México | ITINERARIO POLÍTICO POR RICARDO ALEMÁN Andrés y Marcelo, como Caín y Abel El motivo de la disputa, todos lo saben; la candidatura presidencial para 2012 Por: EL INFORMADOR 3 de agosto de 2010 - 06:31 hs Ricardo Alemán. / En los próximos 16 meses —de agosto de 2010 a diciembre de 2011—, la llamada izquierda mexicana vivirá “la madre de todas las batallas”. Una guerra que se antoja bíblica, ya que por lo menos sus dos más aventajados presidenciables —Andrés y Marcelo— podrían acabar como Caín y Abel. El motivo de la disputa, todos lo saben; la candidatura presidencial para 2012. Los partidos motivo de la disputa, el PRD, PT y Convergencia. Y los instrumentos de la batalla, todos los que dicte la imaginación y, por supuesto, el dinero... Y es que, en efecto, la candidatura presidencial por la llamada izquierda mexicana será una batalla a muerte. Muerte política. La gran pregunta es sobre el ganador. ¿Quién saldrá victorioso? Las apuestas están divididas. Un sector de la izquierda más tradicional —los que realmente nacieron en la izquierda— cree que el ganador de la batalla será Andrés Manuel López Obrador. ¿La razón? Dicen que lleva una década en la construcción de un movimiento que se expresó el domingo antepasado en el Zócalo. Otros dicen que ganará Marcelo Ebrard —al que motejan como el francés, por su origen—, ya que tiene el poder del gobierno, y en días pasados inició la construcción de su “movimiento”. Lo cierto es que las posibilidades de triunfo de Andrész Manuel —a pesar de lo que muchos suponen— son harto reducidas. ¿Por qué? Porque su fuerza política, de movilización y —por consecuencia su fuerza electoral— son más simbólicas que reales. Y es que Andrés y sus leales no aprenden. ¿Quiénes acudieron al Zócalo el domingo antepasado? ¿Quiénes acuden a sus mítines en todo el país? Sí, los más pobres, muchos viejos y lo que queda de la izquierda trasnochada, estalinista. Y por doloroso que resulte, ese ejército no vota, como lo haría un ejército de jóvenes, de clases medias, maestros… López Obrador podrá presumir de un ejército de 15 millones —igual que presumió de una ventaja de 10% en las encuestas en 2006—, pero lo cierto es que su “movimiento” y el “ejército” que lo sustenta son, en buena medida, una ficción política. Todos saben —los políticos serios— que Andrés Manuel intenta imponer por la vía de los hechos su candidatura presidencial. Pero cuando le muevan el esquema de “asustar con el petate del muerto”, no habrá ni petate ni muerto. Es decir, Andrés puede presumir de 15 millones de inscritos en su iglesia. Pero moverlos, llevarlos a votar, a llenar el Zócalo, a expresarse en una encuesta, tiene un precio que López Obrador no puede pagar. ¿Por qué? Porque no tiene la gasolina que ha alimentado su movimiento por décadas; el dinero público. Por eso pelea desesperadamente los millones del sindicato del SME. En cambio, si algo le sobra a Marcelo Ebrard es dinero. Dinero público, claro. Por lo pronto, en días pasados Marcelo arrancó la creación de una red nacional de promoción de su candidatura —a partir de la estructura del desaparecido Partido de Centro Democrático—, que acudirá no sólo con los pobres de todo el país, sino a donde están los votos; en universidades, centros de trabajo, medios de comunicación… Pero además, Marcelo Ebrard tiene como aliado al mejor ejército de promoción, movilización y electoral posible. Ejército que elección tras elección muestra su eficacia. Por si no lo saben, el verdadero candidato presidencial de la profesora Elba Esther Gordillo se llama Marcelo Ebrard, por cuya causa es capaz de movilizar al millón 200 mil maestros de todo el país, con todo el efecto geométrico electoral que ello representa. En pocas palabras, que si alguien supone que la batalla político electoral entre Andrés y Marcelo está definida a favor del primero, se equivoca. Marcelo sabe, igual que Camacho, que la oportunidad del poder pasa al alcance de la mano, sólo una vez. Manuel Camacho perdió su oportunidad ante Colosio. Hoy su pupilo, Marcelo Ebrard, está ante su oportunidad. En realidad el de Marcelo y Camacho son un caso atípico en donde un grupo político tiene dos posibilidades de acceder al poder. ¿Y alguien puede creer que dejarán ir esa posibilidad? Claro que no. También por eso la hipótesis de que la batalla será a muerte; chocarán Caín contra Abel, en donde López Obrador intentará eliminar políticamente a Marcelo. Y si existen dudas, una pincelada de memoria. El jueves 20 de diciembre de 2001 titulamos así el Itinerario Político de esa fecha: “PRD; Parricidio Político”. Advertimos que sólo era cuestión de tiempo para que López Obrador matara, políticamente, a su padre; a Cuauhtémoc Cárdenas. La hipótesis provocó carretadas de insultos y ofensas. Al final Andrés Manuel mató a su padre, al que le debía todo. Y lo mató porque en la lucha por el poder se vale todo. Y como dijo Abraham Lincoln: “Si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder”. Y por el poder, Andrés Manuel es capaz de todo. Ya cometió parricidio. Se podrá convertir en el moderno Caín. Al tiempo. Temas AMLO Marcelo Ebrard Rotonda Itinerario político Lee También Jóvenes Construyendo el Futuro: ¿Cuándo se volverá a abrir la plataforma en 2024? México recibe 199 médicos para atender comunidades aisladas en el país Frente Cívico Nacional busca ser partido político; se registrará en esta fecha La recomendación de hoy en la cartelera de cine es “Straight” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones