Davos, reductores y amplificadores

La economía mundial con sus efectos ha perdido impacto en la doméstica. Los países en proceso de desarrollo tienen posibilidades de crecer, como lo han logrado Brasil, Rusia, India y China (BRIC), con sujeción a su comportamiento interno, caso de México y otros de América Latina.

En esas condiciones hay un largo camino por recorrer y los elementos naturales, caso del petróleo, está sujeto a las fluctuaciones inflacionarias de los países desarrollados: si los Estados Unidos aumenta su consumo y sube sus precios, esto se reflejará hacia el sur del Continente Americano.

Europa libra su lucha por mantener estabilidad entre los integrantes de la Unión Económica Europea, como lo enfatizó el presidente de Francia, sin omitir la crisis en Grecia con un proceso de solución aún pendiente y amenazas en España y Portugal que enfrentan alto índice desempleo.

China proyecta solidez con la censura sobre derechos humanos que abrió una brecha entre la prosperidad y la pobreza; mientras resiste la revaluación de su moneda, el yuan, que les permite fuerte competitividad.

En tanto, nuestra sujeción al dólar resiste las fluctuaciones de éste, sin dejar de afectar el deterioro social que durante enero provocó alza de precios en productos de consumo y dio paso a incontenible violencia auspiciada por el tráfico de armas y drogas; tema de la visita y entrevistas de la señora Clinton con la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa y el Presidente Calderón.

El Foro Económico Mundial de Davos, en la lejana población de Suiza, es la vertiente propuesta por líderes políticos y privados para entendimiento y postulación de procedimientos a favor de la economía.

Aún permanecen, en el plano de buenas intenciones donde afloran inequidades entre poseedores de bienes naturales y tecnologías de nuevo ingreso, sustitutos de expectativas de amenazas y oportunidades al estado actual en el mundo.

En este escenario, en la pasada reunión de Davos cobró atención el cambio climático por voz del Presidente Calderón, como la cercana amenaza que puede provocar a mediano plazo la definición de prioridades diferentes a las actuales, puramente económicas.

Ya estamos viendo efectos naturales en diversas partes, donde indiscriminadamente se afectan poblaciones produciendo radicales cambios de vida.

En el invierno actual ha bajado la temperatura igual que en el verano subió más de lo acostumbrado y previsto, y es apenas un síntoma.

Naturaleza, experiencia y tecnología, aplicadas al estudio, preservación y desarrollo de los todos recursos actuales y artificiales, han quedado expuestos en Davos dejando tarea a los estudiosos del mundo en un propósito auténtico y común para la conservación del hombre del Siglo XXI.

Dios nos guarde de la discordia.