Veneración masiva a Juan Pablo II

GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2011).- Largas filas en la Catedral Metropolitana y una entusiasta acogida en varias comunidades de la Región Valles, concretamente en Cocula, San Martín Hidalgo, Ameca y Tala, fueron la nota distintiva del primer día del recorrido de las reliquias del Papa Juan Pablo en la Arquidiócesis de Guadalajara.

El acto central de la concentración de feligreses se tuvo en el principal recinto católico tapatío, donde miles de creyentes de todas las edades y condiciones sociales se dieron cita durante la tarde de ayer para ver las reliquias, consistentes en una ampolleta con la sangre de quien fuera el obispo de Roma, además de varios atuendos usados en vida, sobre todo objetos de culto.

Mientras miles de tapatíos esperaban afuera del recinto religioso, en la ceremonia de recepción de las reliquias el cardenal Juan Sandoval Íñiguez destacó en su mensaje que el ahora candidato a santo fue alguien que en vida “supo transmitir la presencia de Dios, además de la paz y seguridad”.

En un momento en que el país vive graves impactos de violencia, sobre todo la del crimen organizado, el prelado exhortó a pedir la intercesión del fallecido Pontífice, “dado que supo lo que es padecer la violencia injusta, como ocurrió en el atentado de 1981, que le dejara secuelas a lo largo de su vida”.

Insistió en aplicar el dicho “A Dios rogando y con el mazo dando. Hay que poner lo nuestro para que cese la violencia, fruto amargo de situaciones de corrupción e injusticia que se viven en la sociedad. Hay que poner el énfasis en la justicia para que no haya situaciones de pobreza tremenda”.

El cardenal negó tener conocimiento de que en esta región se tenga algún caso de milagro a raíz de la intercesión de Juan Pablo II, “pero esto habrá de ocurrir”.

Después de la estancia de las reliquias en la Catedral, se llevaron a la Basílica de Zapopan donde pernoctaron en medio de una velada con participación de jóvenes.

Por la mañana, la comitiva de las reliquias procedente de Tecolotlán (diócesis de Autlán), llegó con puntualidad a Cocula, donde un mariachi le cantó en el atrio de la parroquia de San Miguel.