Viernes, 22 de Noviembre 2024
México | PALESTRA 20 POR JORGE OCTAVIO NAVARRO

Balazos de saliva

El punto es harto simple o al menos así quieren que se vea: los priistas pactaron con el narcotráfico, por lo tanto no deben gobernar

Por: EL INFORMADOR

Jorge Octavio Navarro.  /

Jorge Octavio Navarro. /

La simplista, barata y deleznable discusión a que está condenada la sociedad jalisciense desde que, en mala hora, decidieron el gobernador Emilio y el ex gobernador Sócrates abrir la boca, llega al extremo.

El punto es harto simple o al menos así quieren que se vea: los priistas pactaron con el narcotráfico, por lo tanto no deben gobernar.

¡Cuánta falta hace que aquella frase dirigida a Vicente Fox por el otro ex gober panista, Francisco Ramírez Acuña, “el que se va, se calla”, se haga ley obligadísima por gracia de una reforma! Si a Sócrates Rizzo García, que no se distingue por sus virtudes, no se le hubiese ocurrido admitir que los narcos prosperan gracias a que corrompen autoridades (quien no sepa esto seguro nació ayer) y que “los gobernantes fuertes” de su época controlaban las rutas del trasiego, entonces se habría evitado otra inútil polarización local.

Lo que Sócrates admitió ante estudiantes universitarios en Coahuila, prácticamente se perdió en medio de informaciones más trascendentes o atractivas desde hace días en todo el país. Pero en estos lares, la pifia del ex gobernador neoleonés le sirvió al gober Emilio para ganar titulares y para pelearse, otra vez, con los políticos del otro lado de la mesa.

El gobernante de Jalisco ofendió directamente a los diputados del PRI, pero también agredió a los alcaldes metropolitanos del mismo partido y a los dirigentes de este instituto político. Y lo hace con toda intención de sacar provecho porque la apuesta es generar entre las personas la certeza de que los narcos están asociados con el PRI... como si entre los panistas no hubiera casos de corrupción y negligencia.

Algo debe quedar meridianamente claro: lo que Emilio dijo, lo que Sócrates dijo, no es delito. No hay investigaciones judiciales ni denuncias presentadas. Hay gente que se llama a ofendida y simpatizantes de los dos bandos que se indignan tan seriamente que casi parece que pueden enfermar de la bilis y que la vida cotidiana sufrirá un cataclismo.

Pero un par de cosas son tan ciertas como que la Catedral está en el cruce de Hidalgo y Alcalde: si Emilio dice que los diputados priistas no aprueban las reformas para mejorar la impartición de justicia y acotar al crimen organizado porque están esperanzados en pactar con el narco, deja de lado, convenencieramente, que una mayoría de diputados panistas recibió sus reformas hace dos años y no hizo nada tampoco.

Y también es cierto que los diputados de hoy retrasan las reformas de manera inexplicable.
Ya sea por una cosa o por otra, las leyes no responden a la urgencia actual para prevenir, combatir y responder al creciente y violento embate de los criminales. Pero en lugar de soluciones, los responsables de cambiarlo se contentan con lanzarse rafagazos... de saliva.

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