Martes, 26 de Noviembre 2024
México | Las brechas entre hombres y mujeres siguen siendo amplias, Conapo

Con 54.7 millones, las mujeres son mayoría en México: Conapo

La incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha sido un proceso intenso y constante

Por: NTX

MÉXICO, D.F.- De los 107.6 millones de habitantes en México, 54.7 millones son mujeres, lo que representa 50.9 por ciento de la población, sector que aún sufre altos índices de analfabetismo, maltrato y mortalidad sobre todo en zonas rurales, señaló el Conapo.  

La disminución de la fecundidad y la mortalidad se ha modificado tanto en tamaño, como en la estructura por edad de la población: entre 0 y cuatro años representan 7.9 por ciento de la población femenina, y las niñas en edad escolar (de entre cinco a 14 años) suman 19.1.  

El porcentaje de adolescentes (de 15 a 19 años) es de 9.5; el de jóvenes de 20 a 24 años asciende a nueve; de las mujeres adultas, esto es que tiene entre 25 y 59 años, es de 44.7 y las adultas mayores de 60 años y más suman nueve por ciento.  

En un comunicado, el Consejo Nacional de Población (Conapo) expuso que en 2009 la fecundidad registra un nivel de 2.08 por ciento, en comparación con mediados en los años 60, cuando alcanzó su máximo nivel histórico al llegar a 7.3 hijos en promedio por mujer.  

El porcentaje de mujeres en edad fértil que utiliza algún tipo de método de anticoncepción aumentó de 30.2 por ciento en 1976 a 70.9 en 2006.   

La mortalidad es otro componente básico de la dinámica demográfica y su comportamiento presenta diferencias notables por sexo.   

En el caso de las mujeres destaca de manera especial la muerte por causas asociadas a la maternidad, pues está estrechamente asociada con las condiciones de vida de la población y su acceso a servicios de salud adecuados.   

La razón de mortalidad materna se redujo de 60 defunciones por cada cien mil nacidos vivos en 2002, a 55.6 en 2007.   

En materia educativa las mujeres han tenido avances importantes. En 1990, 15.5 por ciento de la población femenina no había concluido la primaria, mientras que 15 años después la proporción disminuyó a 9.6. En el mismo periodo se incrementaron los años promedio de estudio de la población femenina, de 6.0 a 7.9.  

Sin embargo, las brechas entre hombres y mujeres siguen siendo amplias, pues mientras que en 2005 la tasa de alfabetización entre la población femenina ascendía a 89.7 por cada cien, la de los varones fue de 91.7 por cada cien.

El rezago educativo alcanzaba a 43.4 por ciento de los hombres en edad escolar, que no podían concluir sus estudios básicos por problemas de deserción o reprobación, mientras que 47.3 por ciento de las mujeres se encontraba en esta situación.  

En cuanto a la tasa de alfabetización, la de las indígenas es menor a la del ámbito nacional y a la de los hombres de grupos autóctonos; lo mismo ocurre en la tasa de asistencia escolar.  

En particular, las mujeres que pertenecen a alguna etnia muestran un descenso notorio entre los 12 y 16 años de edad, mientras que la tasa de asistencia de los hombres indígenas en esas edades se asemeja a los porcentajes de la población total del país.  

La incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha sido un proceso intenso y constante desde hace varios años; de hecho, la tasa de participación femenina se ha incrementado notoriamente al pasar de 17.6 por ciento en 1970 a 36.8 en 1995 y 42 por ciento en 2008.  

Las aportaciones femeninas a la economía doméstica son cada vez más importantes. A inicios de la década de los 90 casi uno de cada dos hogares registraba ingresos monetarios provenientes del trabajo femenino; en 2005 esta situación se observó en dos de cada tres.  

Por otro lado, aunque en la tercera parte de los hogares la contribución económica de la mujer es secundaria, se ha incrementado la proporción de los hogares donde la aportación monetaria de las mujeres es la fuente principal de ingresos; en 1992 era de 9.9 por ciento, contra 15.2 por ciento en 2005.  

Incluso, la proporción de hogares en los que el ingreso de las mujeres es la única contribución económica creció aproximadamente 30 por ciento en el mismo periodo, hasta alcanzar en 2005 una cifra de 13.7 por ciento de los hogares.  
A pesar de los indudables logros observados en el desarrollo de las mujeres, aún persisten problemáticas asociadas con distinciones de género. Una de ellas es la violencia, fenómeno que presenta múltiples facetas y consecuencias permanentes.  

Los resultados de la Segunda Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2006 revelaron que 67 de cada cien mujeres de 15 años o más han sufrido violencia, ya sea de su pareja (43.2 por ciento), laboral (29.9 por ciento), familiar (15.9 por ciento) y comunitaria o docente (15.6 por ciento).   

En México se han aplicado diversas leyes y acciones de política pública para abatir ese fenómeno, al tiempo que se hacen mayores esfuerzos para incidir en los patrones culturales de la población y en el funcionamiento de las instituciones con el fin de inhibir y erradicar la violencia y el ejercicio desigual del poder.

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