Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | Al revés volteado por Norberto Álvarez Romo

Zozobras públicas

Si no se sabe hacia dónde se quiere ir, entonces cualquier camino da lo mismo

Por: EL INFORMADOR

La reciente publicación del programa 2010 para el Consejo Metropolitano ha provocado mucho revuelo en la opinión pública local. Primeramente, porque su encomienda parece limitarse únicamente a un listado rebatible de obra pública, otra vez, como si ésta fuera realmente la agenda sustantiva necesaria para la metrópoli (como si todos los demás temas no merecen mención, y menos aún presupuesto y consideración). Segundo, porque el listado de las obras propuestas desconcierta por parecer ausentes de un (cualquier) concepto rector y significado contextual. Seguramente para alguien obedece a alguna “lógica”. No obstante, para el público ciudadano no parece muy distinto a una variada “tamaliza” de chile, mole y picadillo con algo de dulce indiscernible. Falto de una carta menú que estructure la oferta de viandas.

Seguramente, para los autores, la costumbre de ejercer el gasto público en obras de construcción es más apremiante que la reclamación por entender a la ciudad más allá de sus tubos, fierros, concretos y alambres. Ciertamente figuran algunas obras rezagadas de mantenimiento que requieren atención urgente, aunque tardío, en materia hidráulica; y las siempre presentes promesas para terminar un inacabable periférico que, por moroso, ya no es periferia de nada 40 años después de puesta su primera piedra (la ciudad ya se le escapó por kilómetros). Sin embargo, no deja de reinar la sensación general que se les está distrayendo la atención ante distintas y valiosas oportunidades (u otros innegables problemas mayores) buscando mejor arreglar cosas que no están descompuestas.

Por tomar un ejemplo al azar, están las propuestas de pares viales, que ni son pares las vialidades que se proponen “emparejar” ni se consideran las funciones viales dentro de la dinámica urbana local (social, ambiental y económicamente). Sugiere un desconocimiento sustancial de la vida real que ocurre en las zonas y un altivo desparpajo autoritario para imponer remiendos de escritorio.
Mejor sería que se terminara de arreglar bien el primer (y principal) par vial de la ciudad.

Otro caso: ¡60 millones de pesos! para un parque lineal y ciclovía que surge de la nada y sin sustancia, pues no está ni siquiera contemplado en el (también desconcertante) llamado Plan Maestro de Movilidad no Motorizada. Se plantea sobre la Avenida Lázaro Cárdenas, justamente donde se dan las condiciones idóneas para establecer el corredor troncal de mayor movilidad vehicular; incluyendo un posible, atinado, servicio de autobuses rápidos BRT que tanto se ha querido establecer aquí después de varios intentos fallidos. La sección vial de esta avenida como eje Oriente-Poniente ha sido uno de los mejores aciertos de la planeación de la ciudad. Lamentablemente, el usual ecologismo sentimental hace que se atrevan a brotar románticas proposiciones tan inapropiadas.

Las propuestas parecen soluciones de crucigrama en busca de problemas, más que acciones eficaces que respondan a una agenda de política pública. Si esta lista de obras del Consejo Metropolitano es la respuesta, nos queda la duda sobre cuál fue la pregunta.

O peor tantito, nos queda la duda de si realmente hay alguien al timón. El origen de la palabra “gobierno” viene precisamente del griego “timonel”, que no es el capitán, ni el dueño, ni el pasaje de una embarcación. Es el encargado de seguir hacia el puerto destino predeterminado, corrigiendo la dirección ante las caóticas ráfagas de olas y vientos que provocan desamparar a la deriva, ante la amenazante zozobra.

Pero, si no se sabe hacia dónde se quiere ir, entonces cualquier camino da lo mismo.

(nar@megared.net.mx)

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