Atentado divide a Juárez y Ejecutivo

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA (28/JUL/2011).- La caravana del jefe de la  Policía de Ciudad Juárez fue baleada por policías federales cuando acudía a  atender un motín en el Centro de Readaptación Social (Cereso) que dejó 17 muertos, generando un fuerte desencuentro entre autoridades federales y municipales.

El jefe de la Policía de Ciudad Juárez, Julián Leyzaola, aseguró  el martes que los agentes federale dispararon a su camioneta y que salvó la vida sólo porque el vehículo estaba blindado.

Ayer respondieron los federales y afirmaron que Leyzaola desatendió una orden de detener  su vehículo y no se identificó cuando le fue requerido.

El incidente tuvo lugar cuando se atendía un llamado de emergencia por un  enfrentamiento a tiros entre bandas rivales en uno de los patios del penal.

El Gobierno de Ciudad Juárez calificó el hecho de atentado contra su jefe policial y el secretario de la alcaldía, Hector Arcelus, anunció que se  iniciará un proceso contra los agentes de la Policía Federal por intento de  asesinato.

Por su parte, el Gobierno federal respondió que las autoridades de Ciudad Juárez deben garantizar la profesionalización de su  Policía.

Fuerzas federales se quedan en Chihuahua

El secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, y el gobernador de Chihuahua, César Duarte, tuvieron un encuentro en el antiguo Palacio de Covián para evaluar la situación de seguridad en Ciudad Juárez y, particularmente, los hechos de violencia ocurridos al interior del Cereso municipal de dicha ciudad.

El titular de Gobernación reafirmó que las fuerzas federales no van a abandonar Ciudad Juárez ni a sus ciudadanos.  El martes, el alcalde Héctor Murguía, afirmó que la Policía Federal se iba a retirar de la urbe en septiembre.

Por otro lado, el visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Gustavo de la Rosa Hickerson, afirmó que el Cereso de Ciudad Juárez no es más que otro campo de batalla de los muchos que hay en la ciudad fronteriza.
Agencias+

FRASES

''(Leyzaola) rompió el círculo de seguridad (…) se  pasó un retén sin detenerse, por lo que recibió disparos en su unidad para  frenar su marcha... ''

''(Internos) Deciden quién entra y quién sale, tienen corrompidos a los custodios y, seguramente, a algunas de las autoridades ''

Gustavo de la Rosa Hickerson, inspector de derechos humanos.