Contra la violencia, acuerdos y espacio público

En tiempos difíciles y violentos como los actuales, tenemos que identificar los aciertos y fortalezas que alimentan la esperanza y construyen los idearios. Ante malas noticias y temores, identificar las oportunidades es un acto responsable. En ciudades que como Guadalajara aun no cuentan con un proyecto de ciudad  a largo plazo, reconocido por autoridades, especialistas y ciudadanía, las grandes obras suelen generar inconformidad y sospechas, más aun cuando atentan contra principios básicos de sustentabilidad (violentan el medio ambiente, fracturan el tejido social y sus esquemas financieros no consideran el bien público).

Tal fue el caso de la Vía Express, proyecto de autopista elevada promovida por el gobierno estatal, que recibió el rechazo de grupos de la sociedad a través de un proceso deliberativo e incluyente, sumando actores y compartiendo razones que evidenciaban tratarse de un proyecto inadecuado para nuestra ciudad. La noticia repercutió no solo en el ámbito local, a nivel nacional e internacional también despertó interés.

Estos proyectos multimillonarios que son vendidos bajo el embrujo de la modernidad disfrazada, a través del dinero terminan usurpando ciudades. Guadalajara es hoy un caso de excepción en la gestión ciudadana, ya que logró poner sobre la mesa la visión a largo plazo y sustentable de la ciudad, por encima de las propuestas cortoplacistas y añejas. Este nuevo escenario de participación ciudadana se ha ido cultivando de a poco, con décadas de trabajo previo, han sido los últimos años los catalizadores de un movimiento transgeneracional.

Ya sea en la búsqueda de mejor transporte colectivo, reclamo de espacios públicos, cuidado de bosques, soluciones integrales para el abastecimiento de agua, rendición de cuentas, votar o anular el voto, o andar en bicicleta el domingo, en los paseos nocturnos o como sistema de transporte diario, los tapatíos metropolitanos (es decir de muchos municipios), remontan la pasividad ante los equívocos no solo señalando, sino proponiendo y actuando.

Esta condición de ciudadanos y organizaciones comprometidas, se evidencia también en los discursos de los presidentes entrantes de las organizaciones empresariales: Oscar Benavides en Coparmex y Miguel Zárate en CMIC, quienes señalaron este nuevo rol de sus instituciones, demandaron de las autoridades responsabilidad y transparencia, así como dejar a un lado las campañas anticipadas y hacer lo que por mandato les corresponde.

Fueron concretos al demandar una visión sustantable tanto para los proyectos de movilidad como para toda la infraestructura y alertaron sobre su permanente observancia.

En el ámbito de gobierno se dan logros que hay que señalar. Sin copartir la idea de endeudarse para pavimentar, la declaración de incluir ciclovías en las obras que hará Guadalajara, es muy positivo, como lo es también que Zapopan esté considerando hacer lo suyo y conectar ambos municipos, así como la positiva participación de la Secretaría de Vialidad. El espíritu de sumar por el bien común, habla bien de todos.

La violencia a la que asistimos, ocurre en nuestro terrtorio y le tememos, todo lo que hagamos para mejorarlo y resignificar el espacio público nos ayudará a recuperar la tranquilidad y la calidad de vida.