Desde este domingo están vigentes los cambios en la Ley General para el Control del Tabaco, que principalmente incluyen nuevas restricciones para fumadores y reglas para centros de entretenimiento o consumo de alimentos, así como cambios en los permisos en materia publicitaria.Para los consumidores, queda prohibido fumar en lugares de consumo o servicio de alimentos o bebidas, patios, terrazas, balcones, parques de diversión, áreas de juegos o lugares, parques de desarrollo urbano, deportivos, playas, centros de espectáculos y entretenimiento, canchas, estadios, arenas, plazas comerciales, mercados, hoteles, hospitales, centros de salud, clínicas médicas y sitios de culto religioso, entre otros. Y para los dueños de negocios, sí pueden tener áreas destinadas para fumar, pero el cambio es que no permitirán el ofrecimiento de alimentos o bebidas. Hay sanciones de hasta 829 mil pesos.Fabiola Macías Espinoza, profesora de la Universidad de Guadalajara, explica que la reforma también tiene el objetivo de disminuir la publicidad en cigarros para prevenir que las personas fumen desde edades tempranas. Y regula los espacios donde se fuma: “Aunque hay áreas de fumar y no fumar, las partículas quedan en el aire y provocan daños, especialmente a personas vulnerables”.Tras un sondeo realizado a más de 15 establecimientos ubicados en la zona de Chapultepec, ningún encargado conocía la nueva norma. “No sabía… y la mayoría de los clientes son fumadores. Buscaremos encontrar una solución, ya que en la terraza sí se puede fumar”, dijo Marcos Saucedo, gerente de un bar.Mario Ávalos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados en Jalisco, acentuó que han realizado reuniones para explicar el tema.Tras un sondeo realizado con dos mil 486 cibernautas de esta casa editorial, la mayoría estuvo a favor de las reformas que aumentan las restricciones para los fumadores, con la intención de no afectar la salud de las personas. Al corte de la presente edición, el 57% se mostró de acuerdo con las reformas a la Ley General para el Control del Tabaco. “Yo nunca he fumado, por eso me parece bien que sean más restrictivos en todos los lugares. Que se respete a los que no fumamos”, subrayó Juan Tejeda, mientras consumía alimentos en un restaurante de Providencia. En el sondeo mencionado, el 14% se mostró en contra, el 20% ni siquiera estaba enterado de la nueva legislación y al 9% le daba lo mismo. Mario Ávalos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Jalisco, informó que abrieron la posibilidad de que los agremiados reciban toda la información para los que quieran recurrir al amparo, pero también “para el que quiera ir por la vía de no tener áreas para fumar en sus negocios. Ambas cosas estamos trabajando y previendo. Ya será decisión de cada quién”. Aunque las medidas no aplican exclusivamente para su gremio, la situación les preocupa porque fueron uno de los rubros más golpeados económicamente por la pandemia. “Es un reglamento un poquito excesivo. Y algunos empresarios sí hicieron algunas inversiones importantes en sus restaurantes, habilitaron y adecuaron sus lugares para tener áreas de fumar”. A nivel nacional, la Canirac desplegó en su página de internet que participaron activamente en la discusión de la Ley General para el Control de Tabaco, “logrando que hubiera una convivencia entre espacios libres de humo y aquellos para personas que quisieran ejercer su libertad y fumar”. Sin embargo, “la Cámara, como otros sectores e industrias, consideramos que el reglamento está lleno de inconsistencias e impacta negativamente a los restauranteros”. La organización consideró que el reglamento publicado excede sus facultades, “pues pretende reglamentar lo que ni la Ley General para el Control del Tabaco establece. No existe ninguna justificación sanitaria para prohibir la prestación de servicio o consumo de alimentos o bebidas en zonas exclusivas para fumadores”. Añade que las modificaciones carecen de evidencia científica, por lo que no necesariamente se evitará el consumo del tabaco, pues la gente podría seguir haciéndolo en su casa. “No se tomaron en cuenta las inversiones que se hicieron para cumplir la normatividad vigente”.TELÓN DE FONDOJoselyne Ramos, gerente del restaurante La Nacha y Grillo, ubicados en Chapultepec, comentó que no conocía el reglamento y vaticinó que podría afectar mucho al sector. “Ya que mucha gente viene a comer, después de la comida se fuman un cigarro o vienen a tomar y fumar. Entiendo la parte de que hay personas que no fumen, pero para eso se les da la opción de área de fumar y no fumar”.Añadió que será complicado hacer los cambios. “Me parece algo difícil, ya que el 50% de nuestros clientes fuman, pero nos debemos adaptar”.Miguel, encargado de unas alitas, explicó que a su establecimiento acuden familias a comer, o personas que ven eventos deportivos o conviven en torno a éstos, por lo que podría ser que a mucha gente no le gustará dejar el cigarro.“Las iniciativas del antitabaco me dan la impresión que son por temporadas, lo quieren reactivar mucho y después lo dejan. Y después vuelven otra vez. Tiene tiempo que lo han querido hacer; sin embargo, no han sido rigurosos. De momento nadie nos ha dicho nada, vamos comenzando el año”.Ana García, gerente del restaurante La Estación de Lulio, en Libertad, contó que en el restaurante no se permite fumar desde hace más de 25 años. “Tenemos esa regla porque la mayor parte de nuestros clientes son gente mayor o que tiene problemas de salud”.Acentuó que se han percatado que, para los jóvenes, es dañino mezclar el olor del tabaco con los alimentos, “por salud, por higiene, por todo. Además, está muy cerrado, no tenemos acceso”.Enfatizó que la decisión no ha afectado ni molestado a sus clientes, y que cuando alguien quiere fumar lo que hace es salirse un momento del establecimiento y posteriormente regresar.“De hecho, los clientes están bien y no hemos notado inconformidad. El mayor motivo es por salud, el tabaco daña los pulmones y la gente ya está más concentrada en eso, en cuidarse la salud. No tienen problema, se salen a fumar en la banqueta”.En otro lugar llamado Coffee Legacy, localizado en avenida Chapultepec, el encargado de recibir a los clientes comentó que tampoco se permite fumar adentro.“El lugar nunca ha tenido área de fumar, ya tiene 10 años así. Sí nos preguntan, pero los invitamos a que salgan afuera. Hay mucha gente que se sale. Es decisión del dueño y porque es incómodo estar comiendo y oliendo el humo del tabaco... y también por salud”.LA VOZ DEL EXPERTOFabiola Macías Espinoza, profesora del Departamento de Psicología Aplicada y coordinadora de la Clínica de Manejo del Estrés y Cesación Tabáquica.Fabiola Macías Espinoza, especialista de la Universidad de Guadalajara, analizó que las nuevas disposiciones tienen como objetivo disminuir el tema de la publicidad en cigarros para prevenir que niños y jóvenes fumen desde edades tempranas. Además de regular los espacios donde se fuma, ya que aunque existan divisiones en áreas de fumar y no fumar, remarcó que las partículas que se quedan en el aire provocan daños a la población, especialmente a personas vulnerables. “Preocupa mucho a la sociedad la cuestión de cuidar a niños y jóvenes, que no se exponga esta cultura de que fumar da cierto estatus. La idea es que esto no se publicite para que los jóvenes no inicien una vida en el cigarro”.Explicó que se busca cuidar la salud de todas las personas porque aún en las áreas abiertas y destinadas para fumar, las emisiones se quedan en el medio ambiente. “No hay ningún beneficio para la salud; al contrario, tiene efectos importantes en la cuestión respiratoria, desarrollo de enfermedades crónicas, afecta el desarrollo del embarazo”. Agregó que un aspecto importante del decreto es que hace referencia a los llamados vapeadores. “Muchos chicos de secundaria están haciendo esta práctica del vapeo, que hace mucho daño, este decreto no lo menciona específicamente, pero señala que se relaciona con todo lo que tiene que ver con tabaquismo y nicotina, y abre esa posibilidad”.Fabiola Macías Espinoza subrayó que en muchas ocasiones los fumadores se sienten criticados por su actividad, pero que en la Clínica de Manejo del Estrés y Cesación Tabáquica se trabaja es en buscar los motivadores que tienen para fumar y poder iniciar un proceso para disminuir o erradicar el consumo.“Quienes fuman quizá se sienten atacados o que va a ser algo negativo para ellos, pero todo está pensado para el cuidado de su propia salud. La idea es que ellos se puedan acercar para informarse más sobre el impacto del cigarro, y se acerquen para una valoración”.Recordó que muchas personas fuman por ansiedad, y en el tratamiento les ayudan a detectarlo y buscar otras alternativas. “Sabemos que el cigarro lo usan para la digestión, o sentirse más tranquilos, o bajar la ansiedad, pero les podemos ayudar a tener otras herramientas para que no sea el cigarro la respuesta. Y si desean continuar fumando, pero no quieren que sus hijos o su familia fumen, los podemos orientar”.