Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Jalisco | En el parque, también conocido como Liberación, se percibe que falta mucho por hacer

Ya no pasan seguido los guardabosques en el Deán: vecinos

En el parque, también conocido como Liberación, se percibe que falta mucho por hacer

Por: EL INFORMADOR

Los niños dicen que la gente puede estar segura en el parque hasta las ocho de la noche. ARCHIVO /

Los niños dicen que la gente puede estar segura en el parque hasta las ocho de la noche. ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (30/ABR/2013).- Faltan 10 minutos para que den las 11 de la mañana, el sol le comienza a calar en la piel, se frota con las manos los brazos, las gotas de sudor se le ven en la frente, y lleva con él una botella de agua, es un vecino de la colonia Higuerillas que trota por el parque Deán, también conocido como Liberación. Los barandales en color rojo, algunos ya desgastados y deformados por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento resguardan al espacio público que está en Lázaro Cárdenas, son pocas las personas que se ven en los alrededores del parque, algunos con sus mascotas y otros más que prefieren caminar por la sombra que dan los árboles.
 
Al caminar por el parque, se percibe que hay mucho por hacer, hojas secas cubren el piso, hay espacios que están sin adoquinar y donde se encuentra el lago, está cubierto de lirio, "cada año le dan su limpieza", dice un guardabosques, metros más adentro, hay personal trabajando en el área, hay un tractor y unos hombres que realizan tareas de limpieza.
 
Doña María Elena Lomeli, vecina de la colonia Higuerillas, asegura que se siguen frecuentando problemas de seguridad en el parque, "ahorita no se ve tanto mariguano, pero si se roban todo, más tardan en acomodar los cables de la luz, que en lo que se los vuelven a robar, dicen que son vándalos de otras colonias, se meten al parque en la noche, roban a la gente , ahorita que anochece tarde, se ve todavía a la personas caminando y corriendo, pero lo que sí es que ya no hay muchos guardabosques, antes hasta salían en moto a patrullar, ahora nada más están retacados en su guarida".
 
"Una vez nos dijeron, '¡Se salen por favor!' Y yo les dije, '¿por qué?', ellos (los guardabosques) me respondieron, 'porque ya anocheció, y sálganse por la puerta', y yo dije, 'pa' qué, con tanto hoyo que hay aquí por donde sea nos podemos salir'. Es que ahora ponen barandales y también los tumban (los delincuentes)".
 
María Elena, de 50 años aproximadamente, asegura sentirse segura en  los alrededores del parque, "ya estoy acostumbrada, ya conozco a todos los de por aquí", pero insiste, "antes pasaban más seguido los guardabosques, pero ahora ya no pasan".
 
Después del Día del Niño descansan en el parque
 
Carlos y Renato y un grupo de amigos salieron temprano de la secundaria, "somos de la #144, salimos temprano porque hoy fue Día del Niño", los jovencitos aseguran que diario llegan al parque, "si asaltan mucho, más en la noche", dice Carlos, "los que roban son la gente que viene a trabajar al parque, son cholillos que andan drogos ", afirma apoyado por sus amigos que asientan con la cabeza las palabras de su amigo.
 
Los niños dicen que la gente puede estar segura en el parque hasta las ocho de la noche, en el centro del parque hay una escultura del padre de la patria  y es Carlos el que exclama, ¡De hecho, de hecho, los cholillos se robaron un pedazo de cadena de don Miguel Hidalgo!"
 
"También se roban las bancas, las desoldan y se las llevan", dice Renato, mientras que un amigo más grita, "¡hasta salen fantasmas!".
 
Tenía seis meses sin venir
 
Don Concepción, también de la colonia Higuerillas, camina  por la sombra que brinda el parque, viene a paso lento para no cansarse, se cubre la cabeza con una gorra y porta ropa deportiva, playera naranja y pants negro, "tenía como seis meses sin venir porque estaba fuera de aquí, regularmente venía cada tres veces por semana, en ese tiempo el parque estaba más o menos bien, pero ahora los mismos vándalos han tumbado varias rejas y se meten por esos espacios, ahorita la seguridad falta, me han comentado que llegan personas que tienen  pandillas y se apedrean, no les importa si hay gente , los guardias no hacen nada, no he visto que entre la policía para acá".
 
Guardabosques confirma que hay escasez de personal
 
Prefiere omitir su nombre, "soy guardabosques", el hombre asegura que ahorita no hay personal, "en toda la zona hay escasez de personal y hay unidades que no hay quien las maneje y en la administración el presupuesto está limitado en muchas áreas, hay  muchas unidades paradas por falta de reparación mecánica, esperemos que se resuelva pronto porque ahorita la carga de trabajo se reparte entre menos elementos".
 
El guardabosque asegura que ahorita son seis los elementos activos, y que hay mayor número de personas que visitan el parque por la tarde, comparte además que  hay áreas del parque que no están bien aprovechadas. "Se necesita que haya una intención de aprovechar el parque, se paró la primera etapa de la remodelación y ya no se siguió, unos espacio los iban a adoquinar y ya no se hizo nada".
 
Asegura también que las colonias aledañas al parque son conflictivas, "no es igual que antes, pero hay pandillas y hay rivalidad entre ellas, en las cancha de futbol a veces están jugando unos y les llaman a los otros y se hacen las peleas, la mayoría son adolescentes,  aunque no se quiera hay vandalismo".

La seguridad, un problema global

Las ciudades en general se enfrentan a problemas de inseguridad desde la gestión e infraestructura de los espacios públicos que brindan a la sociedad. El arquitecto urbanista, Fernando Fernández, comenta que la seguridad hoy en día es un problema global en el que tanto académicos, como investigadores y funcionarios están pendientes del tema, "está tomando relevancia en la agenda diaria, es un tema que preocupa a autoridades nacionales e internacionales, nos ocupa a todos".
 
Comparte también que el tema de la seguridad se ve de dos maneras, la real, la que tiene que ver con los datos duros y la estadística, así como la percepción de la sociedad, del cómo se siente la gente en estos espacios. "Un tema es sobre los actos que suceden, lo violento o de delincuencia, el otro aspecto es la vulnerabilidad como seres humanos, de cómo nos sentimos, a veces lo que la gente percibe es una enorme desconexión de los que sucede en realidad. La seguridad también tiene que ver  con la capacidad de respuesta que tenemos ante un evento".
 
Aunque hay ciudades importantes que tienen un sistema de monitoreo eficiente que equilibra la capacidad de supervisión en los espacio públicos, la seguridad sigue siendo un tema mediático que concierne a todos, desde la óptica del arquitecto, en el país se ha avanzado en este tópico pero aún falta mucho por hacer. "Si hablamos de los incendios en los bosques, atropellados en la calles, zonas marginales donde puedan existir  más delitos, un temblor, etc. Creo que estamos en pañales, se ha ido caminando, en diferentes momentos a partir de varias experiencias; ha habido un esfuerzo, han surgido instituciones, se han desarrollado, hay una coordinación, pero hay un mundo por caminar donde tenemos que ser mucho más participativos como sociedad, como organizaciones civiles, como sector público, como iniciativa privada y todo esto para poder enriquecer las prácticas e investigar las raíces y conocer las consecuencias y orígenes de estos problemas en todos los áreas, tanto en la casa, como en el edificio y en los espacio públicos".
 
En cuanto a la inversión destinada para proteger estos espacios que son para la gente áreas de recreación, Fernández responde que, "me parece que todo recurso que se invierta en mejorar las condiciones de seguridad para nuestra sociedad deberá de ser celebrado y deberá de ser apoyado, de entrada quisiera creer que es insuficiente porque en general es insuficiente (el presupuesto) para todas las actividades que se desarrollan, me queda claro que hay muchas tareas por hacer".
 
Subraya  que la seguridad concierne también a los ciudadanos y a las asociaciones, "deberíamos de tener un rol muchísimo más activo con los espacios públicos para gestionarlos de una manera más adecuada, buscando que haya mayor vitalidad en los mismos, para que se usen en muchos más horarios, para que tengan usuarios de diferentes edades, géneros, con distintos requerimientos, para permitir que los espacios sean habitados la mayor parte del tiempo".
 
EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA

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