Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | ITINERARIO POLÍTICO POR RICARDO ALEMÁN

Calderón y López Obrador, aliados

Para millones de fanáticos de López Obrador, el horrible PAN ya no será tan feo

Por: EL INFORMADOR

Podrán decir lo que les plazca, misa si quieren, pero ayuntar electoralmente al PAN y PRD no es más que convertir en aliados al Presidente Calderón y el perredista López Obrador. ¡Quién lo iba a imaginar!

Pero consumado el matrimonio Calderón-López Obrador, ahora los nuevos aliados deberán resolver el dilema de explicar a los electores la razón por la que deberán votar por el PAN en Oaxaca, Hidalgo, Durango y Puebla. Además de convencer al propio electorado —al que adoctrinaron en el odio contra todo lo que suene a PAN, sea de color azul y se parezca a Felipe Calderón—, que la historia ya cambió y es al revés.

Es decir, que para millones de fanáticos de López Obrador, el horrible PAN ya no será tan feo, el color azul será un “bonito color”, y Fecal ya no será la ingeniosa expresión para ofender. Y claro, Calderón ya no será espurio, y ya nadie dirá que se robó la elección. Serán cosas del pasado, por ejemplo, el perverso PRI-AN, matrimonio acuñado como la peor perversión político electoral. Y “lo de hoy” será el democrático, moderno y patriota PAN-PRD.

Así, los amarillos serán obligados a tragar los sapos y serpientes que en tres años vomitaron contra Calderón, el PAN y contra los críticos de López Obrador. A su vez, los azules deberán olvidar que el PRD y sus lopistas son “un peligro para México”, que el FAP era la izquierda rancia, atrasada, violenta y radical. El matrimonio Calderón-López Obrador hará el milagro —a pesar de que muchos lo dudan— de voltear la realidad de cabeza.
¿Por qué la del PAN y PRD es una alianza entre Calderón y López Obrador?

Elemental. Porque César Nava no mueve un músculo, toma una decisión o espanta una mosca sin el aval de Felipe Calderón. Y en el otro bando, Jesús Ortega y Manuel Camacho no dan un paso sin el aval de López Obrador. Más aún, la claque del tabasqueño cambió su discurso en forma asombrosa, y hoy todos apoyan la alianza. Y claro, rabiosos críticos de Calderón, como Gabino Cué, hoy lo reconocen como presidente legítimo y dicen estar dispuestos a colaborar con su gobierno. La “metamorfosis” de Kafka palidece.

En pocas palabras, resulta que a los ojos de todos, los enemigos que parecían irreconciliables desde 2006, hoy retozan en la cama del común adversario; el PRI. Ayuntados PAN y PRD, pronto habrá descendencia propia de circo. Pero el fenómeno no es nuevo. En junio de 1996, López Obrador se alió al presidente Zedillo, en abierta traición a Cárdenas. Y quienes duden, pueden revisar La Jornada del 3 de junio de 2006 y Proceso No. 1023, del 10 de junio del mismo año, en donde Heberto Castillo denunció “el lombardismo de López Obrador”. Chulada de políticos. Y de electores, claro.

En el camino


No, ni la autoridad ni los dueños del antro pagarán culpa alguna. Eso se llama impunidad.

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