Vecinos de la Ribera de Chapala intentan pasar el trauma

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAY/2012).- El director de la Policía de Chapala, Reynol Contreras Muñoz, aceptó que el golpe de lo ocurrido en Ixtlahuacán, que costó la vida a varias personas no ligadas a actividades criminales y enlutó hogares en tres municipios, le dejó a las localidades de esa región una especie de trauma que ahora hay que combatir.

La primera respuesta para salir del trauma son los operativos coordinados entre autoridades militares y estatales, que intentan recuperar la seguridad y blindar la zona. El despliegue de militares y policías —la Policía Federal es menos visible— ha permitido recuperar un poco de seguridad en la zona.

“Me siento un poco más seguro con las actividades de los policías de negro (elementos de la Policía estatal), ellos hacen mejor su trabajo”, dijo un vecino del poblado de Ajijic, “pero todavía la gente tiene miedo”.

Por su parte, la Sedena mantiene un Puesto de Seguridad Militar Estratégico Móvil (PSMEM) en la entrada al municipio de Jocotepec, por la vía que conduce de Guadalajara a Tizapán el Alto.

Los soldados practican revisiones al paso de los automovilistas, principalmente a quienes conducen autos ostentosos, aunque el puesto de seguridad no se implementó específicamente a raíz del multihomicidio. “Es un poco incómodo que te paren y te revisen, pero es por la seguridad de los que vivimos aquí, en Jocotepec o en Chapala. Esperemos que los militares no se vayan pronto”, manifestó una conductora. Además, los soldados pertenecientes a la XV Zona Militar realizan recorridos de vigilancia por la Región Ciénega.

Miembros de la comunidad extranjera que residen en Ajijic coincidieron que se sienten preocupados, pero afirmaron que, como vecinos, buscan modos de colaborar con el resto de la población.

Pero los que muestran mayor preocupación fueron gerentes y propietarios de restaurantes, quienes insistieron en la urgencia de que vuelva la paz a la Ribera, ya que sus ventas se vieron disminuidas en las últimas dos semanas.

“Pues estamos preocupados (…) Sí, se vinieron abajo las ventas, pero esperemos que la confianza se recupere”, explicó el gerente de un restaurante de la ribera de Chapala.

El director de la Policía de Chapala, Reynol Contreras Muñoz, agregó que la seguridad, meses atrás, era una clara manifestación de la calidez y amabilidad de Chapala: “Esa ‘bandera’ de la seguridad, que ondeamos todos, cayó; estamos trabajando para volver a levantarla: es difícil, mas no imposible”.

Señales de respuesta civil

El trauma no ha impedido que la gente responda como puede.

El 21 de mayo, por ejemplo, la Policía recibió un reporte de vecinos de Ajijic para denunciar que dos muchachos pretendían secuestrar a una persona. Había testigos. Se armaron de valor. Lanzaron palos y piedras al vehículo de los delincuentes. Dieron tiempo a que llegaran las patrullas, “y acudimos y pudimos hacer la detención de dos personas, que fueron puestas a disposición de la Policía del Estado”, según el jefe de la Policía municipal. “Surgió una buena esperanza. La gente se involucró en el problema”, resumió el funcionario.

Fue un acto esperanzador. Temerario, pero afortunado. Los vecinos confían en que los policías y el Ejército hagan innecesario que se expongan de esta manera.

La Secretaría de Seguridad estatal, por cierto, no había anunciado la detención de aquellos dos muchachos hasta la noche del jueves pasado.

Jocotepec agradece el apoyo federal

El municipio de Jocotepec también vive con presencia casi permanente de elementos de la SSP estatal y de la Sedena.

El director de Seguridad Pública municipal, Alejandro Bravo Rodal, explicó que, tras los hechos de Ixtlahuacán, hubo numerosos avisos de extorsiones telefónicas, varias de las cuales se consumaron.

La Policía Municipal recabó unos 30 números telefónicos con ladas de los estados de Tamaulipas, Zacatecas y Querétaro; resultó que las personas a las que intentaron extorsionar eran vecinas, casi todas habitantes de una cuadra.

Por esta situación, se colocaron lonas, con los números de teléfonos tanto de la SSP y de la Sedena, para denunciar antes ambas dependencias los intentos de extorsiones.

Además, la presencia de policías estatales y del Ejército se incrementó en todo el municipio en las últimas semanas: “Recibimos muy bien la visita del Ejército y la presencia de la Policía estatal”, admitió el jefe policial del municipio, que reconoció que la presencia de más corporaciones mejoró la confianza de los ciudadanos en los patrullajes, sobre todo luego del caso de un homicidio y secuestro cometido en agravio de dos personas muy conocidas en la cabecera municipal.

Desde que Bravo Rodal se inició como jefe de la Policía de Jocotepec, hace 10 meses, la corporación ha retirado a 15 elementos, por denuncias o extorsiones, o porque fueron requeridos por la Procuraduría General de Justicia del Estado como sospechosos de delitos.

Actualmente hay 88 policías, pero un estudio realizado por la dependencia municipal, con ayuda de la Universidad de Guadalajara, afirma que se requiere al menos 140 elementos para brindar una mejor seguridad.

Los hechos ocurridos en la Ribera de Chapala obligaron a que Bravo Rodal se coordinara con padres de familia y directores de casi 100 escuelas del municipio y la Universidad de Guadalajara para brindar un traslado seguro a las escuelas.

Para los estudiantes que viven en delegaciones como El Molino, El Chante, Zapotitán de Hidalgo, Huejotitán, San Juan Cosalá, San Pedro de Tesistán o San Cristóbal de Zapotitlán, un padre de familia traslada a los alumnos de preparatoria en su vehículo particular a la Vocacional Regional, ubicada en Jocotepec, pero bajo medidas de seguridad.

“Se reúnen los estudiantes, en el quiosco del pueblo y se toma una lista. En ese momento, por un radio de banda única, que la policía proporcionó, el responsable se comunica con nosotros y así mantenemos vigilancia”

A la hora de entrada de estudiantes de escuelas primarias y secundarias, un policía se encuentra en las inmediaciones para vigilar el ingreso de niños y niñas.

Los vecinos subrayaron que agradecen los operativos y que esperan buenos resultados: también Jocotepec sufrió el trauma: hay miedo de salir por la noche y los dueños de negocios y comercios están preocupados. La primera labor, por lo pronto, es, pues, organizarse para recuperar la tranquilidad.

FRASES

"Estamos preocupados. Sí, se vinieron abajo las ventas, pero esperemos que la confianza se recupere "

Gerente de un restaurante de la ribera de Chapala.

"Recibimos muy bien la visita del Ejército y la presencia de la Policía estatal "

Alejandro Bravo Rodal, jefe de la Policía de Jocotepec.

QUÉ HACER
Contra extorsiones telefónicas

Infórmate bien en familia: todas las personas en tu casa y tus parientes cercanos deben saber cómo reaccionar en caso de recibir una extorsión telefónica. Acuerden claves o códigos o pónganse de acuerdo con vecinos para ayudarse entre sí.

Nunca des información personal a desconocidos o personas que llaman a tu casa con el argumento de ofrecerte promociones o ventas especiales.

Cuando tú o alguien más reciba una llamada amenazante, hay una sola cosa que hacer: colgar. Los extorsionadores volverán a llamar: cuelguen. Si, por temor o preocupación, no pudiste colgar al identificar el tipo de llamada, todavía es posible cortar la llamada. Volverán a marcar y podrás volver a colgarles tantas veces como sea necesario. El siguiente paso es hablar a los teléfonos de ayuda con las autoridades (089): si denuncias una extorsión telefónica, contribuirás a que otras personas no sufran el asedio de los extorsionadores.

Nunca des información personal o de tu familia, mucho menos otros teléfonos celulares. No obedezcas órdenes como salir de casa.

Dónde y cómo denunciar
Presenta tu denuncia ante la Procuraduría. Llama a los teléfonos 3837 6000 y 01 800 640 9298, en las extensiones 18632 y 18634, o al teléfono celular 33 3662 2368.

Reinserción social
Pandillas, la asignatura pendiente

CHAPALA, JALISCO.- Los Gobiernos municipales de Chapala y Jocotepec están trabajando en programas para combatir la actividad delictiva asociada a las pandillas, un problema que creció en la Ribera durante los años recientes y que se suma a la lucha que vecinos y autoridades ya entablan contra la delincuencia organizada.

De acuerdo con datos de la Policía Municipal de Jocotepec, están registrados ocho pandillas, principalmente en la delegación de San Juan Cosalá. Los grupos han sido señalados de vandalismo y de peleas callejeras que han dejado personas heridas y equipo de la corporación dañado por los vándalos.

“Sí, debemos: torretas y vidrios de patrullas de cinco patrullas, y las torretas tienen un costo aproximado de 35 mil pesos y se tienen que reparar”, enumeró el jefe de la Policía Municipal, Alejandro Bravo Rodal.

La primera estrategia son actividades con la Policía del Estado, con programas de reinserción de los jóvenes en trabajo social.

En Chapala hay otras ocho pandillas, cuya actividades, según el jefe policial Reynol Contreras Muñoz, ya disminuyó con programas por parte de la Dirección de Seguridad Pública.

El funcionario dijo que desde el inicio de la administración citó a los lideres de cada grupo para conseguir acuerdos básicos; entre ellos, que la persecución de delitos no cesaría.

Ante esto, los mismos pandilleros denuncian a sus compañeros cuando resultan involucrados en actividades ilegales, afirma el jefe de la policía.

Mientras tanto, explica, se impulsan actividades de reinserción social, como concursos de grafiti y partidos de futbol.