Y la candidata es…

Quién sabe cómo se llame en realidad, pero es conocida y firma como Yeidkol Polevnsky Gurwitz. Ha sido empresaria del ramo agropecuario y fue la primera mujer que dirigió, en 2002, la Canacintra, un organismo industrial que durante muchos años se distinguió en el gremio patronal por tener dirigentes críticos a las políticas de los gobiernos priistas.

Desde hace varios años se alineó con las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador y hoy es senadora de la República por el Estado de México.

En el Senado poco se ha escuchado el nombre de Polevnsky (o como se llame), pero en el actual periodo ordinario de sesiones resonó fuerte cuando se discutió, para efectos de la Ley de Ingresos 2011 de la Federación, la aplicación de un nuevo gravamen al precio de las cajetillas de cigarros. La senadora obradorista se opuso firmemente a que se les aplicara ese sobreprecio a los cigarrillos. Luego se supo que su hija tiene un alto cargo directivo en una de las tabacaleras trasnacionales que dominan el mercado mexicano; ella argumentó que su posición obedecía a la defensa de las inversiones y los empleos en México, al margen del tipo de industria que los genere.

Pues bien, la señora senadora se ha convertido en la nueva creación “democrática” de López Obrador, en este caso para abanderar al “movimiento legítimo” en las elecciones para gobernador que habrán de celebrarse en julio de 2011 en el Estado de México.

En una de sus maniobras clásicas, López Obrador resolvió sin dificultad, en un montaje de tres actos, la candidatura de Polevnsky (o como se llame), con el argumento más contundente que suele utilizar en los casos en que busca hacerse de una posición de poder que le sea redituable para sus propios intereses de ser, a como de lugar, candidato presidencial una vez más.

Primer acto, el 10 de noviembre, Andrés Manuel asegura que los militantes y las bases del Partido de la Revolución Democrática (PRD) le han manifestado “de manera categórica” que no quieren una alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) en 2011 por la gubernatura del Estado de México. ¿Cuándo se lo dijeron? ¿Cómo comprobó que son mayoría? No importa. Lo que realmente importa es que él lo asegura.

Ante este panorama, adelanta que su movimiento construirá una alianza con las bases del PRD, Partido del Trabajo y Convergencia, con hombres y mujeres sin partido para “postular una candidatura” y en julio del año próximo competir en las elecciones para gobernador del Estado de México.

Segundo acto, el “presidente legítimo” ratifica el 15 de noviembre la participación de su movimiento en las elecciones del Estado de México e informa en la plaza principal de Toluca que la postulación del candidato será a través de una encuesta.

Ahí, López Obrador presenta un programa de gobierno alternativo de 10 puntos para el Estado de México, que será la Biblia para el aspirante que resulte ganador de la encuesta.

Tercer acto, el Movimiento por el Cambio Verdadero, que integran perredistas de las bases militantes, así como las dirigencias nacionales del Partido del Trabajo y de Convergencia, acuerda “actuar de manera responsable” y poner por encima de los intereses personales, el proyecto nacional de transformación de México y decide promover como aspirante de esta alianza a Polevnsky (o como se llame).

Éste es el evangelio democrático, según Andrés Manuel. Amén.