Jalisco | “Todos necesitan gas” Una labor de “alto riesgo” Adán García de Santiago repara fugas y tanques. A pesar de contar con un grado técnico en informática, terminó en la industria gasera Por: EL INFORMADOR 13 de septiembre de 2009 - 03:36 hs GUADALAJARA, JALISCO.- De niño, cuando su madre lo regañaba por jugar cerca del cilindro de gas en su poblado natal, Cuescomatitlán, nunca le atravesó por la mente que se ganaría la vida reparando fugas y tanques estropeados. Ahora trabaja para una popular compañía, en una labor que, aunque se considera de “alto riesgo”, le reditúa lo suficiente como para preservar su fuente de trabajo hasta una jubilación digna. Adán García de Santiago llega a las 08:30 horas de la mañana al trabajo, o a las dos de la tarde, según sea el caso, y se sube al camión abastecido de equipo especial para reparar fugas: “Hasta traemos una farola y conocimiento de códigos de emergencia para cualquier cosa que se pueda presentar”. Lo que más disfruta de su trabajo es la posibilidad de conocer casi todas las colonias de la ciudad, “desde las más jodidas hasta las más pudientes… todos necesitan gas”, y conoce la forma de vida de cada familia, de cada pareja o individuo, sus preocupaciones o hasta sus creencias políticas y religiosas, en esta mancha urbana que condensa a cuatro millones de personas. “Antes me dedicaba a manejar una grúa, pero esto, aunque es más riesgoso, está más divertido. Ya tengo cinco años en este trabajo con todas las prestaciones de ley, hasta me pagan horas extras”. Aunque está agradecido por su trabajo, reconoce que su título como técnico en computación, no le ha valido de mucho en un mercado laboral cada día más competido: “Además, como que para esa actividad los patrones se buscan chavas guapas, prefiero trabajar con el gas”. Comenta que hay personas que se quejan de su trabajo: “Cuando llegas a un domicilio que tiene en la azotea un tanque estacionario con fuga, hay que cerrar todas las fuentes de calor que haya en la cuadra, es una rutina normal. Hay que ir con los vecinos y pedirles que apaguen sus estufas o boiler porque pueden explotar, y se molestan, pero hay que hacerlo por seguridad”. Hay ocasiones en que el miedo se le acumula en la garganta, “como cuando los cilindros están sobrecargados, sientes que va a estallar, sientes el metal crujiendo y sabes que debes actuar rápido porque algo puede ocurrir. Otras veces, el metal del cilindro ya está carcomido y resulta que el líquido que está adentro se empieza a salir, eso también es bien peligroso”. Sobre el conocimiento que adquirió para dedicarse a esto, señala que la empresa lo capacitó, pero “hay que hacerle mucho caso al sentido común y a la experiencia de vida. Saber manejar las herramientas y sobre todo, tener experiencia con el gas. Hay usuarios, gente que en su vida ha conectado un tanque de gas; debes saber cómo huele y reacciona. Por tu bien”. Y aunque su oficio lo tiene satisfecho, no quisiera que sus hijos le siguieran los pasos. Sobre todo su niña, “que dice que quiere dedicarse como yo a lo del gas. Yo me río y le digo que me dedico a esto porque no pude estudiar una carrera como ingeniería o algo así, y ella me dice que no quiere ser ingeniera, que quiere reparar las fugas del gas. Los otros dos, yo creo que sí van a encontrar un futuro mejor, quiero que sean arquitectos. Para eso trabaja uno, ¿no?”. Adán García de Santiago trabaja reparando fugas y tanques estropeados. A pesar de contar con un grado técnico en informática, ante la falta de oportunidades terminó en la peligrosa industria gasera Temas Crisis Pobreza en Jalisco Lee También Lemus: la semana del deslinde Leyes de Ingresos y alza en el predial Charros, a seguir mejorando y generar mayor espectacularidad Lemus y Planter pactan trabajo conjunto a favor de la educación y la cultura Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones