Allá en la fuente

Puro teatro. Esa es la nueva realidad de Rafael Acosta Ángeles, alias “Juanito”, quien ahora es jefe delegacional del teatro Blanquita donde presenta un obrón de miedo: “Ay Juanito no te rajes”.

No olvide poner en su cartita al Niño Dios un par de boletos para poder ver de cerca nada más y nada menos que al protagonista del llamado “Juanitogate”.

¿Galán? depende de los gustos. ¿Talentoso? pregúntele a López Obrador. ¿De confiar? hable con Clarita Brugada.

De delegado a actor, “Juanito” fue tan listo que aprovechó sus días en Iztapalapa para practicar, y vaya que lo hace bien: hizo llorar a muchos, logró sonrisas por doquier, y logró ser odiado como ninguno. ¡Ya con eso puede irse a cualquier telenovela!

Y por si lo de la artisteada no pega, ya tiene planes de poner su despachito donde, por un módico precio, le arregla su acta de nacimiento, esta vez, con sello de garantía de que no lo cachan.