De frente y de perfil

Si en los partidos opositores la disputa por la candidatura presidencial se encuentra en plena ebullición, dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) la situación es todavía mayor, debido a los distintos frentes abiertos.

Por un lado la sucesión en la dirigencia del partido y luego las candidaturas a la Presidencia de la República y a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Las tres contiendas internas mantienen los ánimos enconados entre los distintos grupos que buscan capturar dichas preseas.

La cercanía de la elección del nuevo dirigente nacional y el extravío de un candidato que pudiese reunir el consenso de los diferentes grupos en pugna, hacen las cosas más difíciles.

Primero se creyó que en la figura del ex gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, se había encontrado al personaje adecuado que evitaría enfrentamientos y eventuales rupturas.

Sin embargo, no sucede así, ya que el propio Lázaro se desmarcó de esa posibilidad  y los grupos tendrán que encontrar un militante perredista capaz de reunir el consenso de los diversos grupos.

Hay muchos anotados para ocupar el sitio que detenta en la actualidad Jesús Ortega, aunque la mayoría de ellos responden a los intereses de los grupos en lo que militan y por ende son objetados por los grupos adversarios.

En este enredo que parece avecinarse, dos personajes de gran presencia interna en el partido iniciaron su re posicionamiento y de forma abierta muestra parte del músculo con que cuentan.

La pareja que conforman Dolores Padierna y René Bejarano se asoma y muestra su capacidad de movilización y el interés que existe en ellos porque su organización y ellos mismos ocupen esas vacantes.

Dolores ya manifestó su interés en contender por la presidencia del partido y René se asoma públicamente  para medir sus posibilidades de internar su reaparición política, mediante la disputa de un cargo de elección.

Padierna ya fue diputada local, federal y jefa delegacional en Cuauhtémoc, por lo que confía en que ese currículo le sea suficiente para contender por la presidencia del partido y dirigir al organismo durante la campaña presidencial del año próximo.

Las aspiraciones de Dolores se detuvieron, ya que el asunto en que estuvo involucrado su esposo René le perjudicó en sus aspiraciones políticas, cuando menos en 2006 que pretendió competir por el Senado de la República en el Distrito Federal.

Y es que si algo tienen el dúo conformado por René y Dolores es una gran capacidad de organización y de movilización de sus grupos.

Ellos habrán de entrar en la nueva puja por la dirigencia nacional del partido.
La elección del dirigente nacional del partido será en la segunda quincena del mes de marzo y se dará en razón de que Jesús Ortega Martínez, el actual presidente del PRD decidió acortar su periodo.

Son  muchos los que están inconformes por el sesgo del partido durante el mandato de Jesús Ortega y sus alianzas con Acción Nacional para la postulación de candidatos a gobiernos estatales.

Con todo y ello, el aguascalentense deja un paquete difícil para su sucesor, toda vez que durante su gestión se lograron triunfos resonantes con la alianza con la derecha y otros sin ella, aunque no necesariamente con candidatos surgidos del Partido de la Revolución Democrática.

Oaxaca, Puebla y Sinaloa se ganaron con candidatos propuestos por la coalición de derecha e izquierda, aunque ninguno de ellos con militancia en el PRD.

En Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo es militante de Convergencia y es el perfil más cercano a la izquierda. En puebla, Rafael moreno Valle es un ex priista con militancia actual en el PAN, mientras que en Sinaloa, Mario López Valdez, se mantuvo como ciudadano, sin militancia partidista, luego de que renunció al PRD, al no ser nominado como su candidato al Gobierno estatal.

Guerrero dejó un sentimiento encontrado a los militantes y dirigentes perredistas, luego de que el candidato nominado (Ángel Heladio Aguirre Rivero) fue un ex priista recién renunciado a ese partido, que convenció a los dirigentes de ser nominado con el respaldo de la izquierda y finalmente por Acción Nacional.

Por eso, son muchos los que apuran la salida de Ortega y la búsqueda de un dirigente que permita la reconciliación de grupos.
 
Los 50 de Josefina

Josefina Vázquez Mota celebró su arribo al medio centenar de años con un festejo de acuerdo a sus aspiraciones.

La coordinadora de los diputados del PAN convocó a amigos y seguidores en un festejo celebrado en uno de los principales hoteles de la Ciudad de México, al que acudieron entre otros los secretarios del Trabajo, Javier lozano Alarcón; Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo; Educación Pública, Alonso Lujambio; Energía, José Antonio Meade y Gobernación, Francisco Blake Mora.

Pero la convocatoria de José es grande, por lo que también asistieron Beatriz Paredes Rangel, presidenta nacional del PRI y diputada federal, y Amalia García Medina, ex dirigente del PRD y ex gobernadora de zacatecas, además de varios empresarios de los más acaudalados y dirigentes de las diversas iglesias.

Josefina está concentrada en hacer los amarres suficientes que le permitan competir por la candidatura presidencial de su partido.