Calculan cuatro mil 500 damnificados por ''Jova''

CIHUATLÁN, JALISCO (13/OCT/2011).- El paso de la tormenta tropical “Jova” por costas jaliscienses cobró factura a cerca de cuatro mil 500 residentes del municipio de Cihuatlán, quienes perdieron sus pertenencias o su hogar a causa del meteoro, calcula el secretario de ese ayuntamiento, Fermín Ávalos Zamora.

El funcionario deja en claro que esa sería únicamente la gente que radica en el primer cuadro del municipio, en Barra de Navidad, Puerto Melaque y Chamela. La razón: las zonas próximas a la Sierra no han sido valoradas por el Ayuntamiento.

La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco (UEPCBJ), por su parte, aclara que los sitios más críticos son Melaque, Cihuatlán y La Huerta (zonas que quedaron incomunicadas debido al nivel del agua), así como Cuautitlán y Cabo Corrientes.

Cientos de personas que quedaron atrapadas al interior de su hogar fueron atendidas por rescatistas de la dependencia estatal, para llevarlas a su vez a recibir cuidado en los albergues provisionales que atiende el sistema DIF.

La dependencia confirma que el meteoro que entró como huracán categoría 2 en la escala Saffir-Simpson se degradó a tormenta tropical.

Además de Protección Civil, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de servicios médicos y seguridad pública colaboran para atender a los afectados.

El secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán, quien sobrevoló la zona afectada, comentó que además de padecer de las inclemencias del tiempo, los habitantes de las  zonas costera y montañosa del Sur del Estado también vivieron un sismo de 4.7 grados en la escala de Richter, que sólo alarma a la población y a las autoridades. Agregó que en la  Entidad se instalaron 80 albergues. En Tomatlán 380 personas acudieron a refugiarse; en Puerto Vallarta, 174;  en Cihuatlán, 126; en La Huerta 158 y 330 adicionales en Cabo Corrientes.

El paso del meteoro provocó que en Guadalajara estuviera lloviendo prácticamente todo el día.

Claves
Afectaciones en Talpa y Mascota

1  En los poblados serranos de Talpa de Allende y Mascota los ríos se encuentran prácticamente en su nivel máximo, informan Emmanuel Sánchez Hernández, oficial de la Policía talpense y Joel Alejandro Ramos, director de Protección Civil en Mascota.

2  En Mascota también se vigila la presa Corrinchis, que está desfogando una lámina de 60 centímetros de profundidad a través del vertedor de demasías, una vez que ha llegado a su capacidad máxima. Mientras el desfogue se mantenga por debajo de los dos metros de lámina de agua, no representa peligro aguas abajo, precisa el funcionario municipal mascotense.

3  En Talpa de Allende dan cuenta de una familia reubicada en un albergue debido a que su vivienda no representaba protección alguna, al estar construida con madera y lámina de cartón. Caso similar de evacuación ocurrió en el poblado El Empedrado en Mascota, en donde una familia compuesta por siete miembros fue llevada a un albergue. Arroyos como El Aguilote incrementaron notablemente su cauce, por lo que continúa el monitoreo.

4  En este municipio jalisciense confirman que 400 personas vecinas de la colonia Getsemaní en Ixtapa y Playa Grande en la delegación de El Pitillal, fueron llevadas a un albergue de manera temporal, ante la posible crecida del río Pitillal.

5  En Cabo Corrientes, el director de la Policía, Jorge Padilla, confirmó que 250 personas de las comunidades costeras fueron reubicadas en albergues, en tanto pasa la tormenta tropical.

Rescatan por aire al menos a 37
Protección Civil

El grupo aerotáctico Fénix, de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco (UEPCB), realizó ayer al menos 37 rescates aéreos, aunque tenían previsto hacer un nuevo sobrevuelo para buscar a más afectados por el huracán “Jova”.

La mayoría de los rescatados fueron menores de edad.

Jorge Salvatori, capitán de la aeronave, expuso que se emprendió un sobrevuelo por la zona de desastre para evaluar las afectaciones del meteoro desde otro ángulo, a la par de buscar a personas que requirieran auxilio.

Así, los rescatistas aéreos dieron con 37 personas que, o bien se encontraban encima del capote de su auto, o incluso colgados de una palmera. Otros tantos afectados se hallaban en zonas anegadas, reunidos en las azoteas de sus respectivos domicilios, construidos en su mayoría a base de lámina.

La mayoría de los asistidos presentaba cuadros de hipotermia.

Ayer la lluvia intermitente continuaba en la Costa Alegre de Jalisco aunque el nivel del agua descendió.

Diversas zonas aún siguen servicio de luz, y otras más no cuentan con agua potable.

Un nuevo viaje en la aeronave, confirmó el jefe rescatista, está por salir desde Puerto Melaque, en Cihuatlán; así se decidió porque “hay muchas más personas que podrían requerir de apoyo” en el perímetro de afectación que generó el meteoro.

C R Ó N I C A
Todo sea por ayudar

El que una encomienda laboral demande salir del trabajo y continuar con la jornada diaria costaría un pasaje de camión, quizás unas cuantas decenas de pesos para intercambiarlos por combustible... incluso el desgaste de rodillas a bordo de una bicicleta, o el andar habitual del buen peatón. Nunca labor de nado, canotaje y dos mil pesos de la cartera personal.

Tal es el precio de la solidaridad en el municipio de Cihuatlán, posterior a los embates de “Jova”, que a su paso arrastró con cientos de patrimonios y generó, además, historias tan disímiles al pensar común, como el que un trayecto de 30 minutos se cuadriplique por obra de una comunidad antisolidaria.

Luis Rodríguez Peña, jefe de Protección Civil en el sistema DIF Jalisco, requería salir del islote que “fabricó” en una madrugada el meteoro en la comunidad de Villa Zapata, municipio de La Huerta. Decenas de hogares totalmente sepultados en el agua le obligaron a ejercitar sus extremidades en una canoa, para abandonar la escuela que se pensó después como albergue.

Tras llegar a un punto de no retorno, las láminas bajo el agua le invitaron a concluir el tramo a nado. La necesidad por viajar a Cihuatlán y verificar las condiciones en que se trabaja para llevar alimento a las zonas más afectadas por “Jova” le dieron motivación para alcanzar la otra orilla.

Una vez fuera de aquella improvisada isla, inició el reto verdadero: constatar y sobreponerse a las condiciones de una carretera que sólo permite andar a pie.

“Ahí seguimos; después, cuando llegamos a Agua Caliente pedimos aventón... nadie quiso, a lo mejor era desconfianza”, lamenta a la vez que observa un escudo del Gobierno de Jalisco que difícilmente se obviaría en su ropa.

Levantar la mano al aire sin resultado alguno por varios minutos finalmente causó enojo, cansancio y resignación. Un hombre a bordo de una motocicleta pasó a su lado, y el primero improvisó: “Le pedí que nos lo prestara, pero no quiso (...) tuve que darle dos mil pesos y mi credencial de elector para que me dejara trasladarme 38 kilómetros”.

Sin embargo, el vehículo quizás también es parte de un tesoro arrebatado a la fuerza, y que heredó una tormenta que ha golpeado con verdadera fuerza las costas de la Entidad, descansará inerte en la base regional de Protección Civil.

“Ahí está la moto; no se la puedo regresar al señor. No trae placas, no sé quién es él”.

Luego de dos horas de desplazamiento, los ánimos disminuyen notablemente, pero el objetivo se cumplió. Ahora sólo resta regresar al punto de inicio, pues apenas se cumplió con la mitad de la encomienda, y los damnificados de “Jova”, reconoce, “necesitan comida caliente y ropa de abrigo”.

Isaack de Loza / Enviado