Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | A nivel mundial sólo Holanda y Bélgica aceptan la eutanasia

Cuidados paliativos, opción para muerte digna

Personal de la Clínica 24 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), da testimonio de este tipo de casos

Por: NTX

CIUDAD DE MÉXICO.- En las unidades de terapia intensiva de los hospitales públicos y privados del país hay casos de personas, como el de la italiana Eluana Englaro, conectadas a aparatos que las mantienen con vida o al suministro permanente de sueros que las hidratan y las nutren por periodos que van de unos cuantos días hasta varios años.

Personal de la Clínica 24 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), da testimonio de este tipo de casos. De entre los pacientes que han tenido recuerdan de manera especial a un hombre que tenía diabetes e insuficiencia renal crónica y que permaneció conectado a un ventilador que le dio aire y vida artificial durante siete años.

Las hijas del paciente, cuentan las enfermeras que vivieron de cerca este caso, siempre se rehusaron a dejarlo sin asistencia médica, aunque ya no había nada qué hacer por él.
Las hijas estuvieran al tanto de la salud de su padre, pero tuvieron problemas familiares y laborales por el tiempo que dedicaban a su papá.

Estas historias se han vuelto comunes, pero las autoridades del Sector Salud no cuentan con un registro que permitan ubicar si alguien ha permanecido en esas condiciones cerca o más de los 17 años que vivió la italiana en coma.

Pero no son las únicas, recuerda Nora Godínez Cubillo, especialista de la Clínica del Dolor del Hospital General de México. Junto a este tipo de historias se encuentran otras igual de dolorosas: las de los pacientes que viven una enfermedad terminal y que ya no quieren maniobras extraordinarias para prolongarles la vida y lo único que desean es irse tranquilos a su casa a “bien morir”.

Se trata de las vidas de alrededor de 40 mil personas que, según la Secretaría de Salud (Ssa), al año son diagnosticadas con enfermedad en fase terminal, que son males incurables, con un pronóstico de vida de menos de seis meses.

Lo grave, comenta Godínez, es cuando entran a la última fase, en donde ya no pueden hablar y son los familiares quienes piden que se “haga todo lo posible” por salvarles la vida, o cuando los mismos médicos, por querer ganar la carrera a la muerte, caen en un “encarnecimiento terapéutico”.

“Aunque eso implique meterle un ventilador, ponerle una sonda para alimentarla, un tubo en la tráquea y todo con el afán de prolongarle la vida, pero más bien, es prolongarle la agonía”.
Precisamente para evitar que por esta situación, se llegue a la eutanasia (muerte asistida), en los dos últimos años entraron en vigor dos reformas, una local, en el Distrito Federal, y otra a nivel federal.

Esta última, por su alcance nacional, permite, desde el 6 de enero pasado, que los enfermos terminales —o en su caso sus familiares— opten por tratamientos que prolonguen su vida, aunque estén desahuciados, o por recibir, en el hospital o en casa, un tratamiento paliativo que sólo mitigue el dolor.

Sin que esto implique que se permita la eutanasia, pues si bien los médicos pueden dejar de suministrar tratamientos curativos, no pueden privar a los pacientes de los elementos que los mantienen con vida, aunque sea de manera artificial, ya que eso sería una muerte provocada voluntariamente.

A partir de la entrada en vigor de esta última reforma, médicos del Sector Salud federal coinciden en que, cada vez más, los enfermos en fase terminal están optando por abandonar los hospitales para morir en compañía de sus familiares.

Hasta el momento las autoridades del Sector Salud federal no cuentan con un registro de cuántos pacientes han optado por recibir sólo tratamientos paliativos y contra el dolor para recibir la muerte en sus hogares.

La única referencia que existe para este tipo de casos es la que ha dado a conocer la Secretaría de Salud del Distrito Federal, que reportó que en el último año 91 personas decidieron que se les aplicara la llamada Ley de Voluntad Anticipada, similar a la ley federal que apenas entró en vigor.
Para Ernesto Saro Boardman, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, la Ley General de Salud en Materia de Cuidados Paliativos es un atajo a la eutanasia, pero aclara que por ningún motivo se puede suspender la oxigenación, la hidratación y la nutrición a un paciente. Así, asegura, en México definitivamente no se hubiera podido hacer lo que ocurrió con la italiana Eulana Englaro.

Lo que sí se puede hacer, afirma, es suspender un tratamiento curativo que no le va a prolongar la vida, sino la agonía, pero sólo a petición del paciente.

Foto de archivo de residentes de la casa de enfermos terminales Árbol de la Vida, en el Distrito Federal.

FICHA TÉCNICA
Glosario


Los términos más usados cuando una persona está en fase terminal:

-Eutanasia: Muerte dulce o sin sufrimiento físico, que en la práctica se entiende como muerte provocada voluntariamente.

- A nivel mundial sólo Holanda y Bélgica aceptan la eutanasia.

- En México, esta práctica está sancionada en el artículo 312 del Código Penal Federal, que la define como prestar auxilio o inducir a otro para que se suicide. La pena es de cinco años de cárcel.

- Ortotanasia: Favorece la muerte sin sufrimiento innecesario aplicando tratamientos que mitiguen el dolor.

- Cuidados paliativos: Es el cuidado de las personas que ya no responden al tratamiento curativo. El control del dolor, y otros síntomas, así como atención psicológica, social y espiritual.

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