Blake refrenda que no es opción rendirse en lucha contra el crimen

CIUDAD DE MÉXICO (06/MAY/2011).- El secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, afirmó que no es opción retirarse de la lucha contra la inseguridad, pues ello empeoraría la situación y permitiría a criminales secuestrar, extorsionar y a matar por todo el país, cuando 'las cosas sí pueden cambiar y van a cambiar para bien'.

Blake Mora dijo que frente al desánimo de algunos mexicanos por las atrocidades que realizan los criminales, nadie debe hacerse de la vista gorda, de ahí que es necesario sacudir las inercias y redoblar el esfuerzo para evitar que 'ladillas de criminales anden impunemente en las calles de México agrediendo a la gente y sin que nadie los retenga'.

Al encabezar el 25 Aniversario del Sistema Nacional de Protección Civil, el responsable de la política interna del país dijo que salvaguardar la seguridad e integridad de los mexicanos es una responsabilidad que obliga al gobierno federal y a los gobiernos estatales a actuar eficazmente y sin titubeos para restablecer la paz y la armonía que demandan todos los mexicanos'.

'Sabemos, agregó, que hay mexicanos que sienten desánimo por las atrocidades que están realizando los criminales, todos nos sentimos entristecidos por las agresiones y ofendidos por las agresiones de los criminales'.

Por ello, frente a quienes se preguntan si esto puede cambiar, 'la respuesta es sí, si se puede cambiar, las cosas pueden cambiar y van a cambiar para bien, pero para hacerlo hoy los mexicanos tenemos que sacudirnos inercias y enfrentar con decisión el problema de inseguridad'.

Destacó que ese es el único camino para vivir en libertad, de ahí que ningún gobierno estatal o municipal debe hacerse de la vista gorda, ya que ello fue precisamente lo que llevó a México a la situación que hoy vivimos.

En este marco, el titular de Gobernación hizo hincapié que en estos momentos no es opción retirarse de la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado, ya que dar marcha atrás 'significa empeorar las cosas'.

Para vencer en esta lucha, abundó el funcionario federal, se requiere el apoyo de los jóvenes y de toda la población, y que los primeros respondan a la convocatoria para conformar el primer módulo de la Policía Estatal Acreditable.

'Hago votos para que las bondades y fortalezas de la Policía Estatal Acreditable encuentre sustento en la voluntad política de los gobernadores que estoy seguro habrán de respaldar y acelerar en sus ámbitos de gobierno la puesta en marcha del nuevo modelo policial que además la ley obliga', acotó.

En ese sentido, pidió al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) estar al pendiente en las mesas de implementación que se integraron, con la participación ciudadana, para verificar los tiempos y espacios que se propusieron para sacar adelante este nuevo modelo.

Francisco Blake resaltó que muchos gobernadores le han manifestado que si se hacen esfuerzos y se acuerda con las universidades y escuelas técnicas y si se habla en cada salón con los muchachos, se les presenta el programa, las tareas y los beneficios que les traería, las convocatorias tendrán respuesta.

Comentó que este modelo debe trascender a todo el sistema policial, dado que los fines de seguridad pública se alcanzan con el impulso que reciban de cada estructura de las entidades federativas.

Anotó que para el 2011, la policía estatal acreditable dispone de un presupuesto de dos mil 400 millones de pesos de los cuales, se destinarán en esta primera etapa 100 millones de pesos a cada entidad federativa que cumple con programas de equipamiento y reorganización de sus estructuras de mando policial.

Precisó que salvo el estado de Yucatán, todos reciben los recursos para poner en marcha la policía estatal acreditable.

Blake Mora comentó que si bien la prioridad es recuperar la paz, la tranquilidad, el orden, los recursos y la atención a la policía, a la investigación y a los sistemas de seguridad debe ser también la prioridad en los presupuestos.

Dijo que este gobierno seguirá cumpliendo con la ayuda subsidiaria a los estados y municipios, a restaurar la eficacia y la credibilidad de sus instituciones responsables de mantener las condiciones de seguridad pública necesarias que permitan a todos trabajar dignamente y vivir en paz.