Van por reactivación de cuatro mil locales abandonados en mercados

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUL/2012).- La reactivación de los más de cuatro mil locales que se encuentran abandonados actualmente en la red de mercados municipales de Guadalajara, es indispensable para el mejoramiento de la economía más inmediata de la ciudad y sus habitantes, según lo expresó el presidente municipal, Francisco Ayón López.

Por ello, dijo, la Sindicatura y la Unidad Departamental de Mercados están desarrollando una estrategia para documentar el estado en el que se hallan estos establecimientos cerrados para poder, finalmente, revocar las concesiones que siguen en manos de personas que, simplemente, no están sacando provecho de ese bien público.  

Mientras el Ayuntamiento tapatío no emprenda los procedimientos administrativos correspondientes para la revocación de esos derechos, reconoce el presidente municipal, continuará sin uso uno de cada tres locales al interior de los mercados municipales.

“Ya existe un trabajo que se está llevando para generar un proceso de estudio y las personas que no estén haciendo uso adecuado de esos locales comerciales en los mercados municipales del Ayuntamiento  se les revocará la licencia, estamos trabajándolo, ya tenemos tiempo haciendo el estudio y vamos a alcanzar a nuestro nivel máximo (en septiembre), no sé si logremos terminar los cuatro mil puntos (en abandono) pero sí vamos a tener un gran avance”, prevé el munícipe.

Son específicamente cuatro mil 058 locales (el 31% de todos los existentes en los 91 mercados municipales) en abandono, los cuales, juntos, sería algo así como tener cerradas completamente tres de las tres estructuras más grandes de esta red municipal: el Mercado Libertad (San Juan de Dios), Abastos y Alcalde.

“Lo que nosotros necesitamos es reactivar la economía de la ciudad, y creo que es una parte fundamental de la economía de Guadalajara los mercados municipales”, abundó el alcalde sobre estas más de cuatro mil alternativas para la creación de negocios propios y empleos.

Por su parte, con respecto a la problemática de los traspasos ilegales y millonarios de locales y el subarrendamiento de los mismos por parte de particulares, principalmente en el Mercado Libertad, que es reconocido como una “práctica común” por la Tesorería Municipal, Ayón López aseveró que en no más de 20 días presentará un planteamiento reglamentario para poder erradicarla.

La autoridad municipal estima que uno de estos traspasos –la comercialización de un bien público entre privados- puede darse en operaciones que van de los dos a los tres millones de pesos.

En estos momentos, explica la titular de la Dirección de Inspección y Vigilancia de Guadalajara, Verónica Martínez Espinoza, esta dependencia, que sería la responsable de detectar y evitar esta práctica, no cuenta en el marco reglamentario vigente con herramientas para poder intervenir y  sancionar, es más, ni siquiera para documentarlo.

Lo que sucede, explica la funcionaria, es que los comerciantes que le pagan una renta a un particular y no al Ayuntamiento, se hacen pasar por empleados del primero cuando son inspeccionados, así que no hay manera de demostrar que, en realidad, se les está subarrendando el bien público.   

“En los reglamentos no hay nada que diga que no pueden tener contratado personal que esté trabajando la licencia, entonces, generalmente, si no encuentras al propietario de la licencia, te dicen -soy trabajador-, ¿cómo pruebas que no lo es?, tendrías que meterte a nóminas y una serie de cuestiones que no nos competen. Yo ya sé de hecho pero no de derecho que el lugar está siendo utilizado por otra persona en su licencia (subarrendado). Cuando detecto que alguien me dice -me acaban de traspasar la licencia-, les digo que esto es irregular, y que acuda a Padrón y Licencias (para regularizarse)”.

Mientras particulares lucran con estos bienes públicos en tratos millonarios, estos son formalmente concesionados por el Ayuntamiento a precios muy bajos (no más de 43 pesos por metro cuadrado cada mes), esto es, 172 pesos mensuales por un local de cuatro metros cuadrados que en una plaza tecnológica del primer cuadro podría merecer una renta de seis mil pesos por dimensiones similares.  

 
EL INFORMADOR / LUIS HERRERA