Debido a que los siete reclamos hechos por México por el maíz transgénico no se basan en la ciencia y socavan el acceso al mercado que México acordó proporcionar en el T-MEC, Katherine Tai, representante Comercial de Estados Unidos, anunció que la Unión Americana ganó contra México la disputa que se inició por el maíz genéticamente modificado.Con esta medida, los productores y los expertos en México ven riesgo en la genética del grano nacional y afectaciones en la producción del maíz. De acuerdo con la política del Gobierno federal, sigue pidiendo a los productores que eviten a toda costa el uso de maíz de grano amarillo importado en las cosechas, pues su polinización puede ocasionar la contaminación de los maíces nativos.El experto en comercio exterior Jorge Molina explicó que el resultado del panel “básicamente es echar para atrás el decreto, y para esto México tiene 45 días para adoptar el fallo; es decir, el 3 de febrero”.Añadió que “si para el 4 de febrero México no ha corregido el problema que dio origen al panel que es el decreto, el día 4, nos pueden empezar a aplicar aranceles y con Donal Trump ahí, como presidente, será la excusa perfecta para que empiece a cumplir sus promesas de campaña de aplicar aranceles a México”.Acentuó que en lo único que puede apelar México en caso de no cumplir, es en el monto excesivo de aranceles que le impongan Estados Unidos y Canadá por el incumplimiento.Roberto de Alba, presidente del Consejo Agroalimentario de Jalisco, subrayó que “estamos en contra de los maíces transgénicos para consumo humano en el territorio nacional. Sólo vemos con buenos ojos que se pueda impulsar el desarrollo de genética nacional para la productividad de granos básicos, eso traería como beneficio a los productores bajar sus costos, para poder conservar o subir sus rendimientos o que haya mayor rentabilidad”.Además, recordó que en Jalisco “hace ocho años teníamos una producción por encima de las 2.5 millones de toneladas y ahorita se han dejado de sembrar más de 100 mil hectáreas y ha caído la producción en un millón de toneladas de maíz”. Por eso lanza una alerta.Por otra parte, el director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, Juan Carlos Anaya, dijo que el fallo del panel determinó que “los decretos emitidos el 31 de diciembre de 2020 y el 13 de febrero de 2023 no presentan evidencia científica que demuestre que el maíz genéticamente modificado cause daño a la salud humana, animal o al medio ambiente”.Indicó que esto deja en claro que “los ideólogos de la Cuarta Transformación han generado un problema donde no existen fundamentos científicos que lo respalden”, porque el panel determinó que México no demostró evidencia científica de que el maíz genéticamente modificado hace daño.“México debe adoptar una postura basada en ciencia y en los intereses económicos del país, asegurando el abastecimiento de maíz para los sectores animal e industrial, sin comprometer su soberanía alimentaria ni su reputación”.MaízMaíz transgénicoNUMERALIA40% del grano que produce EU fue vendido a México sólo en 2023, lo cual equivale a más de cinco mil 300 millones de dólares en ventas ó 19.7 millones de toneladas27 millones de toneladas produjo México en 2023La reciente resolución del panel de solución de controversias bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá sobre la restricción que México impuso al maíz transgénico podría afectar negativamente a los productores nacionales de maíz. La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos logró un triunfo en esta disputa, lo que podría generar consecuencias adversas para la agricultura mexicana. Roberto de Alba, presidente del Consejo Agroalimentario de Jalisco, destacó que la resolución afectaría a los productores nacionales al reducir el impulso a la producción local. Señaló que, de mantenerse el impulso a la producción nacional de maíz, se podrían obtener beneficios como la reducción de costos, el aumento de rendimientos y mayores ganancias para los productores mexicanos. “Estamos en contra de los maíces transgénicos para consumo humano en el territorio nacional. Vemos con buenos ojos el impulso al desarrollo de genética nacional para la productividad de granos básicos, lo que traería como beneficio la reducción de costos y una mayor rentabilidad”, aseguró De Alba. El dirigente también recordó que, aunque México es autosuficiente en la producción de maíz blanco, existe un déficit en la producción de maíz amarillo, fundamental para la industria. Debido a esto, México se ve obligado a importar este maíz desde Estados Unidos, lo que podría intensificarse con la resolución. En Jalisco, uno de los estados productores clave, la producción de maíz ha disminuido significativamente. De Alba informó que hace ocho años, el Estado producía más de 2.5 millones de toneladas, pero actualmente se han dejado de sembrar más de 100 mil hectáreas, lo que ha reducido la producción en un millón de toneladas.Aunque De Alba considera que la decisión no afectará la revisión del T-MEC entre México, Estados Unidos y Canadá, señaló que será necesario revisar las políticas fitosanitarias del maíz importado desde Estados Unidos, lo que podría generar ajustes en las normativas de inspección y control.RESOLUCIÓN1. Impacto en los productores de maíz:El triunfo de la USTR podría perjudicar a los agricultores mexicanos al favorecer la importación de maíz transgénico desde Estados Unidos. Esto limitaría los beneficios potenciales de impulsar la producción nacional, como la reducción de costos o el incremento de ganancias para los productores locales.2. Dependencia de importaciones de maíz amarillo:México enfrenta un déficit en la producción de maíz amarillo, indispensable para la industria, lo que obliga al país a importar este grano de Estados Unidos. La resolución podría intensificar esta dependencia.3. Reducción de la producción en regiones clave:En estados como Jalisco, la producción de maíz ha disminuido considerablemente en los últimos años. Este retroceso podría agravarse si la resolución desincentiva la inversión en la producción local.4. Necesidad de ajustes en políticas fitosanitarias:Será necesario revisar las políticas de inspección fitosanitaria para el maíz importado desde Estados Unidos, lo que podría aumentar los costos operativos o generar tensiones regulatorias.ALGUNOS ASPECTOS