Domingo, 19 de Enero 2025
México | LIBRE DIRECTO POR JAIME GARCÍA ELÍAS

-La reconquista

En ''La Espada de Constantino'', se plantea la conveniencia de que la Iglesia Católica se atreva a convocar un Concilio Ecuménico Vaticano III

Por: EL INFORMADOR

Jaime García Elías.  /

Jaime García Elías. /

En “La Espada de Constantino”, publicado en el año 2000, el ex sacerdote James Carroll plantea la conveniencia de que la Iglesia Católica se atreva a convocar un Concilio Ecuménico Vaticano III, para complementar el “aggiornamento” (la puesta al día), destello de esperanza del Vaticano II que lamentablemente quedó frustrado.

En “La Iglesia Católica”, al hacer un balance del largo pontificado de Juan Pablo II, ya en los años de su ostensible ocaso físico, el teólogo Hans Küng oteaba al futuro: ponía en la balanza, en oposición a la esperanza porque el sucesor de Juan Pablo II fuera “un Juan XXIV” (es decir, un Papa que replanteara todas las cuestiones en que la Iglesia se ha aferrado en el inmovilismo: el celibato sacerdotal como norma y no como opción, la cerrazón ante la posibilidad de incorporar a las mujeres al sacramento del Orden, la colegialidad apostólica y no la inconmovible estructura piramidal en el gobierno de la Iglesia, la modernización de criterios en los temas de sexualidad, fertilidad y voluntad anticipada...), el temor de que el sucesor fuera —como parece haber ocurrido al decantarse los padres conciliares (o, si se prefiere, el Espíritu Santo), a favor de Joseph Ratzinger— “un Juan Pablo III”.

*
Carroll, en la misma obra, sentencia: “Una estructura de poder que rinde cuentas solamente a sí mismas, siempre acabará abusando de los que carecen de poder”. Ahora mismo, mensajes como el del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara, para que “este 2011 sea el año de la recuperación (...) no solamente económica (sino) moral, de la paz y la solidaridad en nuestro entorno”, o el del cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, a favor de “una reconquista de la sociedad española” (a la que Benedicto XVI llamó recientemente “una viña devastada por los jabalíes del laicismo”), darían la sensación de formar parte de una campaña a favor de recuperar la autoridad moral que la Iglesia tenía hasta hace algunos años.

*
El éxito de la empresa dependerá de la credibilidad que la Iglesia misma sea capaz de recuperar, en función de la congruencia que demuestre con uno de los tantos “mea-culpas” institucionales que Juan Pablo pronunció durante su pontificado, al insistir (carta apostólica “Tertio Millennio Adveniente”) en que “la Iglesia debe hacerse más consciente de la pecaminosidad de sus hijos, recordando todas las épocas de la historia en que se desviaron del espíritu de Cristo y su Evangelio, y en vez de ofrecer al mundo el testimonio de una vida inspirada en los valores de la fe, se entregaron a maneras de pensar que eran verdaderas formas de vicio y escándalo”.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones