México | POR LUIS ERNESTO SALOMÓN Clave En un siglo México se dotó de infraestructura básica; creó una industria, y se incorporó, tarde, pero se incorporó, a la economía global Por: EL INFORMADOR 22 de agosto de 2010 - 02:05 hs Luis Ernesto Salomón. / Con motivo del centenario de la revolución mexicana caben las siguientes reflexiones: En 100 años México multiplicó su población por 11 veces. Uno de los crecimientos demográficos más impactantes del planeta. En un siglo nuestro crecimiento económico registró un crecimiento menor a la población. Las necesidades han crecido por encima de nuestra capacidad de crear riqueza. Al grado que hemos generado una corriente migratoria enorme que tiene a más de 20 millones de compatriotas viviendo en el exterior. En un siglo México se dotó de infraestructura básica; creó una industria, y se incorporó, tarde, pero se incorporó, a la economía global. La desigualdad social que tenía en la pobreza a más del 70% de la población en 1910, ahora solo ha logrado reducirse a 50 por ciento: con palabras más duras se puede afirmar que México pasó de tener siete millones de pobres en 1910 a 55 millones en 2010. Pero al mismo tiempo pasó de tener 1.5 millones de alfabetizados a más de 90 millones; de tener 200 mil viviendas a más de 20 millones de casas. En un siglo se han construido carreteras y caminos suficientes para dar la vuelta al mundo. Tenemos una frontera que cruzan 300 millones de personas al año y que vive un comercio de más de 240 mil millones de dólares. Y nos hemos dotado de instituciones capaces de producir un perfil definido de país: un sistema educativo público al que asisten más de 40 millones de personas, somos una nación con 3 millones de profesores y más de 1.5 millones universitarios. Con un sistema de seguridad social debilitado, que sirve, sin embargo a más de 40 millones de personas. Las autoridades estatales y municipales que a inicios de siglo eran testimoniales, ahora han alcanzado madurez institucional en más del 80% de nuestra geografía. En 100 años hemos vivido crisis económicas, convulsiones sociales, transitado a la democracia y aumentado nuestra dependencia económica. Todo junto. Hace 100 años nos enfrentamos a nuestro destino en una agitación que dio como resultado una transformación estructural enfocada a atender rezagos sociales. Ahora vivimos una convulsión que debe dar como resultado el fortalecimiento del estado de derecho y del régimen de libertades. Todo al mismo tiempo. México ha evolucionado de forma contrastante. La independencia fue cuestionada; la reforma combatida, la revolución apoyada desde el exterior. Nuestras convulsiones han producido hechos contradictorios: la independencia un imperio, una intervención respaldada por conservadores trajo a un liberal al gobierno; el gobierno republicano de Juárez produjo las condiciones para impulsar la dictadura de Díaz, y esta generó la etapa de mayor estabilidad y crecimiento económico, que terminó con una revolución. El movimiento armado de 1910 produjo cambios constitucionales que crearon instituciones sociales notables, que no alcanzan a terminar con la pobreza, pero que nos han permitido ser la economía 14 del mundo por su dimensión. Somos por definición un intenso contraste social. Ahora vivimos una crisis del estado de derecho que debe producir seguridad y justicia a partir de prestar atención, esfuerzo y recursos a un sector que fue descuidado. Será lento el andar hacia la profesionalización del sector penitenciario, la eficiencia en los tribunales y la calidad en los servicios policiales. El deterioro abre oportunidades que deben ser aprovechadas. Es tiempo de mover las estructuras; y no simplemente de resolver la coyuntura. Temas Tertulia Clave Lee También Luce varios años menos con estos increíbles tips Conoce estas aplicaciones para ver claves de WiFi “La quietud es la clave” de Ryan Holiday La línea roja de cambio que viene Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones