El lago de Chapala se encuentra a 40% del nivel de almacenamiento y es uno de los peores niveles desde el año 2002, cuando el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado registró la peor crisis de las últimas cuatro décadas.El vaso lacustre tiene capacidad de siete mil 897 millones de metros cúbicos. En aquel año de sequía, cuando hubo varias peregrinaciones encabezadas por la Virgen de Zapopan, el lago tenía apenas mil 136 millones de metros cúbicos. Actualmente, Chapala registra tres mil 260 millones, según datos de la Comisión Estatal del Agua.Ante esta situación, expertos como Eduardo Juárez Carrillo, director del Instituto de Limnología del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, expresan su preocupación por el aumento de la temperatura, que podría intensificar la evaporación del agua del lago. “No es normal: es una sequía muy fuerte. Cuando tú ves los datos meteorológicos del lago, observamos que hay una elevación de la temperatura desde el año pasado de alrededor de cuatro o cinco grados”. Entre enero y abril, el lago perdió 50 centímetros. Pero con el estiaje en pleno, se estima que se perderán otros 30 centímetros antes de las lluvias, que llegarán en la segunda quincena de junio próximo.Salvador Peniche Campos, investigador del Departamento de Economía del Comité Universitario de Agua y Energía de la Universidad de Guadalajara, acentúa desde una perspectiva económica que falta una gestión del agua más eficiente. Critica que se desconozcan los indicadores que generan todas las pérdidas del vital líquido en el vaso lacustre, así como la falta de regulación. Subraya que se requiere conocer con precisión en qué se gasta el agua, entre el consumo humano y para las industrias o el campo, cuánto se evapora y cuánto se tira al caño (por las redes hidrosanitarias obsoletas o viejas en colonias de la Zona Centro de Guadalajara).“Deben poner en el centro del interés público la recuperación de las fuentes de agua y acabar con los vicios que hemos tenido, en particular con el asunto del descontrol de las fuentes subterráneas de agua, el paralelo de agua privada cara”, agregó Peniche Campos.Según la Comisión Estatal del Agua, el lago de Chapala abastece 60% de lo que se consume en la Zona Metropolitana de Guadalajara. El resto de la ciudad se abastece de pozos o agua subterránea (30%) y de la presa Calderón (10%). El nivel de la presa Calderón es de 24 por ciento.Mientras expertos alertan por la sequía en el Estado, el Gobierno de Jalisco afirma que la puesta en marcha del nuevo acueducto El Zapotillo-Presa El Salto-La Red-Calderón, que aporta un metro cúbico más de agua para la metrópoli, garantiza que este año no se tendrán problemas de abasto, como ocurrió en el año 2021, cuando la baja en el nivel de almacenamiento y el encierro de la población por la crisis sanitaria de COVID-19 elevaron los niveles de consumo. Sin embargo, Francisco Javier Mayorga Castañeda, experto en temas hídricos y exsecretario de Agricultura del Gobierno federal, advierte que el sistema El Zapotillo no es la solución para terminar con la escasez en la ciudad, porque a largo plazo la presa perderá su capacidad para captar agua. Antonio Gómez Reyna, investigador de la Universidad de Guadalajara, explica que la crisis del siguiente año será peor, en caso de que no llegue un buen temporal este 2024. También cuestiona que no exista un sistema de monitoreo real en los ríos alimentadores del lago de Chapala y de las presas.Ante la magnitud de Chapala en su superficie libre, la evaporación es de gran importancia para su equilibrio hidrológico.Más de ocho mil 500 kilómetros de redes de tubería del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado se encuentran en malas condiciones en los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá, publicó el pasado sábado este medio de comunicación. Ante ello, los candidatos por la gubernatura han presentado una propuesta en común: cambiar la red de tuberías para así evitar pérdidas por fugas. Sin embargo, para los especialistas en materia de agua esto no es suficiente, pues, mientras se siga poniendo en puestos directivos a personas que desconocen del tema, y no cuentan con la capacitación debida para impulsar la operatividad del organismo, éste terminará por colapsar. Así lo explicó Arturo Gleason Espíndola, especialista en temas hídricos, quien dijo, a lo largo de las administraciones se ha utilizado la titularidad del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) y sus direcciones como puestos para pagar favores a los apoyos que se brindan en campaña a quienes buscan el cargo de la gubernatura, o para poner a su gente cercana. Así mismo lo consideró el coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en el Estado de Jalisco, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, quien lamentó que no se hubiera cuestionado la experiencia en la materia de quienes han ocupado hasta hoy la titularidad del SIAPA, y quienes han “atendido” las problemáticas más que por moda o presión social, que bajo una política integral. Ambos especialistas consideraron que la clave para evitar que el sistema termine por colapsar es el establecimiento de un comité ciudadano y científico, el cual sea conformado por especialistas en la materia.“Se tendría que apostar por esta figura ciudadana en donde el director le responda a este consejo, como ocurre con el caso de Sidney Water, el consejo en Sídney, Australia, conformado por sociedad civil, personal científico y empresarios, permitiendo quitar las manos de los políticos. Esto porque en los últimos años el SIAPA se ha basado más en quién llega a administrar o medio administrar el desorden, y la verdad, firmar las factibilidades para los nuevos desarrollos, sin importar cuánta agua nos quede, sin importar el aumento de la contaminación de los cuerpos de agua que esos nuevos desarrollos tiran. Es por ello por lo que el sistema debería independizarse, buscar esa figura ciudadana elegida por la ciudadanía y especialistas, no por un gobernador o un grupo político”, dijo Gleason desde su estadía en Alemania. Este comité, añadió Juan Guillermo Márquez, debe conformarse además por la academia y las universidades, a fin de que existan dentro del SIAPA expertos que de verdad conozcan del tema. “Incluso el Observatorio, donde por años hemos trabajado con el tema de agua, podríamos participar con gusto, para que se hicieran esas evaluaciones y se puedan hacer recomendaciones para mejorar en la eficiencia del sistema intermunicipal. Esto nos serviría también para que, a través de esa figura ciudadana, que se usa en muchos países, en muchas ciudades del mundo, se pueda conocer cómo es realmente el funcionamiento del SIAPA y cómo se puede mejorar y manejar de una manera más adecuada”, dijo. “Lo más importante es que no se puede seguir poniendo gente incapaz en este tipo de proyectos, se necesitan especialistas que tenga una visión completa del sistema y de las necesidades actuales, porque no basta con propuestas, se tiene establecer un plan multidisciplinar como proyecto”, dijo por su parte José Antonio Gómez Reyna, especialista en asuntos relacionados con el agua y profesor retirado del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara. Esto porque, dijo, para poder operar un sistema efectivo para el manejo del agua en la Metrópoli, considerando la crisis en la que ya se encuentra, las personas que sean designadas para operarlo deben analizar las condiciones en las que se encuentra, hacer la evaluación de lo que se requiere para solventar los daños de manera integral “y no sólo como parches a lo mal hecho hasta hoy”, para después proceder a establecer un presupuesto. “Para esto tiene que aplicarse ingeniería básica, para saber lo que realmente se puede hacer y lo que no se puede hacer. Porque no vas a levantar toda la ciudad al mismo tiempo, ni el tiempo ni el presupuesto van a alcanzar para hacerlo. Entonces la formulación, la evaluación, la ingeniería básica, la ingeniería de detalle, la tecnología o lo que podría funcionar mejor, para eso debe designarse personal especializado”, insistió Gómez.El coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en el Estado de Jalisco, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, lamentó que en los últimos años hayan ido en aumento las fugas y los socavones, que en gran medida se deben a las fallas en las tuberías del sistema que opera el SIAPA, representando alrededor de 20% de la red, que ya cumplió su vida útil y debe ser sustituido. Sin embargo, dijo, es penoso que, pese a que se pueda contar con recursos, estos no son suficientes para solventar las fallas, ante lo cual, señaló, es necesario realizar una auditoría a profundidad para conocer si el hecho de que se destine alrededor del 60% del presupuesto del SIAPA al personal es rentable o no. “Es necesario y urgente que se haga una auditoría técnica, administrativa y financiera, para poder conocer a partir de ella si ese gasto en nómina es adecuado o no, porque cuando uno se da la vuelta por las oficinas, basta con observar un poco para darse cuenta que hay mucho personal que no está necesariamente ocupado con relación al número de personas que acuden a solicitar atención a sus oficinas. Con base en esta auditoría podríamos conocer, por ejemplo, si el personal administrativo es el adecuado, o incluso si tendría que ajustarse con más personal en campo que en oficinas”, indicó el especialista. Para ello insistió en la creación de un comité técnico compuesto por especialistas, academia y organizaciones civiles, pues esto permitiría que la auditoría a los tres rubros (técnico, administrativo y financiero) no represente un costo adicional para el organismo. El comité añadió, debería poder tener acceso a todos los documentos del SIAPA, haciendo que a su vez el organismo sea más transparente en cuanto a su operación, y con ello se daría certidumbre y confianza a la ciudadanía sobre cómo opera el sistema para poder dotar de un recurso de calidad a la ciudadanía. “Deberíamos poder consultar de manera transparente, conocer qué tarifas está cobrando el SIAPA y qué ofrece, porque generalmente cuando los organismos que operan el recurso funcionan bien, el agua que abastecen las llaves se puede beber sin enfermarse”, indicó el especialista. Lo anterior ayudaría además que el SIAPA pueda recuperar su cartera vencida y opte por deber menos en deuda pública, puesto que la ciudadanía ha dejado de pagar al ver que el sistema no le está dotando de agua de calidad y el suministro además es deficiente en diversas zonas de la Zona Metropolitana de Guadalajara. “Tiene que existir planeación integral, hecha tras el diagnóstico adecuado, y tendrá que ser invariablemente bajo criterios de una gestión integral del agua, porque la palabra ‘integral’ por sí misma hace el trabajo, y esto porque hasta ahora, por más que se han creado instituciones, las acciones siguen siendo las mismas de siempre”, finalizó Márquez Gutiérrez.LA VOZ DEL EXPERTOArturo Gleason Espíndola, especialista en temas hídricosPara Arturo Gleason Espíndola, especialista en temas hídricos, un factor fundamental para poder encontrar una vía mediante la cual se pueda “salvar” al SIAPA desde un planteamiento integral, es conocer cuánta agua queda disponible para el consumo de los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara que integran el sistema. “Lamentablemente es hora de que no sabemos cuánta agua hay. ¿Por qué algo tan sencillo como saber cuánto tienes en tu cuenta o de gasolina no podemos conocerlo en tiempo real? Es fundamental medir, monitorear temperaturas, consumos de agua, a través de un proceso digital. Tendríamos que partir de ese diagnóstico, de contar con un sistema de medición, saber cuánta agua, a la par, por supuesto, de conocer las condiciones de las redes de abastecimiento, para saber de esta forma cómo la estamos administrando, si se hace de forma adecuada o si debe haber un proceso de reasignación del recurso”, explicó Gleason Espíndola. En este sentido, dijo, no sólo debe considerarse la rehabilitación del sistema de tuberías, alcantarillado, y tratamiento del agua, para encontrar formas más eficientes de utilizar el recurso, según si se trata de uso humano o para el reúso, sino que también deben encontrarse vías de reforestación para poder impulsar el ciclo del agua, y con ello, abonar a que la lluvia rehabilite los cuerpos de agua de los cuales se nutre a la metrópoli, así como al resto del Estado. “Si hay menos masa verde, menos árboles, hay menos evaporación, y al haber menos evaporación, por ende, hay menos lluvia. Esto también es parte de la causa de la sequía, y por ello debe apostarse también a reforestar las áreas metropolitanas y las áreas rurales, para que vuelva a haber vida, vuelva a haber agua en nuestras cuencas. De esta forma además podremos seguir impulsando el tema del reúso del agua de lluvia, que hoy ha comenzado a aplicarse en ciertas zonas de la ciudad, pero que puede inculcarse a toda la sociedad”, añadió el especialista.José Antonio Gómez Reyna, especialista en asuntos relacionados con el agua.El pasado 13 de abril este medio de comunicación dio a conocer también que, en promedio, cada socavón que repara el SIAPA tiene un costo de alrededor de 30 mil pesos. Considerando que, por día, repara en promedio, ocho socavones, el sistema gasta diariamente unos 240 mil pesos en reparaciones por este tipo de hundimientos, que año con año ha sido mayor. José Antonio Gómez Reyna, especialista en asuntos relacionados con el agua y profesor retirado del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara, lamentó que el recurso sea destinado en “parches y reparaciones”, puesto que no se trata solo de corregir, sino de prevenir para que esto no sea cada vez mayor. “Lo ideal es que se hagan obras de prevención que eviten las fugas y que los pavimentos se destruyan a consecuencia del mal estado de drenajes y tuberías. En la ciudad por años han sido parches y parches los que se fueron haciendo al sistema sin una intervención integral”, explicó el especialista. Añadió que también ha afectado el que se dieron los permisos a fraccionamientos sin analizar la densidad poblacional y la necesidad del recurso, ocasionando por una parte que el sistema colapse y por otra que distintas zonas no tengan la presión adecuada para el suministro del líquido. “Llegamos a una crisis, tanto de viabilidad como de infraestructura. Esto es grave, porque lo primero que se necesita es saber la densidad de población, cuánta gente va a estar ahí para saber cuánta agua le vas a entregar, pero también dónde estarán sus vialidades, dónde van a estar sus descargas de agua. Pero en el SIAPA parece que eso nunca les importó, solo se dedicaron a fraccionar, a hacer edificios, y así han dejado colgada a la gente. Es por esto que no pueden estar poniendo a gente incapaz en este tipo de proyectos”, dijo Gómez Reyna. En el mismo tema y en busca de poder salvar al sistema, señaló, es necesario que se apueste por la innovación tecnológica para conocer la situación del sistema en general, de sus tuberías y alcantarillado, para saber cuáles son las acciones urgentes y cómo se podrán establecer acciones preventivas para evitar volver a caer en un “parchado del sistema”.