Cordero ya se mueve

Mientras luce desinflada la posibilidad de concretar una alianza PAN-PRD para el Estado de México y con ello quedaría prácticamente aniquilada una coalición opositora al PRI para 2012, los “caballos grises” —el apodo se extrae de WikiLeaks— de Acción Nacional rumbo a la sucesión presidencial comienzan a dar señales de vida.

Durante los primeros cuatro años del sexenio de Calderón, los integrantes del gabinete con aspiraciones fueron sometidos y obligados a ni siquiera sacar la cabeza o coquetear con la idea de una candidatura.

Esto dejó ruta libre a Santiago Creel Miranda y más recientemente a Josefina Vázquez Mota, quienes desde el Congreso cuentan con mucho mayor margen de maniobra para hacer campaña en favor de sus intereses políticos, sobre todo por la manera en que está diseñada la contienda interna panista:

El candidato del PAN a la Presidencia se determina como resultado de una votación nacional de militantes activos y adherentes —más o menos un millón 700 mil personas— que sufragan desde sus estados y suelen hacerlo en favor del precandidato que los haya visitado, apapachado, escuchado en sus comités locales (el propio Creel era el panista mejor posicionado en las encuestas rumbo a 2006 y perdió la elección interna porque Calderón, que estaba fuera del Gobierno, se dedicó a hacer estos recorridos).

Con los brazos de Humberto Aguilar y Felipe González, Santiago Creel lleva todo el gobierno actual convenciendo militantes, marcadamente en el Estado de México y Yucatán, los dos estados en los que Calderón le arrebató la candidatura en 2005.

Hace unos meses Josefina Vázquez Mota, cuando dejó la SEP para volverse coordinadora de diputados, empezó a hacer su propio trabajo de campo. Más recientemente el grupo conservador de El Yunque acordó que su carta será el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, quien por medio de la figura de Alejandro “Pipo” Vázquez Cuevas se concentra en el nutrido Veracruz además de los obvios estados del Bajío.

La novedad es que a nivel de cancha por primera vez se empieza a sentir la operación política de un miembro del gabinete: Ernesto Cordero, secretario de Hacienda. Le están ayudando en esta tarea el ex vocero de Calderón, Max Cortázar; el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas; el ex creelista, ex candidato al Gobierno de San Luis Potosí y senador, Alejandro Zapata Perogordo, y Cuauhtémoc Cardona, bajacaliforniano cercano al secretario de Gobernación, Francisco Blake. En esto, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, va atrasado.

No vaya a ser que por estar demasiado concentrados en ganar la candidatura se olviden de que está en su interés ganar también la Presidencia.

Saciamorbos

El recientemente convertido en decano de los tres dirigentes la lleva muy mal con la máxima figura de su partido: no fue su “gallo” en la elección de diciembre y siente que lo considera un interlocutor por debajo de su nivel.