— “Con la iglesia topamos...”

¡Lo único que le faltaba al Macrobús: toparse con la iglesia...!

*

La polémica en torno a la pertinencia de hacer pasar la segunda ruta del moderno sistema de transporte colectivo por el corazón mismo de Guadalajara —frente a la Catedral, nada menos— se estaba aproximando a límites peligrosos...

Por una parte, el organismo rector aplica al pie de la letra la añeja definición de diplomacia: “Es el arte de decir ‘qué lindo perrito’... mientras te agachas a recoger la piedra”. En el caso, mientas se declara, con la sonrisa en los labios,  que se desea “socializar” el proyecto y dialogar, para ese efecto, con los sectores que han tenido expresiones y actitudes de resistencia al mismo, se envía a la fuerza pública a retirar a los vecinos que pretendían realizar un plantón en los sitios en que han comenzado las obras preliminares. Por otra, se anuncian foros y talleres para propiciar una discusión civilizada sobre el tema... al mismo tiempo que el director del Patronato del Centro Histórico, Juan Antonio Naranjo, sostiene que “no está a discusión” si el Macrobús va por el Centro. Va por el Centro, y sanseacabó... Por otro lado, el PRI —partido al que pertenece la mayoría de los alcaldes electos para la zona metropolitana de Guadalajara que comenzarán a gobernar el próximo primero de enero— promueve, en función de los compromisos de campaña de los que fueron candidatos, un plebiscito de cuyo resultado aún no queda claro si será vinculante para la autoridad o no...

Y en esas estábamos, con diversos sectores de la sociedad buscando cualquier resquicio para subirse al ring, cuando, sorpresivamente, el cardenal arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, hace lo propio. Aduciendo que el túnel vehicular de la avenida Hidalgo “ha puesto en peligro la estabilidad de la torre norte” de la catedral y que los cientos de camiones que pasan por la avenida Alcalde “están cimbrando constantemente las bóvedas y las abren”, su voto va en contra, al menos, de esa parte del proyecto.

En efecto: se trata de un voto de calidad, en parte por el peso específico que tienen las declaraciones cardenalicias entre los gobernados y principalmente entre los gobernantes..., y en parte porque el tema, a todas luces, esta vez sí es de su entera incumbencia.
Así que...
*

(A guisa de acotación cultural: “toparse con la iglesia” —así, con minúsculas—, la expresión coloquial que espeta Don Quijote a Sancho en el capítulo IX de la Segunda Parte de El Quijote, significaba toparse con una situación que no va a cambiarse... por más que se argumente y se discuta).