputada federal Georgina Trujillo Zentella, del cuarteto mejor posicionado en el conocimiento de los ciudadanos.
 
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