Vehículos no requerirán cambios por uso de etanol

GUADALAJARA.- Cualquier vehículo que circule por la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) podrá adicionar etanol en su gasolina sin necesidad de realizar adecuaciones, con el propósito de garantizar una combustión más limpia.Así lo aseguraron diversos expertos, luego de que el pasado miércoles la secretaria de Energía, Georgina Kessel, anunció que la metrópoli será pionera en el uso de etanol en 2010 --de acuerdo con los resultados en Guadalajara, el programa será replicado en otras ciudades del país--.
Sin embargo, la introducción de este compuesto químico será de un máximo de 3.5% en la gasolina, cantidad menor en comparación con la que se maneja en otros países, que es de más de 10% de etanol.

En Brasil —considerado uno de los países de vanguardia en la materia— existen vehículos de “combustible flexible”, que cuentan con la posibilidad de usar sólo etanol, gasolina o la mezcla de ambos.Sandra Herrera Flores, subsecretaria de Fomento y Normatividad Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), aseguró en el marco de la clausura del Primer Congreso Internacional de Biocombustibles (realizado en Zapopan), que en una primera etapa el etanol se adicionará 2.7%, con el propósito de elevarse como máximo hasta 3.5 por ciento.

“La norma actualmente establece cerca de 2.7% de presencia de etanol para la oxigenación (de la gasolina), y lo que se está planteando es que pudiera elevarse hasta 3.5%. Realmente, como es un porcentaje que supera la norma, no hay ningún inconveniente en el objetivo que se está planteando”.

— ¿Por qué no puede ser mayor la mezcla de etanol?
— Podrán irse elevando los porcentajes. No es una cuestión que se tenga que regular forzosamente desde la perspectiva ambiental sino de la disponibilidad del etanol.
Pese a que la introducción de este biocombustible será en menor proporción a otros países, Herrera Flores sostuvo que serán efectivos los beneficios ambientales, reflejados en la reducción de emisiones contaminantes.
“Desde la primera vez que se empezaron a oxigenar las gasolinas en la Ciudad de México, precisamente se veía que, al eficientar aunque sea en pequeños porcentajes la combustión a través de la oxigenación, se reducen las emisiones contaminantes. Todo va aportando a mejorar la calidad del aire”.
Ignacio Lazcano Martínez, director del Instituto Mexicano de Biocombustibles, coincidió en que los automotores no requerirán de diseño especial para circular con combustibles menos sucios; por el contrario, el parque vehicular más antiguo resultará el más beneficiado.
Aclaró que si la mezcla supera 25%, los automóviles deberán contar con otro tipo de mangueras de conducción para el combustible, que actualmente cuestan menos de 300 pesos.
El experto indicó que la producción de biocombustibles a partir de la caña de azúcar es la mejor opción, por ser cultivos que absorben de manera más eficaz el dióxido de carbono. Apuntó que tan sólo una hectárea de caña absorbe más que una hectárea de selva amazónica.
“La superficie de caña que hay en México, absorbería todos los contaminantes de los vehículos de la Zona Metropolitana de México, que son cuatro millones”.


“Proyecto erróneo”

El doctor Humberto González Chávez, especialista en Ciencias Agrícolas y Medio Ambiente por la Universidad Agrícola de Wageningen, Holanda, sostuvo en entrevista que es erróneo el proyecto lanzado el pasado miércoles por el Gobierno federal, para producir biocombustible y destinar tierras labrantías a este fin.
Y argumentó: “No tenemos seguridad agroalimentaria en el país ni una política sostenida desde hace 25 años, en favor de nuestro sector agropecuario nacional”.
Apenas el pasado 7 de mayo, el secretario nacional de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, inauguró en Guadalajara los trabajos del Primer Congreso Internacional de Biocombustibles, y declaró que para 2012 habrá 300 mil hectáreas sembradas con caña de azúcar para la generación de 13.2 millones de toneladas de “biomasa” para producir biocombustible, esto es como 200 millones de litros de etanol, que se mezclará con la gasolina que se consuma en las tres principales áreas metropolitanas del país: Guadalajara, Monterrey y Distrito Federal.

“Nuestro país carece de estrategias concretas en materia energética y agroalimentaria (...), es un problema que se ha manifestado desde el sexenio de Miguel de la Madrid”, subrayó el también investigador en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), pero acotó: “Una gran desventaja a que se está sometiendo sistemáticamente a los agricultores mexicanos, es la competencia en el libre mercado. Pero en Japón, en China, en la Unión Europea y en los Estados Unidos, tienen conciencia de la importancia de su sector agroalimentario y lo protegen con enormes subsidios; en México no sucede esto”.
De acuerdo con el especialista, “lo primero que debe hacerse es garantizar la seguridad nacional en materia de alimentación y producción de alimentos. Es incluso un derecho humano consignado internacionalmente y nuestro país se ha comprometido a respetarlo”.
Alertó sobre la inconveniencia de restar superficies de cultivo para la producción de alimentos y la generación masiva de etanol, por los costos que representaría en daño ecológico.
“No podemos dejar de tener en cuenta que, con las instalaciones actuales en México, la producción de caña para biocombustibles ni siquiera resulta rentable”.



EL INFORMADOR 08/05/08 ccms