Armando cuenta que en 2015 venía de una fiesta con su novia y antes de llevarla a su casa se pararon en avenida Inglaterra. Dice que minutos después llegaron policías municipales a pedirles que se bajaran del auto por realizar “actos inmorales” en la vía pública.“No estábamos haciendo nada malo y la calle está muy sola para que alguien nos haya denunciado. Era de madrugada y me amenazaron con detenernos”, explica. Afirma que les dio dos mil pesos para evitar que se lo llevaran a juzgados. Como querían más dinero, tuvo que “regalarles” su reloj.Iván relata que él y su pareja llegaron alrededor de las 22:00 horas al mirador de Oblatos, en abril de 2018. Comparte que rápidamente dos patrullas los rodearon y los oficiales los apuntaron con sus lámparas. “Nos dijeron que tenían reporte de vecinos, pero el lugar estaba solo. Nos amenazaron con quitarnos el carro”.Indica que le pidieron dinero, pero solamente traía 200 pesos. Aceptaron de mala gana y se fueron al percatarse que era estudiante.Javier Nava señala que también lo quisieron extorsionar en un estacionamiento de un supermercado de Zapopan, pero como les dijo a los oficiales que estaba dispuesto a acompañarlos, lo dejaron ir.Tras su experiencia, los tres ciudadanos consideran que es una buena medida la reciente reforma al Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Guadalajara. Principalmente los cambios al artículo 14, que han causado controversia.En el apartado tres, donde se habla de “sostener relaciones sexuales o actos de exhibicionismo obsceno en la vía o lugares públicos, terrenos baldíos, centros de espectáculos, interiores de vehículos, o en lugares particulares con vista al público”, se condicionó la actuación policial al agregar las líneas “siempre y cuando la intervención se realice mediante petición ciudadana”.La regidora Guadalupe Morfín explica que la intención de la reforma fue poner un “dique” al criterio subjetivo de los elementos de la corporación.De acuerdo con la Dirección de Justicia Municipal de Guadalajara, entre octubre de 2015 y febrero de 2018 se contabilizaron 60 detenciones por “sostener relaciones sexuales, actos de exhibicionismo en vía pública”. En ese mismo periodo sumaron cuatro mil 863 detenciones por faltas administrativas.En la administración van 27 detenidos en Zapopan por “realizar o sostener actos de exhibicionismo obsceno en lugares de la vía Pública”. Además, entre enero y julio de 2018 se presentaron 93 quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) por el concepto de “detención arbitraria”.El comisario de Seguridad Pública de Zapopan, Roberto Alarcón Estrada, explicó que en el reglamento se establece que en este tipo de faltas administrativas la Policía procede en flagrancia.“Esas prácticas no son muy comunes en el municipio. Nuestras principales faltas administrativas tienen que ver con ingesta de bebidas embriagantes en vía pública, estar orinando”, expresó el titular de la corporación.Destacó que para prevenir casos de extorsión, todos los oficiales tienen la obligación de hacer el reporte a cabina de todo contacto con vehículos por causas que consideren que es importante revisar. En ese informe deben decir la cantidad de personas que están a bordo y el resultado de la investigación que ellos hagan.“Tienen la instrucción que a las mujeres las revisen policías mujeres, está ordenado así”.La Fiscalía informó en junio que un policía municipal de Zapopan fue capturado y vinculado a proceso judicial tras señalamientos de abuso a una mujer, a quien detuvo cuando se encontraba a bordo de un automóvil con su pareja.Según la dependencia, el oficial les dijo que ambos estaban detenidos, pero a la mujer le pidió dinero para dejarla ir. Como ella no contaba con efectivo la agredió sexualmente.La regidora de la Comisión Permanente de Derechos Humanos e Igualdad de Género del Ayuntamiento de Zapopan, Tzitzi Santillán, señaló que a finales de 2017 también se discutió en el municipio condicionar el actuar policial en casos de exhibicionismo sexual consensuado.Sin embargo, no hubo mayoría para incluir la propuesta en las reformas al Reglamento de Policía y Buen Gobierno realizadas en noviembre de 2017.“La discusión en Zapopan se dio entre lo que consideraron permisividad y el exceso de control por parte de la autoridad. La reforma de Guadalajara me parece muy buena y las buenas prácticas hay que seguirlas”, consideró.Santillán adelantó que buscará retomar la iniciativa para ver si también en el municipio se puede hacer esa reforma.“Si no estás molestando a nadie no tiene que pasar nada, incluso ir más allá que lo que propuso Guadalajara y que deje de ser falta. Buscar formas de no dejar resquicio para que los servidores públicos transgredan la norma y derechos de las personas”, añadió.La edil recordó que uno de los principales cambios al Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Zapopan fue la precisión de señalar como falta administrativa el acoso sexual, así como realizar actos de exhibicionismo que afecten a la dignidad u ofendan a las personas.Precisó que el exhibicionismo tiene que ver con los que agreden a otros mostrando su cuerpo. “Eso está tipificado como falta administrativa, en flagrancia o queja ciudadana”, indicó.Tras los cambios al artículo 14 de Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Guadalajara, Guadalupe Morfín, regidora tapatía, precisó que éstos no permiten ni propician que los ciudadanos puedan exhibirse sexualmente en la vía pública.Subrayó que tener relaciones sexuales en la calle es una falta. Sin embargo, destacó que se hizo una adecuación para que los ciudadanos que se sientan agraviados por estas acciones puedan reportarlas a las autoridades.“Esto permite dos cosas: que la Policía tenga un mapa más preciso de dónde están estos actos de molestia, pero que sea acompañada por la participación ciudadana”, afirmó.También resaltó que el capítulo se llamaba “faltas a la moral pública y a la convivencia social” y cambió a “faltas contra la dignidad y la convivencia social”.Otro de los puntos del debate tiene que ver con atacar la corrupción en lugar de cambiar el reglamento. Livier Martínez, edil tapatía, mencionó en sesión ordinaria que lo que se debía hacer era prevenir extorsiones.Ante esto, Morfín contestó que se olvidan que la autoridad sólo puede hacer lo que la ley dice, por eso la importancia de reformar el reglamento.“No hay que tenerle miedo a hablar del ejercicio de la sexualidad en los jóvenes, es un campo muy propicio para la actuación preventiva, educativa, formativa, desde las familias, escuelas y lo que la autoridad debe de hacer es no agravar derechos con el ejercicio de la autoridad”, dijo Morfín.Agregó que también se reformaron artículos relativos a la necesidad de reconocer derechos humanos. “Se promueve una mayor atención para las personas con una vulnerabilidad socialmente creada, no porque en sí sean vulnerables. Como niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, mujeres, grupos indígenas, trabajadoras sexuales, jóvenes expuestos en la vía pública a algún abuso policial”.LA VOZ DEL EXPERTOMario Gerardo Cervantes (académico de la UdeG)El investigador del Departamento de Sociología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) consideró que la reforma al artículo 14 del Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Guadalajara muestra empatía con los derechos humanos.El responsable de la Cátedra Unesco de la Juventud dijo que el riesgo pudiera ser que en casos de violación la gente no haga nada. Explicó que, por ejemplo, hace poco conocieron de un caso en el que una mujer fue abusada cerca del Macrobús, pero nadie hizo nada.“En términos del Código Penal no es delito. La única variación o cambio es pedir que sea una persona la que se inconforme. No es tan así de decir que se va a fomentar más, no es una práctica común, ni decir que muchos jóvenes se andan exhibiendo”, dijo.Cervantes comentó que la regidora Guadalupe Morfín dejó muy claro que se busca frenar posibles situaciones de extorsión, y que la educación sexual corresponde a otro rubro. “Mucha gente siente que transgrede la moral religiosa, pero es un asunto más de religión que de ética social”.Ponderó que también se protegen los derechos de personas con orientación sexual distinta a la heterosexual y recordó que los derechos sexuales son derechos humanos.“No hay que alarmarnos, no es que esté permitido, simplemente ya no está la cuestión que te detengan por lo que el policía cree que estás faltando a la moral”.