Zapopan no recibió manifiesto de impacto ambiental de Villa

ZAPOPAN, JALISCO (03/NOV/2011).- El dictamen de impacto ambiental es un requisito indispensable y previo a cualquier construcción o edificación, para que se pueda avalar determinada obra y emitir los permisos correspondientes. En el caso de la Villa Panamericana, se sabe que éste existe y que está en poder de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), sin embargo el documento nunca llegó a la Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Zapopan, lo que de entrada es una grave omisión.

"No sabemos qué tratamiento requiere la zona, qué tipo de planta introdujeron, ni la capacidad, nada porque nunca ingresaron el manifiesto de impacto ambiental. Porque para otorgar un permiso de construcción debe haber un manifiesto", señaló Juan Ramón Torres Quirarte, verificador ambiental de la Dirección de Ecología del municipio.

Las autoridades ambientales de Zapopan, explicaron que requieren conocer a detalle las plantas de tratamiento, su capacidad y el tipo de tecnología que utilizan, así como el proyecto integral de las Villas porque, con lo único que cuentan es el resolutivo de Semades, en el que incluso también se solicita al desarrollador que entregue las especificaciones técnicas de las plantas.

Lo anterior significa que en su momento, no se valoró el funcionamiento de las plantas de tratamiento, ni por el municipio, ni por la dependencia estatal.

En un panorama general, se estima que al menos 1.8 kilómetros presentan afectación directa en suelo, y 1.5 kilómetros del recorrido de las descargas que llegaron a la laguna principal cercana al Estadio Omnilife.

Las descargas violaron la norma 01/1996 dela Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Debido a que se descargaron heces fecales, se considera un daño a la salud pública, pues al secarse el aire transporta las partículas contaminantes que pueden transmitir enfermedades en los seres humanos.

Se presume que las plantas colapsaron porque les introdujeron desechos sólidos que taparon los filtros, lo que ocasionó que los tinacos se desbordaran y hubiera encharcamientos en toda el área de servicios.

Aunque la autorización para que la Villa Panamericana se construyera en El Bajío, fue avalada por el Gobierno del Estado, Gilberto Villalpando Piña, jefe del Departamento de Diagnóstico e Ingeniería Ambiental del municipio, reconoce que en el Ayuntamiento de Zapopan no se le dio un correcto seguimiento conforme al reglamento a los trámites, sino que se decidió evaluar a nivel estatal, pero la Semades fue omisa, al no notificar al municipio de dicha evaluación.

Todo un "cochinero" a cielo abierto

Las imágenes proporcionadas por el Ayuntamiento de Zapopan hablan por sí solas, en ellas se observan lagunas improvisadas que fueron abiertas son permiso, donde se canalizaron aguas negras de las cuales emanaban fétidos olores que ni con los químicos que se les aplicaron, se logró esconder el fuerte aroma.

Así, a cielo abierto, a la vista de todos se contaminó durante casi 15 días el suelo, y los acuíferos de la Zona de El Bajío; y aunque no alcanzó específicamente al Área Natural Protegida, como ahora precisó el titular de Ecología de Zapopan, Miguel Prado Aguilar, quien dijo, las aguas negras, mezcladas con desechos de grasas y aceites de cocina, sí llegaron a la zona de amortiguamiento del Bosque La Primavera (a menos de 50 metros del bosque), franja que también debió ser respetada.

Aún con lo anterior, sí se afectaron mantos freáticos, porque El Bajío es una cuenca totalmente "endorreica", es decir, que cualquier líquido se infiltra con facilidad y toda la infiltración termina en Los Colomos. En este sentido, las autoridades de la Villa Panamericana nunca debieron descargar en esa zona, a menos que tuvieran el procedimiento correcto de tratamiento de aguas residuales, pues la otra opción, era bombear las aguas negras a otras zonas con pipas tipo vactor.

Cuando Ecología fue notificado por Siapa sobre el colapso de las plantas de tratamiento, el ingreso a la zona fue casi imposible, pues la fuerte presencia de policías federales complicó a los técnicos realizar la inspección. Una vez adentro, se constató que la situación estaba fuera de control, el olor en el edificio donde estaban hospedados los atletas de la delegación mexicana -y donde también se ubican las plantas de tratamiento-, según detalló el titular de la dependencia, Miguel Prado Aguilar, era penetrante.

Desmienten a autoridades estatales

Porque no se trata de una clausura simbólica, como han declarado algunas autoridades de la Villa Panamericana y el propio gobernador del Estado, Emilio González Márquez, la directora de Inspección a Reglamentos de Zapopan, Patricia Godínez Luna aseveró que las plantas de tratamiento no se pueden utilizar hasta que se cumpla con lo siguiente:

Se debe reparar el daño ecológico, retirar las aguas negras de las lagunas que fueron abiertas de manera improvisada, limpiar totalmente la zona y pagar una infracción, cuyo monto será determinado por los jueces calificadores.

Cuando se cumpla con lo anterior, se debe notificar inmediatamente a la Dirección de Ecología Municipal, quien decidirá si el equipo se encuentra en óptimas condiciones para reiniciar operaciones. Posteriormente se le informará a Inspección de Reglamentos para que proceda a levantar la clausura.

"No se pueden utilizar las plantas de tratamiento, es totalmente falso lo dicho hoy (jueves) por las autoridades de la Villa, nunca fue una clausura simbólica, lo único simbólico son los sellos, porque están respaldados por las actas que se levantaron al momento de la inspección..."

La zona no fue acordonada porque hubo acato inmediato para resarcir los daños. Las actas de clausura levantadas son la número 175520 correspondiente al 24 de octubre del 2011, y la 176033 con fecha 27 de octubre del mismo año, pues en ésta segunda visita se encontró una planta más pequeña que tampoco cumplía con las normas.

Una vez que se cuente con el dictamen de impacto ambiental, y con los resultados de las muestras que se mandaron analizar a un laboratorio de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se podrá determinar si es necesario clausurar totalmente el inmueble habitacional.

-La voz del experto

Necesario conectar drenaje de la Villa con colectores metropolitanos

-El especialista considera que las soluciones deben ser integrales

Para el especialista en tratamiento de agua, las plantas de tratamiento en la Villa Panamericana son innecesarias y además conflictivas, por lo que lo correcto es construir las líneas de conducción y conectar el drenaje a los colectores metropolitanos para que las aguas negras tengan un final correcto.

"En mi opinión como técnico el manejo de aguas residuales en esa zona, aún tratadas, no debe ser por infiltración, no veo la necesidad de tener ahí plantas de tratamiento, lo que debe haber son estaciones de bombeo. Debe ser a través de exportación a los colectores metropolitanos. Hay que hacer las líneas de conducción, para que finalmente estas aguas se traten en la planta de Agua Prieta, las soluciones deben ser integrales", refirió.

El también experto en funcionamiento y operación de plantas de tratamiento, indicó que lamentablemente no calcularon la cantidad de aguas residuales que se iban a generar. Agregó que pudo fallar también la operación y el mantenimiento.

Y es que dijo, se debe vigilar que la población de microorganismos sea la adecuada, que se hagan las purgas de los lodos excedentes para que no se sobre cargue el equipo. Se debe aplicar hipoclorito para desinfectar las aguas residuales, y debe haber un técnico capacitado.

Señaló que una planta para atender a más de cinco mil personas debe tener la capacidad de tratar 20 litros de agua por segundo. Además el proceso deber ser biológico-secundario, es decir, si el destino final de las descargas es un entorno natural, debe haber remoción de nutrientes y desinfección.

"Debe ser construida, diseñada y operada adecuadamente, porque cualquiera de los eslabones que falle derivará en problemas en el resultado que se requiere..."

¿Qué es un tratamiento secundario?

Se refiere a un tratamiento biológico de la materia orgánica disuelta presente en el agua residual, transformándola en sólidos suspendidos que se eliminan fácilmente.

EL INFORMADOR / LILIANA NAVARRO