Ciudadanos en movimiento

Cuando hace una semana un grupo de ciudadanos, jóvenes y estudiantes la mayoría, dieron el “cornetazo” de salida y empezaron a pintar la ciclovía ciudadana en Santa Margarita, las aguas de la participación ciudadana y la gestión territorial de nuestra ciudad empezaron a moverse de nuevo.

Esta acción puso en evidencia la lentitud o incapacidad de gobiernos metropolitanos para ponerse de acuerdo, así como para llevar a cabo las obras de infraestructura para peatones y ciclistas que la ciudadanía demanda, obras con pocos recursos pero con enormes beneficio para los ciudadanos.

También evidenció que hoy esta metrópoli tiene una base ciudadana preparada, organizada, con metas claras y que no estará pasiva ante las malas decisiones u omisiones en las políticas e inversiones públicas.

Los tiempos han cambiado y la ciudadanía no sólo ha puesto en la agenda el asunto de la movilidad como uno de los más importantes a resolver en la ciudad, sino que también se ha ido ganado un espacio de diálogo y respeto ante las autoridades.

Recordemos que en 2007 bajo la convocatoria de Com:plot, una intervención artística encabezada por Severine Schläpfer, convocó a más de un centenar de ciclistas a recorrer el trayecto entre el Centro de Zapopan y el Agua Azul, dejando al pedalear líneas de pintura sobre el pavimento como una demanda por ciclovías en la ciudad.

El ejercicio terminó con la detención policiaca de decenas de ciclistas a los que señalaron entonces como vándalos. Hoy las autoridades además de no detener a nadie ofrecen “oficializar” la ciclovía y darle continuidad.

Pese a señalamientos sobre la permisividad y oportunismo de autoridades que no abonan a un Estado de derecho, o que no debe ser ésa la manera en que se construye la ciudad, cuando acciones como ésta permiten despertar adormecidas gestiones, entablar diálogos, acuerdos y ganar ciclovías, ¡excelente! La doctora en antropologíaa Consuelo Biskupovic dice que “el debate público no existe sin institucionalidad. La acción colectiva tampoco”. Se requieren instancias y espacios donde la participación ciudadana sea vinculatoria y resolutiva.

La peor reacción ante esta acción fue la del gobernador, quien lejos de entender la señal y demanda que esto significó, convocó a cámaras empresariales y colegios de arquitectos e ingenieros, para presionarlos a aceptar la Vía Express.

Esta carretera urbana, privada, construida como segundo piso en Avenida Inglaterra, una obra que perjudicará gravemente a Guadalajara por el negocio de unos cuantos, es la antítesis de lo que significan las ciclovías para la ciudad.

Coparmex ya reaccionó y esta misma semana, en voz de su presidente Pablo Lemus, anunció que preparan una contrapropuesta basada en transporte público y parque lineal, pero que no apoyarán la Vía Express.

Es de esperarse que los demás organismos empresariales, así como los colegios de arquitectos e ingenieros, se manifiesten en el mismo tono: anteponiendo el bien de la ciudad. Será un gran paso para la ciudad ver a todos caminando juntos y en la misma dirección; ciudadanos todos, por una movilidad sustentable.