El acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá "representa menos campesinos y más narcos en el campo", decía una de las pancartas que los manifestantes colocaron en el puente internacional Córdoba, que comunica a la estadounidense El Paso (Texas) con la mexicana Ciudad Juárez (Chihuahua).Además de la violencia generada por los cárteles mexicanos que buscan extender sus campos de cultivo para producir drogas, "los subsidios (para cultivo de alimentos) son acaparados por grandes empresarios, que han agotado los mantos freáticos", dijo Víctor Quintana, miembro del Frente Democrático Campesino, mientras los manifestantes bloqueaban el carril del puente que va de norte a sur.Los gobiernos y grandes empresas agroalimentarias "celebran los beneficios alcanzados para unos cuantos a costa de nuestro trabajo, recursos y derechos", dice un comunicado firmado por las organizaciones manifestantes, entre las que figuran el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas y la Asociación de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo."¿De qué han servido las privatizaciones, la apertura comercial, el crecimiento del comercio y la inversión extranjera? (...) No ha crecido nuestra economía y en cambio sí ha aumentado la desigualdad, la pobreza, la migración, el precio de los alimentos (...) y el despojo de nuestras tierras, aguas y recursos", añade el parte.El intercambio comercial entre México y Estados Unidos asciende a cerca de 500 mil millones de dólares al año. En tanto, el comercio entre el país latinoamericano y Canadá alcanza cerca de 20 mil millones de dólares anuales, según cifras de la secretaría de Economía de México.Los campesinos también se pronunciaron en contra de la Asociación Transpacífico (TPP), que negocian 12 países de América, Asia y Oceanía.Por otro lado, los agricultores denunciaron que "con el TLCAN también se impuso un modelo de alimentación de comida y bebida chatarras, provocando una epidemia de obesidad y sobrepeso", dos padecimientos que aquejan al 70 por ciento de los adultos y 30 por ciento de los niños en México, superando incluso el índice de Estados Unidos. Entre los manifestantes se encontraban simpatizantes de la guerrilla zapatista, que surgió en el sur de México el 1 de enero de 1994, el mismo día que entró en vigor el TLCAN. Este movimiento, integrado mayoritariamente por indígenas mayas, rechaza las prácticas neoliberales y exige reformas constitucionales que reconozcan la autonomía de los pueblos originarios de México.