91 millones en spots

Cuando hace unas semanas la publicidad del Cuarto Informe de Emilio González Márquez se deshacía en frases ingeniosas como “cuando se gobierna lo importante es ayudar a la gente” o bien, “lo más importante es que tú estés mejor”, se conoció que del erario se tomaron 85 millones de pesos para pagar la difusión en radio y televisión, de la voz e imagen del gobernante.

A muchas personas, quizá la mayoría, les importa muy poco en qué terminará el procedimiento especial sancionador (nombre largo para resultado nulo) del Instituto Federal Electoral (IFE) para castigar la ilegal transmisión de los mensajes del gobernador jalisciense en Guerrero y Baja California Sur, en plena época electoral en aquellos estados.

Lo que verdaderamente se graba en la memoria es la cifra: 85 millones.

Pues hay que corregir y agregar más millones de pesos. El vocero del Gobierno de Jalisco, José Rubén Alonso González, aceptó una nueva cantidad el pasado martes, minutos antes de comparecer ante los consejeros del IFE: “De lo que tiene que ver con radio y televisión, el primer corte que teníamos fue de 85 millones de pesos, pero con un ajuste que nos hicieron, llegamos a un poco más de 91 millones de pesos”.

Sí. Es oficial. No son 85, son 91 los millones de pesos pagados y que el mismo funcionario justificó: son “recursos que se invirtieron para informarle a los ciudadanos y a los jaliscieses en sentido estricto, sobre las actividades del Poder Ejecutivo”.

El vocero del Gobierno estaba siendo entrevistado en la radio por Laura Castro y por este columnista. Ella sintetizó en tres palabras lo que con toda seguridad piensan, quienes oyeron a Rubén Alonso... “es mucho dinero”.

Y él intentó evadir: “Es mucho dinero, es el mercado de los medios. Quien se acerque al mercado de los medios lo va a saber”.

Ya no hubo tiempo para abundar, pero quedan evidenciadas muchas cuestiones, aunque el vocero del Gobierno y el gobernador mismo apliquen estrategias para tratar de ocultarlas. ¿Quieren los jaliscienses que se gasten 91 millones en difusión de un informe de Gobierno? ¿Cuál es la utilidad de eso? ¿Distinguen Emilio y Rubén Alonso entre difusión y propaganda?

Y a propósito del procedimiento sancionador en el IFE, ¿quiénes creen que fue accidental la difusión en otros estados?

Si por poco tiempo, apenas los 30 segundos que dura el spot de Emilio miles de veces transmitido, se concediera que este gasto es desproporcionado y ofensivo, y que realmente no informa sino que intenta abiertamente enajenar a la gente (sacar a uno fuera de sí, privarle del juicio), entonces podría plantearse si lo que verdaderamente le importa al gobernador es que tú estés mejor.