De frente y de perfil

Atole con el dedo se puede llamar la representación escénica que realizan los representantes de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática sobre la supuesta alianza que establecerán en el Estado de México.

Como en el pasado ya remoto, cuando Jesús Reyes Heroles hablaba de que primero era el programa y después el nombre del candidato y fue rebasado por la decisión presidencial de sacar al candidato, sin esperar la plataforma, así los dirigentes del partido de la izquierda y del de la derecha juegan al descontrol de los ciudadanos.

En la Entidad mexiquense el descontrol es tal que diariamente saltan apuntados para encabezar la supuesta coalición, con la certidumbre de que no serían ellos los abanderados de la misma.
La lista de nombres es amplia, pero la mayor parte son cartuchos quemados del pasado arcaico que no garantizan la posibilidad de triunfo y muchos menos amalgaman a los dos partidos.

Solamente fue que Alejandro Encinas Rodríguez alzara la mano para anotarse como prospecto de la izquierda, para que el PAN mostrara que varios de sus candidatos del pasado desean reposicionarse y encabezar al partido blanquiazul y hasta, de ser posible, a la pretendida alianza.

Primero fue Luis Felipe Bravo Mena, el que se anotó como prospecto, para que después José Luis Durán Reveles hiciera lo propio.

Los dos, Bravo y Durán, ya fueron candidatos (93 y 99), respectivamente, por lo que solamente falta de anotarse Rubén Mendoza Ayala, para cerrar el círculo, aunque el autollamado “feo” ya no milita en las filas de Acción Nacional.

Bravo Mena se enfrentó en las urnas a un Emilio Chuayffet Chemor en plenitud, el que sin problemas de ninguna clase lo venció en las urnas, en los tiempos de dominancia del PRI.

Durán Reveles puso en jaque al priismo, aunque Arturo Montiel lo venció con una ventaja superior a los cien mil votos y después se cayó lastimeramente con una garrafal Administración en su segundo trienio como alcalde de Naucalpan, lo que dio pie a que el priismo reconquistara lo que se había convertido en un bastión panista.

La historia de Mendoza Ayala es de todos conocida y de una ventaja de 20 puntos en las encuesta cuando inició su campaña electoral, fue abatido en las urnas por ese fenómeno electoral en que se convirtió Enrique Peña Nieto.

Por parte del PRD, Héctor Bautista mantiene latentes sus aspiraciones de ser nominado a la candidatura y, en caso contrario, buscaría dónde depositar sus activos.

De estos cuatro prospectos que presentan los partidos que pretende integrar la alianza opositora al PRI, ninguno reúne los condicionamientos para que sea aceptado por el partido contrario.

Tampoco el senador Ulises Ramírez, ex alcalde Tlalnepantla les llena el ojo, ni muchos menos otros nombres de menor perfil.

Sin embargo, la gran apuesta de los opositores del PRI y hacia allá apunta su consulta ciudadana es que se apruebe la alianza y puedan cachar a un resentido priista que se ponga al frente de dicha coalición.

Lo han intentado con algunos personajes que creyeron que dirían sí a las primeras de cambio, pero unos no reunían los requisitos y otros desistieron de participar en esta mascarada.

Alejandro Martí, Juan Ramón de la Fuente, Alejandro Gertz Manero y ahora el priista Erubiel Ávila, han sido de los mencionados para ponerse al frente de la supuesta alianza opositora que en algunos estados ya dio muestra de que es factible conquistar el poder.

Sin embargo, para los casos de Oaxaca, Sinaloa y Puebla, los candidatos propuestos fueron personajes que habían ganado sus correspondientes escaños para el Senado de la República, todos ellos por la vía mayoritaria del voto ciudadano.

Gabino Cué, Mario López Valdez (Malova) y Rafael Moreno Valle eran buenas apuestas, con amplias posibilidades de triunfo, debido a sus respectivos trabajos en los estados que pretendían gobernar.
Cué fue alcalde Oaxaca, subsecretario de Gobernación, secretario particular de Diódoro Carrasco y candidato al Gobierno de Oaxaca en una primera instancia que perdió por pocos votos.

Malova, como es conocido el gobernador de Sinaloa, ya había sido alcalde de Ahome; secretario en el gabinete estatal y senador.

Se había quedado en la raya seis años antes sobre una eventual candidatura priista.

Moreno Valle procede de una familia política de abolengo en Puebla, donde su abuelo había sido gobernador por el PRI y secretario federal de Salud, mientras que él mismo se había quedado en la raya de la candidatura priista al Gobierno estatal, luego de despachar como secretario de Finanzas y ganar la elección de senador de mayoría ya con los colores del PAN.

De los nombres que actualmente se mencionan en el Estado de México por parte del PAN y PRD, ninguno guarda semejanza con lo sucedido en las entidades mencionadas, pero peor todavía, la pretendida alianza será llevada a consulta pública, donde se considera podrá ser manipularla.

Insiste Xóchitl

Según Xóchitl Gálvez Ruiz, la última palabra en relación a los comicios de julio pasado en Hidalgo está por ventilarse y todo apunta a que será desconocido el triunfo de Francisco Olvera Ruiz.