Cordero exige a Mancera garantizar acceso al Senado

CIUDAD DE MÉXICO (22/AGO/2013).- El presidente del Senado, Ernesto Cordero, del Partido Acción Nacional (PAN), criticó al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, por no desplegar un dispositivo de seguridad en los alrededores de la Cámara alta que les permita trabajar en este segundo día del periodo extraordinario de sesiones.

En entrevista, el legislador afirmó que la solución es que el Jefe de Gobierno asuma su responsabilidad y les garantice acceso al Senado.

Cordero informó que ya pidió apoyo formalmente a Mancera y aunque se desplegaron fuerzas policiacas desde días pasados, consideró que no hicieron bien su trabajo.

"Y ahora estamos exigiendo que nos garantice acceso al Senado de la República", declaró.

A pregunta expresa, consideró que Mancera ha sido displicente en esta situación.

"Permite que se violente el estado de derecho, que un grupo, una minoría afecte los derechos de las mayorías, y es momento de que asuma su responsabilidad. Si se es autoridad, que quiere gobernar, se tiene que asumir responsabilidades", aseguró.

El Senado se mantiene totalmente cerrado por elementos de seguridad local, debido a la presencia desde temprana hora de maestros que protestan contra la reforma educativa.

Al respecto, Cordero aseguró que el magisterio no está doblando al Congreso sino Miguel Ángel Mancera.

Afirmó que en estas situaciones el Congreso puede encontrar sedes alternas, y como sea va a sesionar por el bien de los mexicanos.

Legisladores sesionan “blindados” temas polémicos

Las sedes de la Cámara de Diputados y del Senado de la República ya han sido “blindadas” en otras ocasiones por fuerzas de seguridad ante manifestaciones y plantones que protestan por alguna reforma, sobre todo por las llamadas “estructurales”.

La antigua sede del Senado, la “vieja casona de Xicoténcatl”, vivió un bloqueo en 2008, por la discusión de la reforma energética.

Al interior y al exterior, la Cámara alta fue bloqueada, ya que legisladores de Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, tomaron la tribuna del Senado, como estrategia legislativa para impedir la votación de dicha reforma.

Afuera hubo manifestaciones encabezadas por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, además de la presencia de “adelitas”, sus seguidoras, en defensa del petróleo.

Sin condiciones para sesionar, los líderes parlamentarios acordaron hacerlo en la Torre del Caballito, ubicada en avenida Reforma, donde entonces los senadores tenían sus oficinas.

Se montó un operativo especial para que sólo legisladores, periodistas y personal autorizado pudieran ingresar. Los mismos legisladores de izquierda intentaron introducirse para detener otra vez los cambios a las leyes energéticas. No tuvieron éxito y el 23 de octubre de 2008 fueron avalados los siete dictámenes que dieron validez a esa ley.

Retenes en San Lázaro

A finales de septiembre del 2012, en la discusión y aprobación de la reforma laboral se instalaron retenes en los alrededores de San Lázaro para contener la llegada de manifestantes que repudiaban dichos cambios a la ley.

Diputados, trabajadores y reporteros ingresaban al recinto legislativo gracias a los cortes a la circulación que se realizaron de forma estratégica.

Legisladores como Gerardo Fernández Noroña realizaron bloqueos en los accesos a la Cámara de Diputados; ante la imposibilidad de ingresar a San Lázaro, la entonces diputada del Partido Verde Ecologista (PVEM), Rosa Pérez, se vistió de policía para poder entrar en un camión del agrupamiento de Granaderos.

“Blindan” tomas de protesta

En el 2006, previo a la toma de protesta del presidente Felipe Calderón, también fueron resguardadas férreamente las calles aledañas, con tanquetas del Ejército en los alrededores para evitar cualquier problema.

Apenas en diciembre del 2012, el perímetro de San Lázaro fue resguardado para la toma de protesta del presidente Enrique Peña Nieto, aunque después se pidió que se redujera el cerco de seguridad.

En los alrededores se apreciaron vehículos militares, y los vecinos se quejaron del “blindaje”, que llegaba más allá de la avenida Fray Servando Teresa de Mier; el operativo de seguridad en torno la Cámara de Diputados incluyó 16 puntos de control a cargo del Estado Mayor Presidencial (EMP).

Al registrarse manifestaciones de inconformidad por los retenes de seguridad, el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam (PRI) solicitó se redujera el operativo de seguridad. El día de la toma de protesta se registraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden.