Advierten radicalizar protestas contra la crisis

CIUDAD DE MÉXICO.- Organizaciones sindicales, campesina, indígenas y populares advertirán este viernes al Gobierno federal la radicalización de las protestas con tomas de oficinas, carreteras, puertos y aeropuertos, hasta llegar a un paro nacional antes de julio próximo, si la Administración de Felipe Calderón no da un cambio de rumbo a las políticas económica, política y social, en donde no se pase el costo de la crisis sólo a los más pobres.

En el marco de las movilizaciones que se realizarán hoy por varias ciudades del país, cuyo acto central será un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México luego de una “mega marcha” que partirá de la Glorieta del Ángel de la Independencia, expondrán que la crisis no tiene nada que ver con la estructura del mercado de trabajo.

Por ello, demandarán que ésta no se resuelva a través de una reforma laboral regresiva, pues eso sería una salida falsa. Exigirán freno a los despidos y al deterioro del poder adquisitivo, así como la renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio y mayores apoyos al campo, entre otras cosas.

De acuerdo a la declaración que será leída la tarde de este viernes en el Zócalo, organizaciones integradas a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), como los sindicatos del IMSS, Telefonistas, UNAM y Tranviarios; del Frente Sindical Mexicano, como el Sindicato Mexicano de Electricistas y del agro como la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Central Campesina Cardenista (CCC), pesqueros y mineros, reclaman:

“El poder Ejecutivo, fiel a su convicción neoliberal, ha preferido satisfacer los intereses del gran capital por lo que ha menospreciado las demandas sociales. Los trabajadores de la ciudad y el campo los principales damnificados de la crisis afectados en empleo, ingresos y bienestar social”.

Tomarán puentes internacionales

En Chihuahua, cientos de agricultores cumplieron tres días de protestas en la capital del Estado. Y hoy en Ciudad Juárez impedirán el ingreso de camiones de carga procedentes de El Paso, Texas, a México en el puente internacional Córdova Américas, principal punto de entrada de mercancía de importación en esa frontera.

Uno de los dirigentes del movimiento “Vámonos a la bola para rescatar al campo”, Miguel Colunga, dijo que con ello “buscamos atraer la atención del presidente Barack Obama, para que renegocie con México el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio, que arrasó con el campo mexicano, al liberar de aranceles las importaciones de maíz, frijol, azúcar de caña y leche en polvo”.

En Sinaloa, el líder de los transportistas, Miguel Ley Luna, expresó su respaldo a la marcha que se realizará hoy en la Ciudad de México, y censuró que por un lado se ordene a los concesionarios no aumentar sus tarifas, pero por otro los principales insumos, como el carburante suban de precio incesantemente.

Alfonso Ramírez Cuéllar, líder nacional del Barzón, dijo que hay un desprecio absoluto de las autoridades a la agricultura, ya que su apuesta es por el incremento de las importaciones de alimentos.
Adelantó que el próximo 16 de febrero se llevará a cabo una protesta en la que se parará toda la maquinaria agrícola del país.

Pedro Sánchez es uno de los campesinos que forma parte del movimiento “Vámonos en bola para rescatar el campo” y dice que prefiere participar en las manifestaciones y luchar por una oportunidad para el campo que arriesgarse a, en un futuro, tener que trabajar en el extranjero.

CRÓNICA

Prefieren pelear por el campo que emigrar a EU

CHIHUAHUA.- “Está cab... andar en la bola, pero prefiero dejar a la señora y los hijos unos días, que tener que irme a trabajar al ‘otro lado’ y dejarlos solos por años; más vale una semana de hambre aquí, que un chin... de años de peón de los gringos”. Pedro Sánchez lleva tres días durmiendo en la silla de su tractor, salió desde la región agrícola de Meoqui para apoyar al movimiento campesino que pugna por reducciones en insumos para el campo.

Al igual que sus compañeros ha tenido que enfrentar temperaturas de menos cinco grados centígrados durante las madrugadas, arropados únicamente con una cobija y sin quitarse las chamarras, incluso quienes tienen familiares aquí se han solidarizado y se quedan a dormir afuera de las oficinas gubernamentales en lugar de pedir posada.

“Mi hijo el mayor tiene 14 años, él es quien se está encargando de la parcela y los animales. En la mañana va a la escuela y en la tarde se pone a trabajar”.

Pedro es parte medular del movimiento: es el cocinero. Estos días se despierta a las cinco y media de la mañana para comenzar a preparar el desayuno de 90 campesinos.

Al medio día, en un cazo hecho con un ring de tractor y ayudado con una cuchara de madera del tamaño de un remo, cocina carnitas para sus compañeros.

Durante el plantón en la Sagarpa, los labriegos se olvidaron del calor de sus hogares, no se han bañado y van al sanitario de la cantina “El Molino”, ubicada a una cuadra de la dependencia federal.
“O pasamos fríos aquí, o pasamos fríos en el desierto; o dejamos de bañarnos tres días o nos vamos a mojar en el Río Bravo. No esta fácil, pero peleamos por una causa justa, nos tiene que ir bien a todos”, sostiene esperanzado.