Actitud

Parece que Vicente Fox todavía determina la agenda del presidente de la República, o ¿qué necesidad había, aun cuando se tratara de responder a una pregunta expresa, de decir que es difícil que el PRI regrese a Los Pinos en 2012, y luego añadir que como presidente no tendría ningún empacho en ponerle la banda presidencial a un priista?

Por supuesto, la respuesta alude claramente a lo dicho por Vicente Fox (quien por cierto luego se desdijo) de que el PRI estaba listo para regresar al poder, palabras más, palabras menos.

Y por si no fuera suficiente con eso, Felipe Calderón afirma, y con esto remueve tierra apisonada, que Andrés Manuel López Obrador sí era un peligro para México.

Los periodistas tenemos libertad para preguntar, por lo menos tratamos de ejercer esa libertad de manera cotidiana, pero los personajes que son cuestionados también están en libertad de responder o no.

Y en el caso de un presidente, se debe calcular, medir muy bien cada palabra antes de pronunciarla, porque lo que diga tendrá repercusiones, y, en estos momentos, más vale que sean positivas.

Como todos saben, lo dicho por el Presidente Calderón en dos entrevistas generó y sigue produciendo reacciones en la clase política nacional y, hasta ahora, no he escuchado ninguna opinión positiva.

En lo personal creo que, además de contribuir a aumentar los bonos de López Obrador, de seguirle el juego al ex presidente Vicente Fox y de acelerar la carrera electoral rumbo al año 2012, Felipe Calderón descalifica sus propios llamados a la unidad mientras se avecina la tormenta anual del análisis, discusión y aprobación del Paquete Fiscal de la Federación 2011 y está además una iniciativa presidencial para la aprobación del mando único policial en el país.

Es decir, como que el horno no está para bollos y nada menos que el Presidente de la República, por dos respuestas, abona al enrarecimiento del ambiente político en nuestro país.

Desde la sociedad civil, la academia y decenas de periodistas, también se están haciendo llamados constantes para que la clase política se recomponga, dejen a un lado actitudes egoístas y muestren generosidad por la Patria, sobre todo ahora que las fechas históricas ofrecen la ocasión ideal. Esto es urgente.

Y es que, en cuanto un actor político dice alguna barbaridad, los opositores, ni tardos ni perezosos, despotrican y descomponen aún más la situación en lugar de aprovechar el momento para alzarse con la grandeza que proporcionan madurez, conciencia, visión de país, amor por la Patria y sentido común para recomponer las cosas de una vez por todas.

El sentido es de urgencia, se trata de la viabilidad de México, de resolver cuanto antes educación, seguridad, economía, pobreza, salud, derechos humanos, justicia… Y bueno, el mismo Presidente de México dijo al día siguiente en Tijuana que muchas veces un cambio de actitud es suficiente para arreglar lo que sea.