Sábado, 30 de Noviembre 2024
Jalisco | Crónica de familiares que asisten al Panteón de Mezquitán para recordar a sus madres

Visitan el panteón en el Día de las Madres

Crónica de familiares que asisten al Panteón de Mezquitán para recordar a sus madres

Por: EL INFORMADOR

Panteón de mezquitán. Una mujer adorna una tumba con flores en el Día de las Madres. EL INFORMADOR /

Panteón de mezquitán. Una mujer adorna una tumba con flores en el Día de las Madres. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (10/MAY/2013).- “Nada más dame un minuto para que se me contenga la emoción”. Sentado sobre una lápida, José de Jesús Carrillo, de piel y barba blanca, escucha a un dueto norteño que, con acordeón, guitarra y voz, canta letras alusivas a una madre que ya no está.
 
Te vaaaaas ángel mío/ya vas a partir/dejando mi alma herida/y un corazón va sufriiiir
 
La fecha le gustó para recordar, pero no hace falta que sea Día de las Madres. Desde hace un año, tiempo desde que ya no ha tenido a su mamá con él, va cada vez que puede al panteón para sentirse más cercano. Lo que hace la diferencia en este día es el norteño, que no molesta nadie con su música porque después del mediodía el lugar luce casi vacío.
 
A un lado de José de Jesús está su hermana, a quién las lágrimas se le resbalan sobre las mejillas y el rímel se le esparce alrededor de los ojos. Ella, a diferencia de su hermano, no canta; apenas alcanza a dar una sugerencia para la próxima canción del dueto norteño.
 
Yo seeeeeeé que la vida es coooorta/y a tiiii tambieeeeén te la deboooo
 
José de Jesús se levanta y acompaña con más sentimiento a los músicos. Los dos niños que vienen con su hermana se acercan y rodean a su madre. Es una de esas escenas de unión familiar que por estar en el panteón no necesitan más explicaciones.
 
Termina la canción y los músicos comienzan a separarse de sus instrumentos. Uno de ellos se descuelga a la guitarra y se acerca a una botella con agua para sanar la garganta reseca. No contaban --¿o sí-- con que Jesús les preguntaría que si no hay pilón. Resignados a atender al cliente, cantan una versión adaptada de las mañanitas a manera de despedida. Jesús a quedado satisfecho.
 
A un lado de donde se desarrolla esta escena, en el camino que conduce hacia el interior del panteón de Mezquitán, hay hombres y mujeres que caminan con baldes en la mano y los hombros. Hay poca gente, pero las peticiones de agua para que las tumbas no se vean sucias y que las flores soporten el calor un poco más están a la orden del día.
 
Señoras con paraguas para protegerse del sol y niños acompañándolos son la postal del momento. Las flores van de un lado hacia otro, mientras afuera del panteón cada comerciante hace lo que puede por vender las suyas. Una vez que las personas llegan a los restos de sus familiares, todo se vuelve murmullos; aunque hay una excepción: un hombre toca la guitarra y canta lo suficientemente fuerte como para ser escuchado a varios metros de la capilla donde está enterrada su abuela.
 
Cariñooooo que Dios me ha dado para quererlo/cariñooooo que a mí me quiere sin interés
 
Señoras y señores siguen a esa voz sonora, porque en este día lo que importa es el sentimiento con el que se cante y no la afinación. Los niños y adolescentes observan a unos metros de distancia. A veces platican y ríen en voz baja entre ellos, pero otras tantas simplemente se quedan en silencio, mirando la garganta vibrante de sus mayores.
 
La maestra Francis --como ella misma se presenta-- dice que es una tradición visitar a su madre, que falleció hace más de una década. Sobre la presencia de los niños, más que inculcarles una tradición, afirma que es el producto del cariño que les dio su abuela.
 
La guitarra sigue en lo suyo y pasa a la siguiente melodía. Después de las 14:00 horas, la gente no inunda el panteón, ni los sonidos se mezclan entre ellos. Son los murmuros los que salen de pequeños grupos y mueren en el camino. Lo que perdura por más segundos es aquella canción que apenas comienza.
 
EL INFORMADOR / ROBERTO MEDINA

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones